Un ciudadano sevillano de 38 años de edad, identificado como Sergio Oliva, ha sido detenido en Vaihaingen (Alemania )como presunto autor de la muerte violenta de sus dos hijos de 5 y 4 años de edad, respectivamente, en este país.
De este modo, y según publica ‘Diario de Sevilla’ en su edición de este jueves y ha confirmado a EFE la Policía alemana, el presunto autor de los hechos permanece detenido en Alemania desde el pasado sábado por su implicación en la muerte de sus dos hijos menores de edad, que nacieron en Sevilla.
La Fiscalía ha decretado la prisión preventiva del sospechoso, que no cuenta con antecedentes policiales en Alemania, ante la acumulación de evidencias en su contra. Así, el presunto parricida, que intentó autolesionarse después de cometer supuestamente los dos crímenes, se encuentra hospitalizado bajo custodia de la Policía en el área de salud mental de un centro sanitario alemán. Por el momento, apuntó el portavoz de la Policía de Ludwigsburg, Peter Windenhorn, Oliva se ha negado a declarar.
De su lado, la exmujer del detenido, de 34 años y nacionalidad rusa, permanece ingresada en otra área del mismo hospital, ya que está muy afectada emocionalmente por lo ocurrido y precisa de tratamiento psiquiátrico, pues incluso fue quien descubrió uno de los dos cadáveres.
Según indica el rotativo, la exmujer del sospechoso llegó en el año 2004 a Sevilla y vivió en esta ciudad durante diez años hasta que se marchó a Alemania, siguiendo los pasos de su pareja.
La muerte de los dos niños se produjo entre el viernes por la noche y el sábado por la tarde en la vivienda del español, que se había separado hace meses de su mujer, de 34 años y nacionalidad rusa.
El hombre recogió el viernes por la tarde a sus dos hijos de la guardería, tal y como estaba acordado con su mujer, quien descubrió los cadáveres de ambos pasadas las 21.00 horas del sábado.
Según los primeros resultados que han ofrecido las autopsias, los menores presentaban una «profunda cuchillada» en el pecho -presuntamente con un cuchillo de cocina ya incautado por la policía- y una serie de golpes en la cabeza con un objeto contundente.
Los detalles concretos del suceso y su cronología aún no se han establecido, explicó Windenhorn, quien añadió que la policía criminal sigue examinando el lugar del doble crimen.
Oliva llegó con su mujer y sus hijos, nacidos en Sevilla, a finales de 2015 a Vaihingen y a los meses decidieron separarse, apuntó el portavoz.
La familia era conocida por los servicios sociales de la localidad a raíz del proceso de separación de los progenitores, pero no por la policía, que asegura no haber tenido constancia previa alguna de comportamientos violentos por parte del padre.
LE AMENAZÓ CON HACER LO MISMO QUE JOSE BRETÓN
La mujer descubrió el cadáver de uno de sus hijos, cuando se acercó a la casa de su expareja un día antes de lo que tenía previsto, ya que «temía» que Sergio atacara a los niños porque, en una ocasión, durante los trámites de separación, la había amenazado con hacer lo mismo que José Bretón hizo con sus hijos.
Cabe recordar que José Bretón fue condenado a 25 años de cárcel como responsable del doble asesinato de sus hijos de seis y dos años, que desaparecieron en Córdoba el 8 de octubre de 2011
A pesar de esta amenaza, un juez dictaminó que los menores tenían que pasar un tiempo con el padre de manera periódica. El pasado viernes, la exmujer del detenido fue a recoger a los niños a la guardería y allí le comunicaron que ya se los había llevado el padre, cuando lo habitual era que fuera ella quien los recogiera y los llevara hasta la casa de Sergio.
Tras ello, la mujer llamó a su ex marido y éste le dijo que los niños ya estaban en casa y se encontraban descansando, que fuera a recogerlos el domingo por la noche, como de costumbre, no obstante se dirigió a la vivienda del detenido en la tarde del sábado y descubrió lo sucedido.
El sospechoso habría declarado a la Policía alemana que varios delincuentes llegaron a su casa, mataron a los niños y le agredieron después a él, aunque los vecinos dijeron que no vieron a ninguna persona ni vehículo desconocidos y tampoco oyeron ruido de peleas ni del supuesto asalto.