El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), ha manifestado este martes que la antigua comisaría de la Gavidia, sometida a una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para que su clasificación pasase de suelo de interés públicos y social (SIPS), a gran superficie comercial, será demolida en el caso de que así lo «recomiende» el informe técnico y arquitectónico encargado al respecto.

En declaraciones a los medios de comunicación, Juan Espadas ha explicado que aunque el edificio en cuestión, enclavado en la céntrica plaza de la Concordia y de titularidad municipal, está «listo para ser enajenado», es un inmueble que «ha tenido históricamente muy escaso interés» a la hora de su adquisición, pues todos los últimos gobiernos municipales han intentado vender esta construcción.

Espadas ha detallado que este edificio cuenta con «un nivel de protección bajo», pero figura con su propia «ficha» en el «catálogo» del PGOU, aspecto que «impide su demolición y obliga al (hipotético) comprador a respetar el edificio», que de otro lado tiene «unas calidades bastante discutibles». Con este escenario sobre la mesa, Espadas se pregunta «si es el edificio en sí mismo el problema para conseguir un comprador».

Dado que diferentes expertos «consultados» por el Ayuntamiento «tienen serias dudas de que el edificio tenga el nivel de conservación y no tenga patologías graves», el alcalde ha encargado a la Gerencia de Urbanismo que «busque a un buen especialista» en arquitectura que resuelva «cuál es el estado del edificio». «Si el estado del edificio es digno de conservación, se respetará sin más, pero si el resultado del informe es que tiene vicios o patologías muy graves que recomiendan su demolición, tendríamos que descatalogar el inmueble», para acometer su derribo, ha explicado el alcalde, quien de todos modos pide «no adelantar acontecimientos».

LA RECALIFICACIÓN DE LA GAVIDIA

Como es sabido, el Consistorio hispalense, como dueño del edificio, promueve desde hace años una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbano de 2006, al objeto de recalificar la parcela de esta antigua comisaría y que los suelos pasen de su clasificación inicial de interés público y social (SIPS), a parcela para «gran superficie comercial», si bien esta maniobra contó con pronunciamientos contrarios por parte de la Administración andaluza.

Por ejemplo, la operación contaba con un informe desfavorable de la Comisión provincial de Patrimonio Histórico, que considera que esta recalificación implica una «alteración sustancial de la ordenación estructural» dispuesta para el casco histórico por la memoria de ordenación del PGOU. El Consejo Consultivo de Andalucía (CAA), de su lado, ha avalado no obstante esta recalificación.

Dado el caso, un informe emitido por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, con fecha 6 de noviembre de 2014, hace suyo el dictamen vinculante del Consejo Consultivo que autoriza el uso de la antigua comisaría como gran superficie comercial.

LOS ULTIMOS TRÁMITES

Pero según la documentación recogida por Europa Press, esta autorización estaba ligada a la «subsanación de las deficiencias» detectadas en la operación y reflejadas en los informes emitidos en abril de 2013 por las Direcciones Generales de Comercio y de Instituciones Museísticas de la Junta de Andalucía, unos informes en los que se menciona la necesaria presentación de un plan de movilidad para la zona.

En este sentido, la Gerencia de Urbanismo elaboró un informe con ese objetivo que debía ser remitido a la Dirección de Comercio y a la Secretaría General de Cultura, para obtener el informe de verificación de ambas instituciones.