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La Real Fábrica de Tabacos, sede del Rectorado de la Universidad de Sevilla. / El Correo
Esclavos de la satisfacción que mostraron el año pasado, en el que la Universidad de Sevilla (US) entró en la selección de las 500 mejores instituciones del mundo que elabora la universidad china de Jiao Tong de Shanghai, los responsables de la Hispalense asumen la salida de esa lista este año con «una valoración negativa. Sin tapujos».
La valoración de entrada es del rector de la US, Miguel Ángel Castro, que extiende luego su explicación en dos direcciones. Una, el interés del equipo de gobierno en «mejorar el posicionamiento global» de la institución en los diversos ranking de calidad, «y en particular en el de Shanghai».
La segunda parte de la explicación de Castro sirve para matizar los resultados, porque, aclara «no son muy diferentes de los de 2015».
De manera muy breve: los criterios con los que se elabora la clasificación son tres: disponer de profesores con premios Nobel o medallas Fields; tener en su plantilla investigadores altamente citados y artículos publicados en las revistas Nature o Science durante los últimos diez años y, por último, tener una cantidad significativa de artículos indexados por Science Citation Index.
La Universidad de Sevilla salda con cero puntos los apartados que valoran la presencia de premios Nobel o medallas Fields, de forma que compite en productividad científica y publicaciones en las dos revistas de referencia. Castro explica que, el año pasado, la US obtuvo 33,7 puntos en términos absolutos por su cantidad de publicaciones. Este año, la estimación de la Universidad se sitúa en 34,2. En lo referente a las publicaciones en Nature y Science, la US ha pasado de 7,5 en 2015 a 6,4 en 2016, descenso que se produce por haber tenido una publicación menos en Nature, explica Castro.
A modo de resumen, el rector insiste «en una valoración negativa» de la salida del ranking y en recordar que los resultados de la Universidad de Sevilla son «prácticamente los mismos que el año pasado».
El ranking valora a las universidad de una en una hasta el puesto 100, en dos grupos de 50 entre la 101 y la 200, y de cien en cien el resto hasta 500, porque las diferencias entre sus puntuaciones son mínimas. De ahí que un pequeño cambio suponga la entrada o salida de la lista si la universidad ocupa uno de los puestos finales, como era el caso de la US el año pasado, matizó Castro.
Investigación y talento como soluciones
El rector de la Universidad de Sevilla explicó que su equipo de gobierno ya ha puesto en marcha actuaciones para que la US mejore en su posicionamiento en clasificaciones internacionales. Destacó tres: los «más de ocho millones» invertidos en el Plan Propio de Investigación, la captación de talento del resto de España con una fórmula que permite un nuevo Real Decreto que no afecta a la tasa de reposición y el trabajo de la Oficina de Proyectos Internacionales.