-
-
Espadas en la reunión con el Consejo General de Hermandades y Cofradías y con los hermanos mayores de las seis hermandades de la ‘Madrugá. / Manu Gómez
El modelo de seguridad de la Semana Santa en general, y de la Madrugá en general, va a ser revisado completamente para reforzar sobremanera la seguridad. La madrugada del Viernes Santo, para mucho la jornada más importante de toda la Semana Santa, ha quedado más que tocada tras los incidentes ocurridos este año y desde todos los estamentos se suman fuerzas para que no vuelvan a ocurrir y dejar más que garantizada la seguridad de cara a la Semana Santa de 2018.
Así fue la exposición de motivos que hizo el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, tras mantener una reunión de más dos horas con el presidente del Consejo de Cofradías, Joaquín Sainz de la Maza, y los seis hermanos mayores de la Madrugá. El regidor anunció que se pusieron sobre la mesa ideas propuestas y que «desde ya» se está trabajando para diseñar un importante plan de seguridad que garantice la seguridad de los titulares de las hermandades, sus nazarenos, y de todos los ciudadanos para la próxima Semana Santa. Aunque no quiso desvelar ninguna de las medidas que se plantearon, sí insistió en que la seguridad será el principal motivo y que todas y cada una de ellas serán explicadas con detalles, pero insistió de nuevo en que se trata de un plan global y que precisar ahora una de las posibles medidas que se puedan llevar a cabo no tiene sentido.
Tampoco quiso adelantar ninguna medida porque, según dijo, todavía tienen que recibir los informes que emita la delegación del Gobierno «con sus conclusiones», apostilló Espadas. El Consejo de Cofradías, por su parte, también debe recabar todavía los informes de cada una de las seis hermandades de la Madrugá que aún están en fase de redacción dado que la Semana Santa terminó este domingo y cada una de las corporaciones debe reunirse con sus diputados, canastillas, etc., para que cada una recabe el mayor volumen de información posible de cara a la puesta en común y a su participación en el nuevo plan de seguridad de la Semana Santa sevillana.
Espadas también insistió en que ahora «debe saberse todo lo ocurrido» y que los sucesos no se cierren sin que realmente los sevillanos sepan qué ocurrió exactamente «como pasó con la Madrugá del año 2000», lamentó el alcalde recordando que esa competencia es de la Policía Nacional, y por lo tanto de la delegación del Gobierno, instituciones a las que pedirá toda la documentación posible de cara al nuevo plan de seguridad. «La seguridad es la prioridad, analizaremos todos los dispositivos que estaban ya puestos en marcha y se incorporarán otros nuevos. Vamos a trabajar ya y vamos a revisar todos los elementos. El análisis será muy completo y el nuevo plan de seguridad de la Semana Santa de 2018 estará definido antes del próximo verano», afirmó Espadas con rotundidad.
Sí argumentó que las medidas pasarán por «reducir la vulnerabilidad de la noche» y que «todas las medidas que se tomen serán necesarias». Eso sí, quiso dejar muy clara desde ya que todo lo que se haga para el nuevo dispositivo «necesita de la colaboración de todos», dejando claro que ya no podrá haber hueco alguno para que algunas hermandades antepongan sus intereses particulares a los generales, al tiempo que los ciudadanos seguramente tendrán que adaptarse a nuevas medidas que, a priori, les parecerán incómodos o sin sentido. «Se tomarán todas las medidas que sean necesarias y recuerdo que quienes provocan estos altercados sobran en nuestra ciudad».
El Consejo de Cofradías
Sainz de la Maza, por su parte, pidió «paciencia» para poder trabajar en este plan de seguridad dado que cada hermandad está elaborando de momento el suyo propio. Al igual que el alcalde, el presidente del Consejo de Cofradías, resaltó que la idea de que «toca trabajar codo con codo porque han tocado la Madrugá, que es la jornada más emblemática de la Semana Santa».