El futuro del antiguo Cuartel de la Cava vuelve a pender de un hilo. El Ministerio de Hacienda y Administraciones públicas ha publicado la venta forzosa del solar de la calle Pagés del Corro, número 41. En esta ocasión, y tras dos subastas desiertas, se trata de una adjudicación directa del edificio que está tasado en 3.036.830,60 euros. Los interesados en adquirir el terreno tienen hasta el 30 de septiembre para presentar sus solicitudes en la delegación de Economía y Hacienda.
Con esta medida, el Gobierno da un nuevo varapalo a las esperanzas vecinales de que el espacio pudiera ser un espacio de uso social y está un poco más cerca de terminar convertido en una nueva promoción de viviendas en el corazón de Triana.«Era algo que esperábamos», asegura el presidente de la asociación de vecinos Triana Norte, Diego Parra. «Después de las dos subastas este era el siguiente paso más sabiendo que con esta fórmula los linderos tienen prioridad», apunta en relación al propietario de un solar colindante con salida a la calle Alfarería que es una entidad bancaria. La teoría vecinal es que al unir estos dos solares sea aún más atractivo el proyecto de construcción de bloques de pisos en detrimento del uso social del terreno. «Así tendría más de 4.000 metros cuadrados para hacer casas por dos reales», denuncia. «Por eso le insistimos tanto al Ayuntamiento en que era fundamental el cambio que se aprobó hacer en el PGOU». Una medida que salió adelante por unanimidad en el pleno del mes de mayo y que comprometía al Consistorio a impulsar una modificación para hacer de este suelo, actualmente calificado como urbanizable, «lo que lo hace muy apetecible para cualquier inversor», un terreno para el uso social. «Así pasaría de valerlo todo, a nada», resume Parra. Otro de los compromisos alcanzados era la negociación con el Gobierno central para que se paralizara el segundo proceso de subasta que tuvo lugar el 30 de junio y que quedó desierto por segunda vez.
Los vecinos se reunieron, de hecho, hace un par de semanas con el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, para «insistir» en la importancia del cambio. Una modificación que, según Parra, aún sería posible «si hay voluntad». «Si quieren lo pueden hacer como han hecho otras cosas antes. Es la única posibilidad de que no perdamos este suelo para los vecinos», relata el líder vecinal que considera que hay que actuar de manera previa a la venta, «luego no se podrá hacer nada». Parra insiste en que esta «es una cuestión política y no técnica. El alcalde debería llamar al ministro y acordar cómo pueden hacer para ceder unos terrenos por otros, que para eso está». Aún así el representante de los vecinos asegura que «aún se está a tiempo. Lo que no sabemos es si se ha pasado de la foto y del titular».
En este mismo sentido se pronuncia el portavoz de IU en el Ayuntamiento, Daniel González Rojas, quien asegura que con esta medida «queda claro que el Estado está pasando del tema. Lo que no sabemos es si el Ayuntamiento ha negociado o se ha quedado todo en un papel». «La excusa en su día es que el gobierno está en funciones, pero ese mismo ejecutivo es el que ha sacado el suelo a subasta dos veces y a venta directa. Si está para eso, está para negociar». Para González Rojas, al igual que para los vecinos, «la clave está en hacer ruido» para que la venta sea un poco más complicada por lo mediático del asunto. «Se debe actuar urgentemente y con firmeza» para conservar este suelo para los vecinos de Triana.
La historiaEl solar es conocido de manera popular como el Cuartel de la Cava, porque allí estuvo un cuartel de la Guardia Civil. Pero su historia es más antigua. La Cava, nombre que recibía la actual Pagés del Corro, era la zona industrial de Triana. Este terreno en concreto fue de titularidad municipal hasta 2012, fecha en la que el Ministerio de Hacienda lo intituló y lo incluyó en Patrimonio del Estado. Hasta ese momento, el Consistorio había cedido su aprovechamiento pero mantenía la titularidad. Posteriormente, Hacienda lo incluyó en su plan de Racionalización del Patrimonio Inmobiliario, que el Estado ideó para encontrar liquidez con la venta de propiedades que poseía en toda España.