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El director del Parque del Alamillo, Manuel Campuzano, contempla el estado de los huertos. / José Luis Montero
El apeo masivo (620 ejemplares) de pinos en el Parque del Alamillo a finales del pasado mayo fue un asunto polémico cuya polvareda aún duraba cuando Manuel Campuzano fue nombrado director del recinto. Es más, él participó activamente en la trágica decisión de talar esos árboles, siendo todavía un técnico de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA): «Adolfo [Fernández Palomares] de vez en cuando contaba conmigo para algunas cosas. Fue casualidad que vinimos un día con Manolo Felices, otro técnico de mantenimiento del parque, y estuvimos viendo el tema de los pinos», cuenta Campuzano.
«Al final se aclaró lo que pasaba con certeza y vimos que era un problema que no tenía solución y que además era un riesgo grave para los usuarios. Nos reunimos con asociaciones ecologistas y lo entendieron, pues seccionamos varios tocones para ver cómo estaban y se veía claramente que eran pinos con 60-70 centímetros de diámetro que estaban sujetos por un palito de 20-25», explica antes de matizar: «Además, hay otras especies que rebrotan y pueden tener alguna solución, pero el pino no y no había nada que hacer; la única solución era el apeo», afirma con rotundidad.
Para paliar ese apeo, se habló de reponer en noviembre unos 300 árboles. En octubre, con motivo del 22 aniversario del parque, se plantaron 25 pinos y recientemente se han añadido 150, aunque no pinos: «Se ha repuesto esta semana pasada una alineación grande que va desde la puerta de RTVE hasta la rotonda principal, en la que se alternaban pinos y fresnos. Veíamos más interesante poner árboles de hoja caduca porque es una zona de paseo y en invierno es mejor que te dé el sol que ir a la sombra. Así que se ha repuesto todo con 150 almeces y fresnos», dice Campuzano.
Otros tantos, esta vez sí pinos, se plantarán el 28 de febrero: «El Día de Andalucía va a haber una concentración del movimiento scout católico, que va a celebrar aquí San Jorge, que es el patrón suyo, y vienen unos 3.500 chavales de todas las edades, entre 6 y 18-20 años. Y con ellos se va a hacer la última plantación de pinos más masiva: se van a poner otros 150 pinos piñoneros repartidos por diversas zonas».
No se llegará hasta los 620 talados porque no es preciso: «Había zonas con pinos con otros árboles debajo que estaban pequeños por la sombra y que ahora se les nota que están creciendo bastante y ahora en primavera lo harán más. Y la verdad es que no se nota que falten esos árboles. Los pinos tenían más altura, pero sigue habiendo una masa verde enorme», justifica Campuzano.
Nueva vida al vivero
Más de arbolado. Con el inicio del año se han recuperado las visitas al vivero del parque que se instaló durante la Exposición de 1992 para producción propia, en una doble modalidad: en el tren de paseo o a pie, esta más especializada en botánica. Se desarrollan todos los domingos hasta el 29 de mayo desde el mediodía (12.00 a 14.30 horas) y dirigidas por monitores de la empresa Imagina Educación y Ocio SL.
Pero el director del Parque del Alamillo quiere ir más allá: «Quiero recuperar las visitas del público general al vivero, que ahora mismo está semicerrado, para antes de que acabe el año», explica Campuzano antes de exponer su proyecto. «Ya no es un vivero de producción como antaño sino una colección de especies botánicas. Tiene sus caminos, están señalizadas todas las especies, pero lleva tiempo cerrado y lo que quiero es adecentarlo, porque el vallado hay que repararlo, y abrir sus puertas», añade.