Era un día para reivindicar unas mejores condiciones laborales, unos salarios dignos y un mercado con más oportunidades, pero los acontecimientos de la última semana sacaron a relucir la lucha feminista en este Día Internacional del Trabajador. Salió a la calle el color morado, se protestó contra la sentencia de La Manada y resonó el eco del 8 de marzo en un día en el que se volvió a pedir por la igualdad entre hombres y mujeres.
Los líderes de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, encabezaron la manifestación por las calles de Madrid ataviados con pañuelos morados para reivindicar la lucha feminista, un movimiento del que, aseguraron, queda mucho que aprender. «El 8 de marzo y la historia que han escrito hace unos días las mujeres de manera inmediata después de conocer la infame sentencia de La Manada asegura que las mujeres no están dispuestas a continuar viviendo en una sociedad patriarcal que les niega sus derechos», destacó Álvarez, tras afirmar que este 1 de mayo era «morado, lila, violeta». Una jornada para decir basta: «Ni un acoso más ni en la empresa ni en la calle, ni un asesinato más».
Fueron ellas, las responsables de igualdad de ambos sindicatos, las que dieron lectura a un manifiesto en el que la mujer fue la protagonista. La secretaria de Igualdad de UGT, Ana Sánchez, hizo hincapié en que en la actualidad las mujeres trabajan doblemente, porque la conciliación laboral no existe. «El 95 por ciento de las licencias para cuidados de niños y dependientes los cogemos las mujeres y todo ese tiempo es tiempo que no cotizamos», señaló Sánchez, tras afirmar que hay una brecha salarial «desmedida». En esta línea, su homóloga en CCOO, Pilar Morales, recalcó que «las mujeres también sufren la precariedad de la seguridad laboral».
En Andalucía
En Andalucía, los sindicatos decidieron reclamar un mejor panorama laboral en Huelva, donde hace unos días perdía la vida una persona en el tajo. Las secretarias generales de CCOO-A, Nuria López, y de UGT-A, Carmen Castilla, aprovecharon la manifestación para reclamar que la recuperación económica «llegue a los trabajadores», ya que pese al crecimiento del Producto Interior Bruto, éste no se refleja en los salarios. Antes de iniciar la marcha, que fue secundada por 10.000 personas, según los sindicatos, –600, según los cálculos de la Policía Nacional–, Castilla aseguró que estos días se está exigiendo «empleo digno, salario digno, igualdad, pensiones dignas porque es Es tiempo de ganar», en referencia al lema de la convocatoria.
La secretaria andaluza de UGT volvió a destacar la precariedad laboral, tal y como se reflejó en la Encuesta de Población Activa publicada hace unos días. Los últimos datos, según Castilla, «ponen de manifiesto que la temporalidad alcanza al 95 por ciento de la clase trabajadora, y la parcialidad, el 75 por ciento la ocupa las mujeres con carácter totalmente involuntario».
Por su parte, la secretaria general de CCOO-A, Nuria López, insistió en que es «el momento de ganar en este país, si las empresas están ganando, si se están repartiendo dividendos, si sus beneficios empresariales ya superan los 36.000 millones de euros, no es posible que los salarios de los trabajadores suban sólo un uno por ciento en este país». A su juicio, tampoco «es posible que cada vez que reclamamos los trabajadores salarios y mejoras en las condiciones haya una patronal que se niegue en banda a ello, en esta provincia (en referencia a Huelva ) especialmente en el campo y la hostelería, golpeada por el paro y la precariedad».
López considera que «es tiempo de mejorar los salarios y las condiciones laborales y de decir basta ya a una reforma laboral que cae como la espada de Damocles sobre la cabeza de los trabajadores», a lo que añadió que «también es necesario que los PGE den marcha atrás en la regresión en el gasto social, ya que sin gasto social no habrá nunca igualdad en este país y no habrá pacto social contra la violencia de género ni sanidad pública». A la cita onubense también acudieron representantes políticos como el portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, y el coordinador de Izquierda Unida en Andalucía, Antonio Maíllo. Antes de iniciar la marcha, Jiménez aprovechó para reclamar la derogación de la reforma laboral y exigir un pacto de renta que «garantice la subida salarial que haga posible que los trabajadores vivan con dignidad y acabar con esta clase trabajadora empobrecida que ha creado esta reforma».
Por ello, considera que «ha llegado el momento de que se traslade a la nómina de trabajadores esta recuperación económica» y solicita «un incremento salarial» ya que, desde el comienzo de la crisis «los salarios han perdido casi un 25 por ciento de su capacidad», por lo que ve «necesario que se alcance un pacto de renta entre empresarios y representantes de los trabajadores para subirlo». En este sentido, ha apuntado, que de esta manera se empezará a corregir «el otro gran problema de los trabajadores que aparece cuando llegue el momento de jubilarse, que son sus pensiones».
Por su parte, el coordinador de Izquierda Unida en Andalucía, Antonio Maíllo, instó a abordar desde Andalucía «una alianza para derogar las reformas laborales, para afrontar la salida de la crisis y para construir un nuevo modelo productivo». A su juicio, «no puede ser el de los nuevos jornaleros y braceros que se están dando en la hostelería, que es la nueva gran precariedad y deterioro de condiciones laborales», como tampoco «se puede construir un modelo productivo sobre el abandono industrial», recalcó el líder andaluz de IU.
A su vez, apuntó que este Primero de Mayo «pretende ser un homenaje a todos los que se quedan en el camino», como homenaje al último trabajador fallecido en Andalucía, que fue en Santa Olalla, hace unos días; y «a las que trabajan con ibuprofeno para empezar su jornada laboral de 10 o 12 horas, a pesar de que los contratos dan dos o cuatro horas, y para aquellas personas que están en situación de pobreza laboral a pesar de tener un contrato de trabajo».
La coordinadora general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, decidió acudir a la convocatoria de la capital gaditana donde realizó un llamamiento a los trabajadores a «no resignarse», al tiempo que resaltó la «importancia» de sindicarse para que «nadie se encuentre solo frente a los abusos patronales». En declaraciones a los medios, señaló que el último trimestre evidencia unos datos de desempleo «especialmente duros» y, además, los datos positivos «esconden» una situación de precariedad, de temporalidad y subcontratación, por lo que considera «más importante que nunca movilizarse» en un día como el de ayer.
Sobre el anuncio de la recuperación por parte de la Junta de la Formación Profesional para el Empleo, Rodríguez criticó que «los cursos, correspondientes a 2016, no alcanzan ni a 15.000 trabajadores», así como que «tenemos un 2017 ausente y no sabemos aún nada de la convocatoria de 2018».
El Gobierno sale a Twitter
Los representantes del Gobierno central prefirieron mostrar sus buenas voluntades hacia los trabajadores en Twitter que hacerlo en la calle. Así, el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, reafirmó el «compromiso» de su Administración «con el empleo estable y de calidad». En la misma línea y canal se expresaba la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, quien pidió seguir «sumando juntos» para consolidar la recuperación, con «más y mejores» empleos e igualdad real entre hombres y mujeres, en un país en el que, según Báñez, hay «cada vez más oportunidades».
Sí acudió a la convocatoria de los sindicatos el líder socialista, Pedro Sánchez, quien reivindicó una reforma del estatuto de los trabajadores que identifique el trabajo con oportunidades, derechos y sueldos «dignos».
A casi 350 kilómetros de la capital española, concretamente en León, la Unión Sindical Obrera (USO) celebró una manifestación para reclamar una mejora de los salarios y el blindaje de las pensiones como refleja la Constitución Española. Asimismo, el secretario general de USO, Joaquín Pérez, pidió que la recuperación de la macroeconomía «llegue a la economía micro».