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El arma, la munición y el boli pistola localizada por la Policía. / El Correo
La Policía Nacional ha detenido a un joven de 22 años que supuestamente disparó a un familiar con un bolígrafo pistola el pasado mes de agosto, después de que le persiguiera con su vehículo cuando este circulaba por la ciudad, lo embistiera y le cortara el paso. El juez le ha dejado en libertad con cargos tras declarar como imputado por los delitos de tenencia ilícita de armas, contra la salud pública y amenazas graves. Al detenido le constan 19 detenciones anteriores desde que cumplió la mayoría de edad por delitos como homicidio en tentativa, lesiones, violencia de género, robo con violencia y receptación.
Según informó la Policía Nacional, el joven fue detenido en su vivienda de la calle Ingeniero de la Cierva, en Rochelambert, donde utilizaba el trastero de su vivienda para ocultar sustancias estupefacientes, numerosos efectos robados y armas. El supuesto autor del disparo tiene un perro de la raza pitbull, que siempre le acompañaba a esta estancia y que utilizaba como forma de protección. En el registro efectuado los agentes se incautaron de 500 pastillas de éxtasis, varias tabletas de hachís, papelillos de cocaína, un arma corta de 9 mm y el bolígrafo pistola.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de agosto, cuando la víctima iba en su vehículo particular en compañía de unos amigos y fue embestido por otro vehículo en plena vía pública. Después de que le bloquearan el paso para no poder maniobrar, le apuntaron con un bolígrafo pistola y le dispararon. La víctima presa del miedo y como pudo huyo del lugar. Nada más tener conocimiento, los agentes iniciaron una investigación, que les permitió identificar y localizar al autor de los hechos, un familiar de la víctima, al que esta le describía como una persona peligrosa a pesar de su juventud.
Las diligencias arrojaron que el piso que utilizaba el ahora detenido se encontraba en la última planta de un edificio y que la puerta de entrada disponía de fuertes medidas de seguridad, de lo que se deducía que este domicilio no había sido elegido al azar ya que por la disposición de los domicilios del rellano de esa ultima planta, se hacía casi imposible el uso de la fuerza para violentar la puerta del piso franco. De hecho, la entrada en la vivienda, que se produjo a primera hora de la madrugada, fue bastante complicada para los agentes, que además tuvieron que inmovilizar al perro, que fue encontrado tras la puerta.
Fue entonces cuando la Policía pudo comprobar que disponía de un trastero en la azotea donde guardaba objetos robados, al que siempre accedía en compañía de su perro pitbull que también hacía las veces de guardián de la vivienda.
Una vez solicitada la correspondiente orden de entrada y registro, los agentes se incautaron de 500 pastillas de éxtasis, varias tabletas de hachís, papelillos de cocaína. Tanto el arma corta de 9mm con 76 cartuchos como el bolígrafo pistola, fueron hallados en el patio de luces, donde momentos antes el detenido los había lanzado desde la ventana de su dormitorio mientras los agentes entraban en su vivienda. Un patio que no tenía ni un metro por cada lado.
La operación policial culminó con la detención del autor, que cuenta con varios antecedentes y que ya pasó a disposición de la Autoridad Judicial, en el marco de una investigación llevado a cabo por el Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Sevilla. Tras tomarle declaración el juez le ha dejado en libertad con cargos.