-
El equipo casi al completo del PP, con el presupuesto alternativo para 2018. / El Correo
El PP contraataca en el pulso por los presupuestos de 2018 con un proyecto alternativo que el portavoz municipal, Beltrán Pérez, presentó como «una enmienda a la totalidad» y un inicio de negociación para que el PSOE cuente con el voto de los populares o se vea obligado a prorrogar las cuentas municipales ante la falta de apoyos. Pérez, que reivindicó que «por primera vez la oposición realiza un presupuesto alternativo», reivindica un proyecto que «a diferencia de Espadas sí tiene estrategia y modelo de ciudad».
En ese sentido, recordó que el PP es la única llave del presupuesto –como ya ocurriera con las ordenanzas, que salieron gracias a su abstención– y que su voto estará condicionado a que la filosofía de su presupuesto alternativo esté en el presentado por el gobierno socialista. «Si no salen los presupuestos, será responsabilidad unicamente de Espadas», señaló, recordando que su filosofía es la de «no endeudamiento y de compromiso fiel de ejecución presupuestaria». Además, insistió en que, si no prosperan los presupuestos, «no habría bloqueo, sino que se prorrogarían los del año pasado» y partidas nuevas como puede ser la celebración de la Bienal se podrían asumir con «modificaciones presupuestarias» imputable al dinero no ejecutado del ejercicio 2017.
Las bases del presupuesto alternativo cogen parte de las reivindicaciones presentadas por el PP en noviembre. Así, en el capítulo de ingresos, recoge la renuncia al endeudamiento de 30 millones de euros que ha presentado el PSOE; una negativa a la subida de impuesto a cambio de recibir 14 millones de euros por la actualización, reclamada por los populares a la Junta, de la Patrica; la inclusión de la venta de la Gavidia por un valor de unos diez millones de euros; optimizar la recaudación y un ajuste en la previsión de ingresos, que Pérez considera que el PSOE calcula «menos de lo que puede ofrecer la ciudad».
En el capítulo de gastos, el presupuesto alternativo cuenta con ocho pilares. Así, se recoge una partida de 4,5 millones para la modernización y digitalización de la ciudad y el Ayuntamiento; 5,5 millones para dinamizar la economía a través de ayudas a empresas, empresariado joven, comercios, mercados y polígonos industriales; y 7,7 millones para hacer una «ciudad más habitable y verde». También contempla, dentro de estas necesidades básicas, una iniciativa para fomentar el crecimiento demográfico, valorado en cuatro millones, que comprende una campaña de empadronamiento y ayudas de 500 euros al nacimiento para gastar en el comercio minorista, entre otras medidas; o un proyecto de ciudad accesible, con la eliminación de todas las barreras de la ciudad por valor de tres millones de euros; y una partida de colegios, que incluye un plan de climatización para los 113 centros sevillanos por 14 millones de euros. Por último, Pérez cita una apuesta por el patrimonio histórico, tanto el propio (con 10 millones recogidos en este presupuesto alternativo) como de exigencia a otras administraciones y la petición de colaboración con otros organismos públicos. Por último, está una partida de refuerzo social, de 72 millones, donde la principal apuesta es multiplicar por cinco el montante destinado a los planes especiales en los barrios más pobres.