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Jugadores en el Casino de Sevilla, en Tomares. / Efe
{Conseguir el permiso de la Administración para abrir un casino es una de las batallas más largas y también mediáticas. Los grupos que suelen concursar, como ocurrió en Sevilla, utilizan el atractivo del glamour del futuro casino para zancadillearse con elegancia durante años. Como en el juego, solo hay un ganador.
Granada será la próxima capital andaluza que tenga una de estas instalaciones turísticas exclusivas, cuya concesión siempre ha estado muy restringida y que de hecho fueron directamente ilegales durante la dictadura.
La idea de Hacienda es que la ciudad con el monumento más visitado de España tenga una atractivo más y se generen 200 puestos de trabajo directos, como publicó en su momento el diario granadino Ideal. El BOJA del jueves apunta además que las instalaciones recreativas deben estar «en la zona de influencia de la capital» y como mucho a 30 kilómetros de la vieja –que no vetusta– capital del sultanato nazarí.
El capital social de las empresas que concursen deberá superar los 2,50 millones de euros, con limitaciones para los inversores del exterior de la UE y un completo estudio financiero. Las solicitudes se podrán presentar hasta finales del mes de agosto y dan la posibilidad de que el casino no esté abierto los 365 días del año, sino durante ciertos periodos. Tampoco indican con claridad una fecha máxima de apertura del negocio, aunque sí otros aspectos como el control de acceso y la selección de personal laboral: «descripción detallada de los sistemas previstos de admisión y control de los jugadores; selección, formación, gestión y control del personal; criterios de calidad y revisiones periódicas del material de juego, contabilidad y caja, indicando en todo caso el origen y garantía de la tecnología a emplear en la organización y funcionamiento del casino». También hay exigencias en materia de seguridad y manejo del dinero.
Entre los criterios que puntúan, están la singularidad arquitectónica del casino –no especifica si por su originalidad o su calidad patrimonial–, el número de puestos de trabajo, la experiencia en el sector y los controles de acceso, así como la domiciliación fiscal en Andalucía. Entre lo que más cuenta, hasta 10 puntos serán las «medidas dirigidas a la promoción y fomento del turismo en Andalucía y, en particular, en la zona de influencia de la capital de Granada y en un radio en torno a 30 kilómetros de ésta», aunque 15 puntos se concederán por las «garantías personales y financieras de los solicitantes que actúen como socios o promotores», la generación de trabajo y los servicios y vías públicas, así como el impacto económico del casino en su entorno. El concurso lo podrá declarar desierto la Junta.
La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, declaró a Ideal en febrero que el sector del juego en su conjunto representa el 1,16 % del PIB andaluz y genera en Andalucía 8.000 empleos directos.