Un autobús de Tussam volvió a modificar su recorrido por el Polígono Sur por otro acto vandálico. A los vividos en julio se suma otro ocurrido el viernes, cuando un bus de la línea 30, que recorría la avenida de las Letanías, recibió disparos, posiblemente de un arma de aire comprimido. No hubo heridos en el incidente, sino sólo daños materiales en las lunas en el vehículo, que fue trasladado a cocheras de Tussam, donde fue inspeccionado después por la Policía Científica.

El suceso se produjo sobre las 16.00 horas, en una zona de las catalogadas no conflictivas del Polígono Sur, cuando desde Tussam se informó, sin dar detalles, sobre la modificación del itinerario de la línea 30, «desviada de la avenida de las Letanías y limitada en avenida de La Paz». Ese desvío duró hora y media, momento en el que se retomó el itinerario habitual. Con esto, se cumplía con el protocolo de seguridad ante este tipo de ataques: las líneas varían su recorrido para evitar las zonas conflictivas y, a su vez, se da alerta a las fuerzas de seguridad, que inspeccionan el lugar. También se hizo esta vez, sin trascender si se llegó a identificar o detener a los autores del altercado.

No obstante, la seguridad para pasajeros y conductores a su paso por el Polígono Sur está siendo objeto de debate por el Gobierno local. De hecho, horas antes del suceso, se abordó la conflictividad en las líneas que circulan por este barrio en una reunión del delegado de Movilidad, Seguridad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, con el sindicato mayoritario de Tussam (ASC). Según los asistentes, Cabrera mostró en este foro «su preocupación» por estos altercados e indicó que daría instrucciones para que, ante cada incidente, no solo se aplique el protocolo, sino que se realicen los tramites en materia de investigación que depuren las responsabilidades de los agresores. Al respecto, ASC aplaudió la celeridad a la hora de ejecutar tales instrucciones, que ya se pusieron en práctica en el incidente de ese mismo viernes.

Pedradas en julio

Este ataque se produce casi dos meses después de que los autobuses que circulan por el Polígono Sur sufrieran dos apedreamientos casi consecutivos. Fueron el 3 y 5 de julio, después de cerca de un año de calma tras la ola de ataques que llegó a sufrir el parque móvil de Tussam en septiembre de 2015. De hecho, se llegó a calificar estos ataques de julio de «gamberradas», según las fuentes consultadas.