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El pleno del Consejo Económico y Social de Sevilla que respaldó los actuales presupuestos locales. / Manuel Gómez
El Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) aprobó este martes, por mayoría y con una abstención y un voto en contra, su dictamen sobre el proyecto de ordenanzas fiscales del Ayuntamiento para 2017. En la resolución considera que no se plantean «modificaciones sustanciales», aplaudiendo su principio de «prudencia». No obstante, aunque ve justificadas diversas subidas en la tasa de cementerios, otras las censura, el documento muestra su «preocupación» por los usos futuros de la Plaza de España y la creación de tasas en la Gerencia de Urbanismo.
El dictamen de este órgano consultivo constata, además, que las previsiones municipales en cuanto a los ingresos apuntan a un cierre del actual ejercicio, «con una ejecución del presupuesto de ingresos en torno al 95 por ciento», frente al 91,6 por ciento de 2014 y al 90,65 por ciento de 2015. En este sentido, reconoce «una mejora» en la recaudación, avisando de que en la materia «queda mucho por recorrer». Sobre todo porque si la Participación en los Ingresos del Estado (PIE) «se mantiene congelada, supondrá una pérdida de 14 millones de euros» para las arcas municipales.
En cuanto a la nueva tarifa por las actividades y eventos en la Plaza de España, el CESS muestra su preocupación por «la utilización que pueda hacerse de este espacio histórico». Por eso, pide «regular su uso en términos similares a otros lugares históricos» y «medidas de preservación». Respecto a las tarifas de la zona azul, insiste en que «la facturación se debería hacer por tiempo realmente consumido y la necesidad de establecer máquinas expendedoras que den la devolución de cambio».
Desde el gobierno local se valoró positivamente el dictamen, señalando que «pone en valor el buen nivel de ejecución de ingresos y de recaudación, la transparencia en la aportación de información y la congelación generalizada de las ordenanzas atendiendo a un criterio de prudencia». Por su parte, el PP –el único que votó en contra– quiso desligarse de un documento que «representa la consolidación de una política de subida de impuestos y tasas desde el inicio del mandato».