El Año Murillo se dibuja en Berlín

El Ayuntamiento destaca su afán de que la efeméride, que se inaugurará y se cerrará con música antigua y contará con notables cesiones de obras del pintor, impregne la vida cultural de la ciudad

09 mar 2017 / 21:59 h - Actualizado: 09 mar 2017 / 22:33 h.
"Cultura","Año Murillo","Juan Espadas"
  • El consejero de turismo presenta el Año Murillo en la Bolsa Internacional de Turismo de Berlín, con el alcalde de Sevilla en primera fila. / El Correo
    El consejero de turismo presenta el Año Murillo en la Bolsa Internacional de Turismo de Berlín, con el alcalde de Sevilla en primera fila. / El Correo
  • El Año Murillo se dibuja en Berlín

Dos conciertos de música antigua marcarán el inicio y el final del Año Murillo, efeméride que conmemora los 400 años del nacimiento del pintor, que se cumplen en 2017, y que tendrá como grandes, y lógicos, reclamos seis grandes exposiciones pictóricas. La programación del Año Murillo, que ocupará buena parte de 2018, fue presentada al detalle ayer en la Bolsa Internacional de Turismo de Berlín.

Dos obras destacan de entre la variada oferta que estará a disposición de sevillanos y visitantes: la Virgen de la Faja y Santa Rosa de Lima. La primera es una de las más famosas del pintor, que ahora volverá a Sevilla tras más de un siglo y medio gracias a la cesión de su propietario, un coleccionista privado suizo.

La Fundación Lázaro Galdiano de Madrid ha confirmado la cesión de la otra obra destacada, Santa Rosa de Lima, considerada de manera unánime una de las principales representaciones religiosas del pintor sevillano.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ratificó lo que la delegación municipal ya hizo público en la feria World Travel Market de Londres, en noviembre del año pasado: que el programa del Año Murillo arrancará el 28 de noviembre con un concierto en el Teatro de la Maestranza de la mano del maestro de la viola de gamba Jordi Savall, que junto a su grupo Hespèrion XXI y a la Capella Reial, y por usar las palabras del Ayuntamiento, «extraerá no sólo los sonidos, sino también las texturas visuales del mundo de Murillo». La efeméride concluirá también con un concierto de música antigua. Su clausura oficial será el 8 de diciembre de 2018 y contará con un concierto conmemorativo en el Teatro de la Maestranza «en el que ya trabaja su director artístico, Pedro Halftter», por utilizar de nuevo el lenguaje municipal.

Lo cierto es que, después de muchos y variados problemas, el Año Murillo dispone ya de un programa atractivo y diverso, aunque sus gestores anden todavía pendientes de flecos que no pueden calificarse de menores. El primero, que el millón y medio de euros que el Ayuntamiento tiene consignado para el evento este 2017 está todavía pendiente de que se apruebe el presupuesto municipal. En principio, es más que probable que esa aprobación se produzca en el pleno del martes de la semana que viene, y que todavía haya que esperar un mes para que el Gobierno municipal pueda hace uso efectivo de ese dinero.

Por otro lado, los organizadores están pendientes de otros presupuestos: los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El Gobierno de la nación tiene pendiente aprobar la declaración de evento de excepcional interés público del Año Murillo, cuestión que no sólo puede sonar bien, sino que se traducirían, y ahí está su importancia, en dinero. Porque esa declaración permite suculentas desgravaciones a quienes patrocinen actividades de la efeméride, y es, por lo tanto, la puerta por la que entrarían no ya las empresas que habitualmente colaboran en los asuntos sevillanos, sino las más potentes, las del Ibex-35, en cuya participación el Ayuntamiento y la Junta están más que interesados. ¿Y qué relación tiene esto con los PGE? Sencillo: esas desgravaciones afectan a las arcas públicas, luego su aprobación hay que consignarla en la Ley de Presupuestos Generales del Estado.

Por lo demás, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, destacó el afán de que la efeméride vaya más allá de eventos concretos, por más valiosos que sean, y que «impregne toda la actividad cultural de la ciudad», al modo, dijo, de la Bienal de Flamenco, el Festival de Cine o el de Música Antigua.

Las grandes citas pictóricas arrancan también a finales de año. Se trata de la exposición en el museo de Bellas Artes Murillo y los Capuchinos de Sevilla, organizada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía entre el 28 de noviembre y el 1 abril. Junto a ella, entre en 5 de diciembre y el 8 de abril, podrá visitarse Murillo y su estela en Sevilla en el Espacio Santa Clara. Esta muestra se centra en los trabajos de restauración de obras relacionadas con Murillo y con el Barroco sevillano, procedentes de la colección municipal, la Catedral o el convento de las Teresas, así como préstamos del Museo del Prado, el Louvre o el Thyssen.

Cuando el año Murillo apure ya sus días, llegará una muestra «ineludible», a decir de Espadas. El 18 de noviembre se inaugurará la primera exposición antológica de Murillo realizada en su ciudad natal, que también organiza la Junta y que traerá 60 de sus obras, procedentes de instituciones de España, Alemania, Austria, Francia, Reino Unido, Italia y Portugal.

Un último apunte: el Año Murillo también se vivirá en la calle. Para eso se «recuperarán escenarios de su vida y su obra, lugares en los que soñó, ideó y elaboró sus obras o en los que su obra está hoy presente». Espadas dixit.