Mejorar la calidad asistencial gracias a la coordinación entre equipos y la racionalización del gasto público mediante la reducción de altos cargos fueron los argumentos que en 2012 esgrimió la entonces consejera de Salud, María Jesús Montero, para justificar el proceso de fusión hospitalaria. En Sevilla, dicha fusión afectó a los complejos del Virgen del Rocío y Macarena, que pasaron a tener un gerente único y unidades intercentros de especialidades como Neurociencias, Cardiología, Cirugía Pediátrica, Cirugía Maxilofacial, Radiofísica, Rehabilitación y Fisioterapia u Oncología Pediátrica. Todo ello entre las críticas de los profesionales y las denuncias de los sindicatos, que llevaron a los tribunales el proceso de designación de las jefaturas de los centros y unidades fusionados. Cuatro años después de nombrar a un único gerente para ambos hospitales sevillanos, la Junta anunció ayer que cada centro volverá a tener su propio gerente, al nombrar al doctor Mariano Marín para dirigir el Hospital Macarena. Manuel Romero, nombrado hace poco más de un año, se queda así como responsable únicamente del Virgen del Rocío.
Esta marcha atrás en la fusión hospitalaria en Sevilla se produce después de que el Gobierno andaluz haya paralizado procesos similares en Granada y Huelva tras la fuerte contestación popular de plataformas de profesionales y pacientes –conocidas como mareas blancas– que han salido masivamente a la calle para reclamar que los dos hospitales de ambas capitales ofrezcan todas las especialidades. Las protestas más multitudinarias se han producido en Granada, lideradas por el médico Jesús Candel –Spiriman–, que tras lograr reunir a decenas de miles de granadinos en tres manifestaciones en la calle, llegó a ser recibido por el consejero de Salud, Aquilino Alonso, que se comprometió con él a paralizar la fusión de hospitales –tras la apertura este verano del nuevo complejo del Campus de la Salud– para negociar con los profesionales sanitarios, las asociaciones de pacientes y los sindicatos. Hace unos días, UGT, CCOO, CSIF y Satse alcanzaron un acuerdo del que se desmarcó el Sindicato Médico y que rechaza Spiriman, que volvió a reunir a 3.000 manifestantes en Jaén coincidiendo con un acto del PSOE andaluz para celebrar diez años de la Ley de Dependencia. Y el asunto fue planteado por la oposición la semana pasada en el Parlamento a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que aseguró que en ambas provincias se han paralizado las fusiones hospitalarias.
Ahora en Sevilla la Consejería de Salud no sólo la paraliza sino que da marcha atrás. En un comunicado, la Consejería de Salud justifica volver a dos gerentes para «hacer más ágil la gestión de ambos hospitales» ya que «el volumen de actividad y la población así lo aconsejan». Sin embargo, la población de referencia del Hospital Macarena se ha mantenido en estos años y ronda los 480.000 habitantes de la zona norte de la capital y una treintena de núcleos de población. La población de referencia del Virgen del Rocío supera los de 554.000 habitantes de la zona sur y el Aljarafe. Otra cosa es el envejecimiento y el aumento de la cronicidad, un fenómeno generalizado. Y las especialidades en las que uno y otro son centros de referencia para toda Andalucía (como la cirugía ocular en el caso del Macarena).
El portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, justificó la decisión en que la Junta «escucha la voz de los ciudadanos» y señaló que en Sevilla la fusión hospitalaria nunca se desarrolló del todo. «Hemos decidido poner en punto muerto las fusiones», sentenció ayer tras el Consejo de Gobierno que dio el visto bueno al nombramiento de Mariano Marín.
Sentencias judiciales
La noticia sorprendió incluso a los sindicatos CCOO, CSIF y Satse, que llevó la unificación a los tribunales y ganó varias sentencias en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que declaraba nulas diversas resoluciones que fusionaban órganos de dirección de ambos centros al negar el argumento de la Junta de que eran meros actos administrativos de atribución de funciones y reconocer que se trata de modificaciones de la plantilla orgánica que sólo puede hacer el Consejo de Gobierno y no el gerente del SAS como ocurría.
El sindicato de Enfermería se congratuló de la decisión de la Junta e instó a extenderla al resto de provincias donde el SAS unió las direcciones de varios centros.
En los cuatro años en los que el Macarena y el Virgen del Rocío han tenido un mismo gerente, han ostentado el cargo tres personas: Manuel Romero, nombrado en septiembre de 2015; Manuel González (de enero de 2014 a septiembre de 2015); y Francisco Torrubia, que dirigía el Virgen del Rocío desde 2009 y pasó en 2013 a asumir también la gerencia del Macarena. Torrubia dimitió en 2014 tras el cese del gerente del SAS, José Luis Gutiérrez, que fue sustituido por el actual, José Manuel Aranda.
En su día, la consejera de Salud cifró en una decena los altos cargos del SAS en Sevilla eliminados mediante las fusiones con un ahorro de 660.000 euros.