El ángel que custodiaba a ‘Farra’

El Día de la Policía sirvió para alabar a héroes como Raúl Farratell, que se jugó la vida por atrapar a unos ladrones en una persecución por los tejados de la calle Marqués de Pickman

Iñaki Alonso @alonsopons /
03 oct 2016 / 22:15 h - Actualizado: 03 oct 2016 / 22:34 h.
"Policía Nacional"
  • Raúl Farratell recibió una ovación por parte de todos los asistentes al acto del Día de la Policía / Fotos: Manuel Gómez
    Raúl Farratell recibió una ovación por parte de todos los asistentes al acto del Día de la Policía / Fotos: Manuel Gómez
  • Una corona de flores homenaje a los agentes caídos en servicio.
    Una corona de flores homenaje a los agentes caídos en servicio.
  • El Cuerpo Consular y la juez del Juzgado 8 de Sevilla fueron distinguidos.
    El Cuerpo Consular y la juez del Juzgado 8 de Sevilla fueron distinguidos.

La noche es el hábitat natural de Raúl Farratell. Cuando todos enfilan la cama camino de sus sueños, este agente, con nueve años de servicio, se despide de su mujer Leny y sus pequeños Raúl y Víctor y se sumerge en una Sevilla que, en la oscuridad, se antoja más insegura. Una madrugada de octubre, trabajando para el Grupo Sombras de la Policía Nacional, se encaramó a una azotea de Marqués de Pickman, al ver cómo unos ladrones trataban de colarse en El Toboso de la Gran Plaza. Se encaramó en un doble techo y convenció a uno de los cacos a desistir. El segundo, tras amagar, quiso huir por los tejados. Sin pensárselo dos veces, se lanzó a su búsqueda y captura. El saliente al que se agarró se desprendió y cayó de una altura de unos tres metros hasta caer sobre una reja que le atravesó un brazo y dos piernas.

Ahí apareció el ángel custodio de Farra –así le llamaban cariñosamente, los compañeros de patrulla–. Ninguno le atravesó una arteria ni una vena que le afectara órganos vitales. «Por centímetros», recuerda este policía, minutos después de haber recibido la cruz de con distintivo rojo en el acto institucional del día de sus patronos, los Ángeles Custodios, y, en especial, la atronadora ovación, primero de compañeros y, acto seguido, como una ola, de toda la sociedad civil allí presente, por su heroicidad. Un minuto largo de aplausos que recibió con una sonrisa de oreja a oreja.

Esa heroicidad no fue sólo por la persecución en sí, sino por su arrojo. El espíritu «vocacional» de Raúl Farratell hizo que, tan sólo mes y medio después del grave percance, pidiera el alta voluntaria. «En cuanto vi que mi cuerpo me permitía correr», remarcó, con su insignia al mérito colgada en su pecho. Aunque el reconocimiento, para él, era lo de menos: «Mi premio ya lo tuve cuando me dijeron que podía seguir haciendo lo que me gusta en plenitud de condiciones».

Farratell fue, junto al jefe de regional de operaciones, Juan Francisco Alcaraz, los únicos que recibieron tan alta condecoración, que ya recibiera una semana antes en Ávila el jefe superior de Andalucía Occidental, Francisco Perea, que está a las puertas de su jubilación.

Tras ellos, 117 héroes más que recibieron las cruces con distintivo blanco. Algunos, incluso por segunda vez. Todas ellas se tratan de distinciones compartidas por madres, padres, mujeres, maridos e hijos. Las familias de policías, tan sufridoras como comprensivos, a los que en cada discurso de autoridades tanto se les loó y agradeció. «Más de la mitad de la medalla es para Eva y mis tres hijos», explica Daniel Rivera, uno de los condecorados por sus 12 años trayectoria de calle en la comisaría de Torreblanca –renombrada Sevilla Este–. Mismo peso le atribuyó Raúl R. –su anonimato es clave en su cargo–, que recibió la distinción por resolver un caso de crimen organizado. Pero hay más: los funcionarios que esclarecieron el crimen del Parque de María Luisa, los agentes de San Juan que rescataron a las víctimas de un incendio o incluso la sociedad civil: el Cuerpo Consular de Sevilla, Tragsa, la juez del Juzgado número 8 de Sevilla, cuatro militares y guardias civiles. Hasta todos aquellos que perdieron su vida en actos de servicio a lo largo de este año y a los que se les recordó en esta ceremonia. Todos ángeles custodios al servicio de los ciudadanos.