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El carril bici lleva casi un año sin servicio específico de conservación. / Jesús Barrera
El carril bici de Sevilla lleva casi 10 meses sin mantenimiento. Desde el pasado verano que la Gerencia de Urbanismo sacó a licitación el nuevo contrato para la conservación de las vías ciclistas de la ciudad, la capital hispalense atiende las necesidades urgentes de la red mediante el servicio de arreglo del pavimento.
Así lo admitió ayer el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, durante una rueda de prensa en la que anunció la construcción de dos nuevos tramos de carriles en la glorieta Aviación Saeta y en la calle Jándalo para conectarlo con el paseo Juan Carlos I.
El nuevo contrato salió a licitación el pasado mes de julio con un presupuesto de 720.000 euros para invertir durante dos años. Esto suponía un incremento de casi un 16 por ciento respecto a los contratos que se habían realizado hasta la fecha. Además, la empresa adjudicataria debía dar poner en marcha una web en la que se realizará el seguimiento de las actuaciones que se realicen sobre las vías ciclistas de la ciudad y alertar de las posibles incidencias que se dieran en el carril bici para solventarlas con mayor diligencia.
Desde que se abrió el plazo de licitación el contrato anterior dejó de tener efecto pues, a diferencia de lo sucedido en otras ocasiones en las que se prorrogan los plazos hasta que se adjudica el servicio de nuevo, en este caso no eran posibles las prórrogas. Así, el 1 de septiembre se convocó la mesa de contratación a la que concurrían hasta 12 empresas para valorar las ofertas presentadas. El 4 de octubre, el servicio de proyectos y obras emite un informe en el que requiere a dos empresas que justifiquen sus propuestas. El 6 de noviembre, y tras analizar la documentación, concluye que es la empresa Martín Casillas la que presentó la oferta más económica.
Una vez acordado en el Consejo de Gobierno de la Gerencia, en noviembre de 2017, se registra, pocos días después, un recurso solicitando la suspensión de la adjudicación. El 14 de diciembre, Urbanismo recibe un oficio del Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales del Ayuntamiento donde traslada el recurso presentado. Finalmente, el pasado marzo, de nuevo en el seno del Consejo de Gobierno, se acordó acatar la resolución del tribunal en la que daba la razón a la entidad que recurrió y se anuló la adjudicación del contrato retrotrayendo las actuaciones al momento en el que se valoraron las ofertas allá por septiembre de 2017. Por ello, se deberán volver a estudiar las propuestas presentadas y conceder de nuevo el contrato de conservación. Algo que, dijo Muñoz, se producirá este mismo mes.