El Jardín Americano reabrirá con más papeleras y limpieza ante la botellona

Este espacio, inaugurado en la Expo 92, lleva tres meses cerrado víctima de ataques vandálicos

Iñaki Alonso @alonsopons /
23 jun 2018 / 23:14 h - Actualizado: 24 jun 2018 / 11:14 h.
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  • El Jardín Americano reabrirá sus puertas la próxima semana después de tres meses cerrado. El lago vuelve a estar lleno. / Fotos: Jesús Barrera
    El Jardín Americano reabrirá sus puertas la próxima semana después de tres meses cerrado. El lago vuelve a estar lleno. / Fotos: Jesús Barrera

El Jardín Americano reabrirá sus puertas esta próxima semana, pero consciente de que tiene un grave problema de suciedad. Tras casi tres meses de cierre a cal y canto –aunque se accedía de forma ilegal con la ruptura del candado o del vallado–, este espacio singular de la Expo 92 volverá a estar operativo, aunque con la amenaza de las macrobotellonas que, en el periodo de primavera y verano, se organizan en la zona contigua al PabQellón de la Navegación y que convierten a esta joya de la naturaleza en estercolero.

El Ayuntamiento no pone paños calientes. Aunque matiza que los Jardines del Guadalquivir y la base del Jardín Americano se encuentran «limpio y recuperado» tras haber estado aparcado su cuidado, en parte, por los efectos del temporal de primavera –donde se había priorizado el cuidado del arbolado en otras zonas más urbanas–, el delegado de Parques y Jardines, David Guevara, es consciente de la dificultad de mantenerlo en perfecto estado de revista con las botellonas celebradas los fines de semanas.

La revisión sobre el terreno ha dejado constancia, en primer lugar, que no había papeleras suficientes en el recinto. Así, se ha acordado llevar «ocho macropapeleras» para facilitar que los que acudan al entorno del Jardín Americano no puedan decir que arrojan los residuos al suelo porque no tienen dónde depositarlos. A esa labor de concienciación también han contribuido las asociaciones defensoras de este recinto verde, que han colocado carteles invitando a no ensuciar el Jardín Americano y mimarlo.

Como habrá quien haga caso omiso a estas indicaciones, Parques y Jardines ya ha solicitado que el equipo de limpieza que mantiene el recinto, además de pasarse el fin de semana, también acuda durante la mañana de domingo, que es el día crítico por la acumulación de residuos por las botellonas. «Es un cambio para tratar de mantener limpia esta zona más problemática del Jardín Americano», señaló el delegado de Parques y Jardines, que está visitando un par de veces por semana este espacio situado en la Cartuja para comprobar si las medidas tienen un efecto positivo en su conservación.

Además de la suciedad, que habían denunciado no solo colectivos ciudadanos sino también el PP y Cs, había una queja generalizada sobre el estado del lago, que volvía a estar seco. Fue en mayo cuando IU lanzó una denuncia sobre la mortandad de peces por el vaciado del estanque, a lo que el gobierno local avisó de que se trataba de una avería causada, posiblemente, por un acto vandálico.

Semanas después, el lago empieza a llenarse de nuevo –como ya pasara en otoño de 2015–. Guevara justifica la tardanza a que no se podía reparar la bomba de suministro del estanque hasta «tener la pieza de recambio», que no llegó hasta hace unos días.

Más uso social

Sin embargo, el Ayuntamiento defiende que el Jardín Americano no brillará hasta dotarlo de actividad social y cultural. Para ello, se quiere retomar la actividad en el aula bioclimática, como ya se planteó en 2016, donde se reunió a diversos colectivos sociales y profesionales para determinar un uso relacionado con la educación y la concienciación ambiental. «Entre todos, gracias a la colaboración y participación, vamos a revitalizar el aula bioclimática y el conjunto del jardín», manifestó hace dos años el director de Parques y Jardines, Adolfo Fernández Palomares, una frase que sigue vigente hoy en día en los planes municipales.

El Jardín Americano encara así su enésimo intento de volver a lucir como en 1992. Tras la Expo, sufrió una primera travesía del desierto de más de 15 años hasta que se reabrió el 11 de abril de 2010 tras una inversión, procedente de fondos europeos, de 8,5 millones de euros. El recobrado esplendor no duró demasiado a pesar de la labor desarrollada por la Fundación Naturalia XXI, entidad que no solamente velaba por el ecosistema del jardín sino que organizaba en su interior todo tipo de actividades. Así, en verano de 2012, el gobierno municipal decidió eliminar esta entidad y retornó la falta de mantenimiento y vigilancia de un espacio que fue pasto del vandalismo. Un vandalismo que, pese a los intentos de 2015 de recuperar este espacio, siguen presentes a las puertas del Jardín Americano