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La Policía Científica examina el vehículo y la zona, donde se localizó el cadáver. / José Manuel Vidal (Efe)
El cuerpo localizado ayer por la noche totalmente calcinado en el interior de un vehículo en el aparcamiento de Palmas Altas es el de un joven sevillano de 28 años que se suicidó, según han confirmado fuentes de la Policía Nacional. La autopsia practicada esta misma mañana en el Instituto Anatómico Forense ha determinado que el cadáver no presentaba signos de violencia y que el joven murió quemado. Además, el joven habría dejado una carta de despedida a su familia.
La hipótesis del suicidio es la hipótesis principal con la que trabaja el Grupo de Homicidios, que anoche acudió al lugar de los hechos junto con la Policía Científica, que estuvo recogiendo todos los objetos que pudieran resultar ser una prueba y llevando a cabo la inspección ocular de la zona.
Fue una llamada de emergencia por un intenso humo en Palmas Altas, la que dio la voz de alarma. A las 22:20 horas se recibió un aviso en el servicio coordinado de emergencias 112 Andalucía que alertaba de una gran cantidad de humo que se percibía en la zona conocida como Palmas Altas, cerca del puente del Quinto Centenario, en la zona sur de la capital sevillana. Hasta allí se trasladaron efectivos de la Policía Local y Bomberos. Según explicaron algunos testigos a este periódico, fue el vigilante de la sede de Abengoa el que avisó al Servicio de Emergencia 112 al ver el humo, «pero no vio nada más». Cuando los Bomberos llegaron al lugar, que está en una zona apartada, y comenzaron a extinguir el incendio cuando encontraron a una persona carbonizada en el asiento del conductor.
Fuentes policiales confirmaron que en el vehículo, marca Volvo, los agentes localizaron documentación, pero dado el mal estado en el que se encontraba el cadáver hasta que no se le ha practicado la autopsia no se ha podido confirmar que se trataba de este varón de 28 años.
El suceso era sin duda el tema de conversación entre los trabajadores de Abengoa y de la Universidad de Loyola, situadas en el complejo de Palmas Altas. Los trabajadores se levantaban con la noticia y a todos los extrañaba que apareciera el cadáver en la zona un domingo por la noche. Al mediodía, dos trabajadores de los servicios de limpieza se dedicaban a retirar los restos que aún quedaban en el lugar, después de que la Policía Nacional les diera la autorización.