-
Sevilla cuenta con varios contenedores adaptados para facilitar la recogida al sector hostelero. / Jesús Barrera
El sector hostelero genera la mitad de los envases de vidrio de un solo uso que se ponen en el mercado, de ahí la importancia de su implicación en el círculo del reciclaje. Este es el principal motivo por el que Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro encargada del reciclado de estos envases en España, haya decidido ampliar en Sevilla el servicio gratuito puerta a puerta que desde 2014 y hasta ahora mantenía solo en el entorno del Barrio de Santa Cruz, Plaza Nueva, Alfalfa y parte del Arenal, como la calle Arfe, y extenderlo a otros puntos del centro de la ciudad como la Encarnación, calle Feria, Gavidia y Plaza de San Lorenzo, zonas en las que no es posible mantener contenedores por cuestiones estéticas de protección del entorno.
Esta medida, que comenzó a aplicarse el pasado mes de marzo, ha supuesto incrementar hasta los 345 el número de establecimientos atendidos a los que Ecovidrio recoge in situ los envases frente a los 130 locales que en un principio se adhirieron a esta iniciativa sin coste alguno para el empresario. Sin embargo, desde Ecovidrio animan a otros hosteleros de estas zonas a pedir «este servicio de lujo», pues la entidad cuenta con un «potencial» para atender hasta a 500 establecimientos, según explica Coral Rojas-Marcos, gerente de zona de la entidad.
Los resultados del primer mes de actividad tras sumar el nuevo área han sido significativos, pues «en la comparativa de marzo de 2018 con ese mes de 2017 se ha registrado un incremento del 122 por ciento de los kilos de vidrio recogidos. Ha funcionado muy bien y eso a pesar de que fue un mes muy lluvioso y eso influyó en el consumo», precisa.
Para aquellos hosteleros cuyos negocios no estén enclavados en zonas de protección, Ecovidrio, en colaboración con Lipasam, coloca contenedores especialmente adaptados que permiten volcar el contenido del cubo de forma automática sin esfuerzo ni riesgo para la persona que acarrea las botellas.
La ciudad de Sevilla cerró el año pasado con el reciclado de 8.593 toneladas de vidrio, lo que supuso evitar la emisión de 5.766 toneladas de CO2 a la atmósfera, equivalente a retirar un total de 1.412 coches de la circulación durante un año, ejemplifica Rojas-Marcos, que apunta que con el gesto de echar el envase en el contenedor verde se han ahorrado 19.092 megavatios hora (MWh).
2017 se saldó así en la capital con el reciclaje medio de 12,5 kilos de vidrio por ciudadano, cifra equivalente a unos 47 envases y que supuso una mejora del 2,4 por ciento respecto a las cifras cosechadas en 2016; una tasa que en el conjunto de la provincia se redujo a 11,1 kilos. En el último lustro, la concienciación ha crecido, lo que se ha traducido en un 11 por ciento más de envases recogidos.
Ello es posible gracias a los 2.020 contenedores verdes repartidos por toda la ciudad –el 8,8 por ciento más que el año anterior–, lo que representa una ratio de 341 habitantes por recipiente, frente a los 214 de la media nacional. Sin embargo, la ratio ha mejorado respecto a 2016, cuando era de 372. «En Sevilla capital, de un contenedor selectivo a otro no hay más de 150 metros de distancia», señala.
La hispalense es la tercera capital andaluza que presenta mejores tasas de reciclado de vidrio, solo precedida por Granada (16,8 kilos por habitante) y por Cádiz (13,5 kilos por persona).