Denuncian que el Zoosanitario usa insecticidas «caducados»

CSI-F avisa de que esta práctica afecta a «la profesionalidad» de los trabajadores

24 jul 2016 / 20:42 h - Actualizado: 25 jul 2016 / 08:17 h.
"Ayuntamiento de Sevilla","CSIF"
  • Operarios del Zoosanitario preparados para fumigar en el parque de Bomberos de Pino Montano. A su lado, raticidas en mal estado. / Á. García
    Operarios del Zoosanitario preparados para fumigar en el parque de Bomberos de Pino Montano. A su lado, raticidas en mal estado. / Á. García
  • El vehículo que supera la tasa permitida. / Á.G.
    El vehículo que supera la tasa permitida. / Á.G.
  • Algunos de los raticidas en mal estado. Á.G.
    Algunos de los raticidas en mal estado. Á.G.

En los últimos meses Sevilla se ha visto azotada por plagas de ratas, pulgas, cucarachas y otros seres que han causado un gran estrago al día a día de los ciudadanos. Algo que, en algunos casos, no se ha visto paliado con eficacia y ha obligado a los trabajadores del Centro Municipal Zoosanitario a trabajar por partida doble debido a «malas decisiones» de los responsables del centro. «Actualmente se están aplicando insecticidas con fecha de caducidad cumplida, además los raticidas están en mal estado, infectados por el llamado coquito», explica Rafael Román, delegado de CSI-F y miembro del Comité de Empresa del Ayuntamiento de Sevilla. Todo esto, está ocurriendo cuando mayores incidencias están apareciendo, manifiesta el sindicato.

«Se trata de deficiencias que se van arrastrando –declara Román– y que merman el trabajo diario de los profesionales que trabajan en el Zoosanitario». Así, entre estas deficiencias la principal preocupación por parte de los trabajadores es «el uso de productos químicos que están caducados y que se utilizan a pesar de su estado», asevera el delegado, al que le preocupa que desde la dirección se les traslade que estos productos fuera de fecha «tengan consumo preferente para su utilización». Un hecho, denuncia, que hace que «los productos no funcionen» y que se tenga que volver a fumigar, «como ocurrió con los colegios –refiriéndose al Teodosio, donde se fumigó en varias ocasiones–. «Hubo una descoordinación total y todo porque no hay un protocolo a seguir».

El por qué se utilizan los productos caducados en vez de reciclarlos, Román no lo sabe. Si bien, afirma que «quizás es porque reciclarlo sale más caro que echarlo». Explica, que los raticidas –los que aparecen en la imagen de la noticia– tienen hasta bichos y que no son efectivos con las ratas». Al respecto, cada vez que un empleado critica estas malas prácticas desde la dirección les responden diciendo «que nadie tiene que entrar a valorar la efectividad del producto, que para eso están los técnicos». Por su parte, el Ayuntamiento de Sevilla afirma que «hay un plan de gestión» y que «todos aquellos caducados están localizados, aislados y serán tratados como residuos sin darles por tanto uso alguno». En cuanto a aquellos productos con fecha de consumo preferente y que pueden reducir la eficacia contra las plagas, «se está haciendo una evaluación biológica para retirar los que sea necesario».

Otra de las graves carencias del centro municipal, es que de los dos crematorios con los que cuenta, CSI-F afirma que tan sólo funciona uno, el otro lleva «más de cuatro años sin funcionar». Se da el caso que el que no funciona el último que se compró. También critican desde el sindicato, que no hay personal municipal de medios propios suficiente para el cuidado de la arboleda de la ciudad de Sevilla y que «esto pone en peligro a los ciudadanos o turistas», pues «hay riesgo de que el mal estado de alguna rama de los árboles provoque alguna desgracia».

UN VEHÍCULO QUE NO CUMPLE LA NORMATIVA LEGAL

Otra de las graves incidencias ocurridas en la gestión del Centro Municipal Zoosanitario es la compra de un vehículo con plataforma adquirido hace más de un año y que no se puede utilizar desde hace unos meses por una deficiencia de peso que se «está solucionando». Según el CSI-F, el vehículo «supera la tara máxima permitida con los añadidos que se le incorporaron y rebasa en más de 400 kilos el máximo permitido de 3.500 kilos». Desde el Consistorio se aclara al respecto, que «se detectó hace unos meses que podía tener un problema de peso» y que actualmente «se encuentra en manos de la empresa proveedora» para su adecuación. Explican, que hoy por hoy «sólo está pendiente de su reparación». Una vez solventado el problema, el camión deberá pasar la ITV, para su verificación oficial.

Este vehículo, explica Román, costó aproximadamente unos 100.000 euros y durante meses estuvo circulando con estas deficiencias. «Un claro ejemplo más, de la mala organización» que rodea al centro municipal.

Además, Román argumenta, que a estas deficiencias se une el hecho de que los coches denominados DDD (Desinfección, Desratización, Desinsectación) son «muy antiguos» y no se adaptan a la normativa de traslado de insecticidas especiales, «por lo que no pueden transportarlo hasta el lugar donde se lleva a cabo el trabajo de fumigación por los operarios».

LA AGRESIÓN DE UN PERRO QUE PUDO EVITARSE

El CSI-F denuncia que el perro que mordió a un empleado pudo deberse a que «el animal llevaba sin beber horas» porque los flotadores de los bebederos no funcionaban. A este respecto, Rafael Román declara que «el servicio elude responsabilidades» al respecto y que las nuevas jaulas «tienen serias deficiencias que ponen todavía más en peligro a los trabajadores del Zoosanitario». Así, pide que se busque una solución «pronto».