Toros

El Juli, Manzanares y Roca Rey dan el pistoletazo de salida a la nueva temporada

Los toros de Victoriano del Río vuelven a completar el cartel de la lujosa apertura pascual en la plaza de la Real Maestranza

20 abr 2019 / 18:20 h - Actualizado: 20 abr 2019 / 18:38 h.
"Toros"
  • El Juli sale a hombros por la Puerta del Príncipe.
    El Juli sale a hombros por la Puerta del Príncipe.
  • Morante de la Puebla en la Feria de San Miguel.
    Morante de la Puebla en la Feria de San Miguel.
  • El diestro Manzanares en la plaza de San Miguel.
    El diestro Manzanares en la plaza de San Miguel.

El cartel de este domingo marca tres cuartas partes del argumento de la Feria y de toda la temporada baratillera. Los tres espadas anunciados –El Juli, Manzanares y Roca Rey- empatan a cuatro contratos rubricados con Ramón Valencia que les convierten en la piedra angular de la campaña hispalense. Eso sí: falta el nombre de Morante, que terminó desplazándose al grueso del ciclo continuado después del encalle de las primeras negociaciones. Conviene hacer memoria: en un primer momento, el diestro cigarrero había puesto reparos a la televisión para cerrar su ajuste. El tiempo apremiaba y mientras se llegaban a barajar fechas exóticas, el cartel de Resurrección se dio por cerrado con su nómina actual. No había vuelta atrás. Morante ya se había quedado fuera de la lujosa combinación pascual en 2018. Entonces fue por voluntad propia, retrasando su cita con la plaza de la Maestranza hasta la feria de San Miguel después de comenzar su particular temporada en la plaza de Jerez. Ahora le ha fallado la estrategia. Él mismo.

El lance, de alguna forma, le dio hecho el cartel a Ramón Valencia. Tenía cuatro nombres sobre la mesa; cuatro actores naturales para conformar una combinación en la sólo había sitio para tres. Las fías y porfías de Morante le sacaron del primer asalto sin renunciar, eso sí, a su papel de pilar indiscutible de la temporada. Ha tenido que tragar con la tele pero... ¿habrá sorpresas en el modo y la nómina de presentadores en Canal Toros? Desde el entorno del propio torero se había llegado a apuntar un nombre concreto para hacerse cargo del micrófono los días concretos en los que actúe el de La Puebla. Veremos...

Pero más allá de las cuitas de Morante –que en 2018 no tuvo ni un solo toro potable en los cuatro que sorteó- hay que detenerse especialmente en el nuevo número uno del toreo. Sí, el número uno. Hablamos de Andrés Roca Rey, ese joven paladín peruano que ha logrado encaramarse a la mismísima cumbre gracias a la difícil e infrecuente ecuación de valor, entrega, personalidad y regularidad –también de creciente calidad- que le ha convertido en el último bálsamo para las maltrechas taquillas de las plazas de toros. Roca ya pasó como una apisonadora por la feria de Fallas y ha asumió el reto de jugarse a las bolas del bombo de Simón Casas su comparecencia en San Isidro. En 2018 –no conviene olvidar ciertas cosas- estuvo a punto de cortar dos orejas en Resurrección. Se las deben.

Y hablando del bombo de Madrid: El Juli lo acabó burlando después de estar fuera de la cartelería isidril. Pero el inesperado accidente de Enrique Ponce –que estará un largo tiempo en barbecho- acabó desatando los acontecimientos. Casas le acabará pagando al madrileño más de lo que le habría aflojado en unas negociaciones al uso y le ha abierto la puerta a los mejores carteles del largo serial madrileño. En esa tesitura, el enfado de Roca Rey –que también brilló a gran nivel en Sevilla el pasado año- entra en los terrenos de la lógica. Ese escenario avivará la competencia entre ellos en este primer gran duelo al sol de la primavera sevillana. Roca es el sucesor natural del precoz maestro madrileño que, ojo, vuelve a la plaza de la Maestranza después de triunfar por todo lo alto en 2018. El indulto del toro ‘Orgullito’, marcado con el hierro de Garcigrande ya figura en los anales del coso maestrante. La competencia está servida.

Manzanares, de alguna manera, oficiará de testigo de este torneo. Hay que recordar que el alicantino afronta su primer compromiso sevillano después de tener que aplazar el comienzo de su temporada por una nueva lesión que se sumaba a sus crónicos problemas de espalda. Josemari mantiene intacto el idilio que le une al público sevillano a pesar de los altibajos de las últimas temporadas. El alicantino ha dictado algunas de las mejores páginas de su vida profesional en el ruedo de la Maestranza y ha asegurado en el filo de su espada infalible el resultado de algunas tardes más tibias. Eso sí: el aficionado quiere verlo al nivel de los días grandes. El año pasado se acercó a sus mejores fueros con un excelente ‘cuvillo’ al que toreó de forma excepcional aunque, eso sí, dejando la impresión de guardarse algo dentro. Esa misma impresión volvería a repetirse con otro toro de nota, el mejor del declinante envío de Juan Pedro Domecq, al que cuajó sin clamor y mató de cine. Se llevó tres orejas para Alicante pero en la Feria de San Miguel iba a demostrar que puede, debe y sabe estar mejor. Manzanares, entonces sí, estuvo cerca de sus mejores fueros y rozó la Puerta del Príncipe.