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Los empresarios sevillanos Manuel González y Samuel Pérez posan con el cheque que les devolvió la joven tras encontrarlo en la calle. / F.C.
«Hay mucha más gente buena que mala, aunque la mala parece que hace más ruido, pero una historia como esta demuestra que la gente es buena». Manuel González, un empresario sevillano, pasó el pasado miércoles uno de los peores tragos que le puede pasar a una persona con trabajadores a su cargo: perder una importante cantidad de dinero. En concreto, sin darse cuenta, cuando iba andando por la calle Carretera de Carmona de Sevilla se le cayó un cheque que llevaba encima por valor de 38.900 euros, y no se dio cuenta hasta que llegó a su casa. Para añadir más problemas al asunto, el cheque era al portador, con lo que cualquier persona lo podría cobrar sin dejar rastro sólo accediendo al banco.
Sin embargo, a la mañana siguiente el cheque fue encontrado por una joven vecina de la zona que se dirigía a su trabajo en la localidad de Carmona. Lo podría haber cobrado en ese mismo momento, aunque a través de la información del propio documento localizó a su propietario y se lo devolvió.
Manuel González, el empresario que, junto a su socio, Samuel Pérez, perdió el cheque, se emocionaba todavía hoy hablando del tema con El Correo de Andalucía: «Lo cogió y en ningún momento pensó en quedárselo, sino que se fijó en la empresa que lo había extendido, y perdió su tiempo en buscar el teléfono y no parar hasta localizarnos», relata.
Y eso que la desaparición del documento la comunicaron de forma inmediata a la Guardia Civil, pero al día siguiente recibieron la llamada de una joven desconocida que les comunicó que había encontrado el cheque tirado en la calle, y que al ser al portador se lo quería entregar en mano para evitar que alguien lo pudiese cobrar de forma fraudulenta. «No nos lo podíamos creer», afirma.
El pasado jueves acudieron a la cita con ella para que les devolviese el cheque, todavía incluso con la posibilidad en mente de pensar que ella querría algo a cambio, una vez que les había hecho el favor de sus vidas, pero con tanta gente de tantos tipos en esta vida, cualquier cosa podía pasar. Sin embargo, «su actitud fue impresionante, hasta tal punto que no quiso ninguna gratitud. Obviamente le planteamos que le queríamos hacer un regalo, compensarla de alguna forma, e incluso le dijimos que le daríamos 300 euros por su gesto, pero ella se negó en todo momento, y dijo que nos lo quería devolver porque era su obligación al no ser suyo. Nunca se planteó la posibilidad de quedarse con el dinero, al contrario, siempre pensó que lo honrado era devolverlo».
El empresario ha dicho que tanto a él como a su socio «nos sorprendió mucho que alguien sea así, demostrando que hay más personas buienas que malas en el mundo”, y aunque tiene su contacto ella en todo momento se ha negado a recibir gratificación alguna por su gesto.
Una vez recuperado el cheque procedieron a cobrarlo en el banco con normalidad, «lo que ella podría haber hecho, pero demostró que es una buena persona, algo que nunca podremos agradecer lo suficiente», ha terminado.
Este viernes contaron su historia a decenas de medios de comunicación interesados en conocer los detalles de un gesto de solidaridad que para estos empresarios habría supuesto, de no solucionarse, todo un problema, destacando siempre la labor de esa joven que nunca dudó entre las cosas que hay que hacer bien y las que nunca se deben realizar.