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El edificio que ocupaba el Liceo Francés. / José Luis Montero
La solución al problema de la masificación que sufre el Conservatorio de Danza de Sevilla Antonio Ruiz Soler, ubicado en el antiguo pabellón de Argentina de la Exposición Iberoamericana de 1929, no encuentra solución. Si hace un año el Ayuntamiento cedió la primera planta del edificio que ocupaba el Liceo Francés, ahora esta opción ha resultado descartada, según explicó la propia directora del centro a un grupo de padres y madres y luego confirmó la Delegación provincial de Educación. La explicación de la administración es sencilla: «Se están barajando otras opciones para ubicarlos este curso».
Lo cierto es que el traslado se daba por hecho. En marzo de este año, la dirección del centro y la AMPA, recordaban como garantía el «compromiso» de la Delegación territorial de la Consejería de Educación. «La finalidad es trasladar las enseñanzas básicas del Conservatorio, al objeto de poner fin a la masificación actual que hay en algunas de sus aulas, que cuentan con hasta 40 alumnos en algunas de sus clases», señalaron entonces la dirección del centro y la AMPA.
El Ayuntamiento de Sevilla, por su parte, explicó ayer que «cedió gran parte del edificio al Conservatorio de Danza Antonio Ruiz Soler tras la solicitud cursada por la Delegación Territorial de Educación de la Junta de Andalucía en Sevilla. Esa cesión fue aprobada ya el año pasado en Junta de Gobierno Local. Se trata de una cesión por cuatro años prorrogables. Después de esta cesión aprobada, compete al Conservatorio decidir su propia instalación, la adecuación de salas a sus necesidades, el inicio de las clases, etcétera. A día de hoy, en el Ayuntamiento (en el Servicio de Patrimonio, al que está adscrito el edificio del antiguo Liceo Francés) no consta ninguna comunicación de que el Conservatorio (Educación) quiera desistir de esa cesión del edificio».
De forma que la decisión de Educación se acaba de comunicar a los padres y madres de los alumnos, pero no al Ayuntamiento. Aunque lo que de verdad es un problema es que, a pocos meses del inicio del curso, los alumnos vuelven a ver cercana la opción de asistir a aulas con muchas más personas que las idóneas para impartir clase con calidad.
Algunos padres han criticado también la tardanza de la Delegación y de la dirección del Conservatorio en ofrecer información, porque el hecho de tener o no la garantía de recibir lecciones con calidad es un motivo importante a la hora de decidirse a continuar con los estudios.