El mercado de la Candelaria deja el abanico tras un año de quejas

El Ayuntamiento repara la avería del sistema de aire acondicionado, cuya ausencia todo este tiempo ha supuesto un 25% menos de ventas

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
11 ago 2017 / 21:59 h - Actualizado: 11 ago 2017 / 22:03 h.
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  • La plaza de abasto de la Candelaria fue objeto de una profunda obra de rehabilitación hace seis años. / El Correo
    La plaza de abasto de la Candelaria fue objeto de una profunda obra de rehabilitación hace seis años. / El Correo

Carmen cuenta que se ha llevado todo el verano con el abanico en el carrito de la compra. «Ha sido insoportable. Ha habido días en los que hacía más calor dentro que fuera». Para su sorpresa, ayer el mercado de la Candelaria, su punto de compra habitual, recuperaba el sistema de refrigeración después de haber estado un año averiado. «¿Qué tenemos aire acondicionado? No me lo puedo creer. Ni que nos hubiera tocado el extra del verano», bromeaba a su llegada a uno de los 20 puestos que quedan en pie.

Las quejas de comerciantes y clientes han tenido respuesta por parte de la delegación municipal de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales, que se encarga del cuidado de estas instalaciones. Un equipo de trabajadores revisaba a primera hora los cuatro equipos de aires acondicionado instalados en la Candelaria durante las obras de rehabilitación del mercado acometidas en 2011. Se encontraban «fuera de servicio» por distintas causas, en especial por falta de mantenimiento. «Uno no funcionaba y el resto tenía estropeado los filtros, con importantes obstrucciones que impedían una óptima refrigeración», constató Joaquín Aguilar, presidente de los comerciantes del mercado.

Como consecuencia, la temperatura se disparaba en su interior, en especial «las semanas grandes de calor» los pasados meses de junio y julio. «Hemos llegado a superar los 40 grados y eso es mucho para una plaza de abastos», añade otro de los placeros que suscribe el balance negativo que ha supuesto para la maltrecha actividad comercial del mercado. «Las pérdidas han sido cuantiosas. Estimamos que un 25% menos de ventas. Y es lógico: la clientela es la primera que se retrae sin aire acondicionado. Quien viene a comprar quiere hacerlo de manera cómoda y fresquita, no con el abanico en la mano. Si no lo va a estar, se va a otro sitio. Esto ha sido un infierno», ha asegurado el portavoz de los comerciantes de la plaza de abasto.

La actuación municipal ha permitido la sustitución de los filtros de aire, la limpieza de las unidades, el rearme de las protecciones y el ajuste de carga de gas refrigerante. Fuentes municipales han informado de que también se han comprobado las cortinas de aire colocadas en los accesos al mercado. El resultado se ha notado desde un primer momento en las calles de la plaza: «Ahora sí que da gusto venir a comprar. Hace una temperatura perfecta. Esperemos que siga y no se vuelva a averiar», se alegraba una de las clientas mientras que Francisco Robledo, portavoz del barrio, agradecía la mediación del distrito y la intervención de la delegación de Economía y Comercio: «Era urgente para los vecinos. No podíamos estar más tiempo sin aire acondicionado».

También lo agradecían los que se buscan la vida detrás de un puesto: «Era sobre todo por los clientes. El género no lo sufre tanto con las vitrinas». Eso sí, hay quien trataba de aclimatarse a los 25 grados que hacía dentro: «Vamos poco a poco. Hemos logrado el aire, ahora estamos a la espera de la reparación del techo, que tiene filtraciones cuando llueve»