Habrá que esperar al menos hasta los primeros meses del año 2019 para que el Ayuntamiento de Sevilla tenga en su poder el nuevo plan de movilidad sostenible. Tendrá en sus manos el documento que basará la política en esta materia en los próximos años, aunque otra cosa bien distinta será si el gobierno municipal, cuyo mandato concluye en mayo de ese mismo año, tendrá el tiempo suficiente como para poner en marcha el paquete de medidas que se recomienden. Entre ellas, «la apuesta por el transporte público y la movilidad activa del peatón y la bicicleta», señaló el delegado Juan Carlos Cabrera, quien tampoco descartó que se concreten nuevas «peatonalizaciones» con tal de que los sevillanos «ganen en calidad de vida y hagan más operativos sus desplazamientos por la ciudad».
Todo ello estará condicionado por las conclusiones de este nuevo documento cuya redacción ha sido adjudicada esta misma semana, según confirmó el alcalde Juan Espadas, a la empresa sevillana UTE VS Tema, que tendrá 13 meses por delante –tres menos de los previstos inicialmente– para elaborar un proyecto para el conjunto de la ciudad que será elevado a la mesa de movilidad para que se complemente con aportaciones de todos sus miembros. Unos trabajos que alargarán la aprobación del plan definitivo hasta bien entrado el 2019, el último del mandato del actual gobierno. En este sentido, Cabrera dijo que «sobre estos datos elaboraremos las alternativas posibles para hacer que la ciudad sea medioambientalmente sostenible» que serán «analizadas y debatidas» por todos los sectores afectados.
Para redactar este texto, la empresa adjudicataria llevará a cabo un trabajo de campo en el que se incluirá, entre otra serie de cuestiones, la realización de unas 40.000 encuestas entre los ciudadanos que les permitirán hacer una radiografía de la movilidad en la ciudad, los hábitos en los desplazamientos y los medios de transporte que se usan de forma más frecuente. En concreto, serán 11.000 encuestas entre los usuarios de los transportes públicos, 25.000 en los principales nodos y accesos de la ciudad a pie de calle y otras 11.000 llamadas domiciliarias, «el método más complejo de todos y del que se sacarán más datos» a tener en cuenta.
Los resultados de este trabajo de campo «se complementarán» con las aportaciones de la mesa de movilidad. «De ahí saldrá un documento más técnico, más elaborado, que se trasladará a la administración para que se tomen las medidas adecuadas», indicó Cabrera. Un proyecto que, además, tendrá un recorrido a largo plazo, de «unos diez años», y en el que se incluirán «no solo todos los barrios de Sevilla sino también ese plan centro para el Casco Antiguo». En concreto, el delegado afirmó que la idea es «ir apostando por la no entrada de vehículos privados en las calles del centro en favor del transporte público».
A este plan de movilidad se incorporarán como apéndice las aportaciones de una nueva aplicación para dispositivos móviles que permitirá conocer los hábitos de transporte de los trabajadores de la Cartuja. Se trata de un proyecto, diseñado por dos empresas sevillanas –Qosit Consulting y S3 Transportation–, dentro del proyecto Motus, que se centrará en recibir información a través de geolocalización durante unas cuatro semanas. De este modo, se conocerán cuáles son los puntos de partida y de destino de las más de 25.000 personas que visitan a diario esta zona, así como los medios de transporte que se utilizan en estos desplazamientos.
El coche es el transporte preferido para ir a la Cartuja
La nueva aplicación para dispositivos móviles que permitirá conocer los hábitos de movilidad en la Cartuja cuenta con la colaboración del gobierno municipal, los sindicatos, los responsables del parque científico y tecnológico y hasta de la asociación de empresarios de la zona. Precisamente éstos últimos también hicieron público este jueves, en la presentación de esta app, un avance de los resultados de una encuesta realizada entre sus trabajadores para conocer qué medio utilizan cada día para desplazarse desde su lugar de origen hasta su puesto de trabajo.
Según indicó Beltrán Calvo, presidente del Círculo de Empresarios de la Cartuja, el 69,9 por ciento de quienes acuden a diario a la isla lo hacen en coche propio, a lo que habría que sumar el 3,9 por ciento que lo hace en vehículo compartido. A bastante distancia, un 13,1 por ciento, se encuentran quienes recurre al autobús, mientras que el 7,1 por ciento hace el recorrido en moto. En cuanto a otros medios de transporte, el 6,4 por ciento va en bici, el 3,4 por ciento usa Sevici y el 3,2 por ciento acude a su puesto de trabajo andando. Los datos más negativos lo aportan la lanzadera Tussam Exprés, que conecta la estación de Metro de Blas Infante con la Cartuja, utilizada solo por un 0,8 por ciento de los trabajadores. El último lugar lo ocupa el Cercanías, con un 0,4 por ciento de usuarios.
Estas encuestas se han realizado durante los meses de junio, julio y los primeros días de septiembre «a propuesta del alcalde», dijo Calvo. En concreto han participado 3.532 empleados de los más de 25.000 que acuden diariamente a la zona.