El ‘milagro’ de la vivienda

En 1973, la construcción de viviendas sociales desde 1962, pocos meses después de la tragedia provocada por el arroyo Tamarguillo, había cambiado la fisonomía de la ciudad, tanto en el casco antiguo como en la nueva periferia

28 abr 2017 / 10:32 h - Actualizado: 28 abr 2017 / 10:33 h.
"Historia","Andalucía eterna"
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Los nacionalistas catalanes dicen que España les roba, pero eso es mentira. Los que sí podemos decir que España nos robó, somos nosotros, los andaluces. Lo podemos decir y lo podemos demostrar documentalmente. A ver si los separatistas catalanes son capaces de hacer lo mismo.

Sevilla era la única capital de España que en 1973 tenía refugios para miles de familias sin hogar. La construcción de viviendas sociales desde 1962, pocos meses después de la tragedia provocada por el arroyo Tamarguillo, había cambiado la fisonomía de la ciudad, tanto en el casco antiguo como en la nueva periferia, pero el déficit de alojamientos seguía sumando cifras escandalosas. Junto a la ruina de viviendas por causas de las riadas, de los terremotos de 1964 y 1969 y del envejecimiento natural del caserío en su mayoría decimonónico, agravaron la situación el fuerte crecimiento vegetativo de la población y las inmigraciones de las zonas rurales. Estas circunstancias, unidas a las generales que experimentaba el país en los últimos años del tardofranquismo, convirtieron a Sevilla en una fuente de graves conflictos sociolaborales, económicos y políticos. Sevilla, entre los refugios y los problemas sociales, fue tema frecuente en los periódicos de Madrid.

Sólo durante el período 1962-1969, que fue el más activo en promoción de nuevos hogares, la superficie de terrenos adquiridos por el Instituto Nacional de la Vivienda en la capital, sumaron 4.101.603 metros cuadrados, con una inversión de 224.170.798 pesetas. Y en el resto de la provincia, fue de 1.874.341 metros cuadrados, con un coste de 68.610.000 pesetas. A estas inversiones se añadieron 583.941.513 pesetas para la transformación del suelo rústico en urbano y las obras de infraestructuras básicas necesarias.

En la capital fueron adquiridos los Polígonos de San Pablo, con 1.121.952 metros cuadrados y un coste de 72.695.308 pesetas; de la Carretera Amarilla, con 1.292.700 metros cuadrados y un coste de 45.787.591 pesetas; de San Julián, con 40.200 metros cuadrados y un coste de 59.871.587 pesetas; y Sur, con 1.646.751 metros cuadrados y un coste de 45.816.312 pesetas. Salvo el Polígono de la Carretera Amarilla, que fue destinado a la industria, los otros tres se dedicaron a viviendas sociales.

En la provincia se localizaron los polígonos en Arahal (Vereda de Osuna), Camas (El Cigüeñuelo), Carmona (El Cerrillo), Coria del Río (Riopudio), Dos Hermanas (Los Montecillos), Écija (Almorrón), Lebrija (Lomas de Overo), Lora del Río (Las Viñas), Morón de la Frontera (El Rancho), Puebla del Río (Pozo Concejo) y Utrera (El Tinte).

Entre 1940 y finales de 1976, se habían construido en la capital 115.490 viviendas sociales, de ellas el setenta y tres por ciento después de la catástrofe del Tamarguillo en noviembre de 1961. Fueron quince años de frenética batalla de la vivienda social, siempre muy por detrás del déficit acumulado. De las 115.490 viviendas citadas, 44.455 fueron promovidas por el Estado, y 71.035 por el sector inmobiliario privado.

La Obra Sindical del Hogar construyó 7.142 viviendas en los barrios A, B, D y E del Polígono de San Pablo, entre 1965 y 1971. Y poco después, en el barrio C del mismo Polígono de San Pablo, una vez liberado de las llamadas casitas bajas, la citada Obra Sindical del Hogar, con la ayuda financiera del Instituto Nacional de la Vivienda, construyó diez mil viviendas de renta limitada y de tipo social, locales comerciales, edificaciones complementarias y cuatro templos parroquiales siguiendo las directrices del cardenal arzobispo Bueno Monreal, que prestó especial atención a la cobertura espiritual de las nuevas barriadas.

La Obra Sindical del Hogar construyó casi el ochenta por ciento de las viviendas de protección oficial, cerca de catorce mil, entre ellas las correspondientes a los núcleos de Santa Genoveva, Madre de Dios, Nuestra Señora de los Reyes, El Tardón, Ave María, Felipe II, Polígono Norte, Polígono Sur y los seis mil albergues provisionales (1966-1968), Juan XXIII, Nuestra Señora del Rocío y Nuestra Señora de Fátima. La mayoría de estas viviendas fueron edificadas entre 1957 y 1966. Al mismo tiempo se construyeron 3.664 Unidades Vecinales de Absorción (las populares UVA cercanas a Juan XXIII), entre 1968 y 1975.

Por el Real Patronato de Casas Baratas fueron construidas más de nueve mil viviendas en las barriadas de Torreblanca la Nueva, de Tercia, de Pío XII, de los Pájaros, de la Candelaria, de Nuestra Señora del Carmen, de Felipe II, de Nazaret y de la carretera de Alcalá de Guadaira.

Por el Ayuntamiento y el Patronato Municipal de la Vivienda, se edificaron viviendas en La Barzola, la Candelaria, los Pájaros, el Prado de San Sebastián, el Mercado de Entradores, Sector Sur, Huerta del Rey, La Corza, Nuestra Señora de la Oliva, Pino Montano y otros sectores.

Por la Diputación Provincial y el Gobierno Civil, fueron construidos núcleos de viviendas en Los Remedios, en Nervión, el Barrio de León, el Tiro de Línea, Triana y otras zonas de la ciudad y la provincia.

Luego y además de los pisos construidos con el apoyo del Instituto Nacional de la Vivienda, se crearon decenas de núcleos residenciales por cooperativas formadas en centros oficiales, grandes empresas y particulares, con diversos tipos de ayuda oficial. Fueron, entre otros, los núcleos residenciales de Elcano, Agentes Comerciales, Obras Públicas, Tablada, Santa María del Trabajo y Santiago Apóstol, Hermandades del Trabajo, Instituto Nacional de Previsión, Correos, Transportes Urbanos, Giralda, Asociación de la Prensa, El Plantinar, El Juncal, Rochelambert, Santa Cecilia, San Jacinto, Manuel Arellano, San Vicente de Paúl, Campo de Soria, Sánchez Pizjuán, Pino Flores, Doctor Marañón, Híspalis, Las Avenidas, el Rocío, Haza de Villegas, Santa Ana (Guadaíra y San Pablo), Condes de Bustillo, Bami, Numancia, Romegosa, Macarena-Las Palmillas, San Estanislao, Oscar Carvallo, Lionel Carvallo, El Torrejón, El Cerezo, San Diego, Hispano Aviación, Ramón y Cajal, Nuestra Señora de los Dolores, Renfe, Buenavista, La Rosaleda, Virgen de la Estrella, Guadalquivir-Sevillana de Electricidad, Pineda-Astilleros, Las Naciones, Aramburu, Utrera Molina, Santa Clara, Tabladilla, Alcosa, Hiconsa, Litos, Las Calesas, Zodiaco, Montequinto, Zeus y Olimpia, La Carrasca, Torredamar, El Trébol, El Rosario, Eurohogar, San Carlos, Macarena Norte, Mediterránea, Cruz Campo, Los Granados, Kansas City, Santa Aurelia y muchos más, que enriquecieron el nomenclátor de la ciudad y modificaron las formas de vida familiar de la clases obrera y media.