El pabellón del Futuro se convertirá en la sede central del Archivo General de Andalucía. La Empresa Pública de Gestión de Activos (Epgasa) de la Junta de Andalucía ha sacado a licitación la contratación de los servicios de redacción del proyecto básico y de ejecución de obras. El presupuesto base es de 163.350 euros. Pero, incluso antes de conocer a la empresa adjudicataria, es público otro dato más importante: las actuaciones terminarán, como muy tarde, el 28 de diciembre de 2017. Justo en el año que se conmemora el 25 aniversario de la Expo 92.
De momento, Egpasa ha sacado a licitación la «contratación de los servicios de redacción del proyecto básico y de ejecución, dirección de obra, dirección de ejecución de obra y asistencia técnica para la adecuación del Pabellón del Futuro a sede del Archivo General de Andalucía». Egpasa, eso sí, pone condiciones para que todo el proceso finalice con la apertura efectiva del archivo: explica que «está interesada en la contratación y ejecución del proyecto, siempre que resulte posible la adecuación del edificio en términos que satisfagan los requerimientos contemplados en el Plan de Necesidades y Especificaciones Técnicas (...) y de acuerdo con el Presupuesto Objetivo Máximo de Ejecución por Contrata de dos millones de euros más IVA». Una cantidad a la que las empresas concurrentes al concurso deberán ceñirse. Deberán también atenerse a las habituales penalizaciones por la posible demora de los trabajos: 500 euros por día de retraso.
La Junta actuará sobre dos de los cuatro pabellones autónomos que forman parte de todo el inmueble. Los trabajos se producirán en los pabellones del Medio Ambiente y la Energía, que ocupan la parte norte. Los otros dos, el de las Telecomunicaciones y el del Universo, quedan fuera de estos trabajos de adecuación. Con un matiz: la mayor parte de la superficie de sótanos de todo el edificio, de los cuatro pabellones, se utilizarán como depósitos documentales, y contarán además con una sala de lectura y una pequeña biblioteca para visitantes e investigadores.
El acceso a la entrada principal del archivo estará en la plaza del Futuro. En la planta baja se ubicarán el archivo histórico, talleres de restauración, el depósito de la biblioteca y otros depósitos para documentos más delicados, además de despachos administrativos y salas de reuniones.
La planta inmediatamente superior, de menor superficie y abierta hacia la planta inferior, tendría salas técnicas y algunos usos más anexos al archivo, como salas de informática y reprografía. Sin embargo, las dos últimas plantas del edificio «incluyen una vistosa novedad», por usar la terminología de la asociación Legado Expo: para ellas se plantea un uso «cultural y expositivo» independiente al archivo. Tendrán, de hecho, una entrada distinta de la puerta principal, a la que se accederá desde el norte del edificio.
El pliego pretende comunicar las plantas superiores de los pabellones implicados para que puedan tener una sala común polivalente, en la que se aprovecharían el salón de actos existente del pabellón del Medio Ambiente o la sala-teatro del pabellón de la Energía, con la pretensión de «dar a conocer al público parte del contenido que aún se conserva» de la Expo 92.