El mercado-criadero de ratas

Vecinos de San Pablo denuncian una población de roedores en la plaza
de abastos de la Cruz del Campo. El edificio lleva ya dos años sin actividad

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
03 nov 2017 / 09:23 h - Actualizado: 03 nov 2017 / 13:26 h.
"Barrios","San Pablo - Santa Justa","Consumo"
  • Los vecinos alertan del estado de «estercolero» en el que se encuentra el mercado. / El Correo
    Los vecinos alertan del estado de «estercolero» en el que se encuentra el mercado. / El Correo
  • La situación de insalubridad se está volviendo insostenible. / El Correo
    La situación de insalubridad se está volviendo insostenible. / El Correo

La asociación de vecinos Huerta de Santa Teresa, en el distrito San Pablo, denuncia una población de ratas en el mercado de la Cruz del Campo, sin actividad desde que se fuera el último comerciante hace ahora dos años. «Esto es un estercolero y un criadero de ratas. Está totalmente abandonado», aseguran los vecinos que reclaman una intervención municipal que ponga fin a «este foco de insalubridad» que tienen a escasos metros de sus casas.

«Las ratas proliferan por la calle. De noche se ven pasar por la carretera. Tenemos que tener cuidado con no dejar abiertas las ventanas, para que no se nos metan en casa». Los principales afectados son los vecinos de las calles próximas, entre las que se encuentran las calles Sebastián Recasens, María Josefa Segovia, Leandro de Flores, Juan Bernal y Pedro de Cieza. La entidad vecinal reclama al Ayuntamiento una actuación urgente. «Queremos una desratización de todo el mercado y una limpieza a fondo. Hay zonas que llevan años clausuradas y en las que se acumula la basura», ha explicado a este periódico el presidente de la asociación vecinal, Miguel Cáceres.

En este sentido, el portavoz recuerda la propuesta que hace un tiempo pusieron sobre la mesa del distrito para que este edificio revierta en el barrio. «Mientras que se decide qué uso se le da al mercado de la Cruz del Campo, hemos planteado que se adecente bien y se deje todo como un espacio diáfano en el que los vecinos puedan realizar allí celebraciones familiares, como fiestas de cumpleaños y otras convocatorias. En todo el barrio no hay un espacio así para un uso lúdico vecinal».

Los vecinos de Huerta de Santa Teresa lamentan que van pasando los años y no hay ningún proyecto para dar una nueva vida a este edificio. «Antes, con Zoido, había una comisión. De hecho, con el anterior gobierno se hicieron catas que apuntaban a una inversión necesaria de entre 400.000 y 500.000 euros. Lo peor de ahora, es que no hay respuesta a nuestras preguntas de qué se va a hacer con el mercado», expone Miguel Cáceres, que insiste en «la preocupación vecinal» que hay tanto por «la situación actual de olvido» como por «la falta de voluntad» para recuperar este espacio.

La que fuera plaza de abastos del barrio ha ido apagándose poco a poco. Su decadencia comenzó hace décadas cuando fueron echando la persiana los primeros puestos, y con él también el futuro de estas instalaciones de la calle Baltasar Gracián. En 2010 quedó reducido a tres puestos: una pescadería, una frutería y una charcutería. Así fue tirando hasta que en 2015 cerró el último superviviente. Desde entonces ha permanecido clausurado, «sin que ni siquiera accedan a su interior los servicios de limpieza»