Un modelo para las consultas populares, la creación de sondeos de opinión, unas nuevas plataformas online para promover el debate y, como colofón, una versión mejorada de los presupuestos participativos. El borrador del Reglamento de Participación Ciudadana, después de un año cocinándose a fuego lento, ha salido a la luz y ha sido entregado a las entidades ciudadanas, que debatirán esta semana el documento, que deberá entrar en vigor al final del mandato.
El reglamento, al que ha tenido acceso este periódico, cuenta entre sus novedades el rescate de los presupuestos participativos, medida que ya ideara el gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín de la mano de IU, pero que en este borrador se plasma desde una concepción y un modelo distintos. Bajo la denominación de Instrumentos de Decisión Presupuestarias, se recoge que «parte de las inversiones del presupuesto municipal» se decidirán a través de «procesos participativos».
En este nuevo modelo, el Ayuntamiento habilitaría dos caminos. Las entidades podrían, por un lado, presentar sus propuestas en los Consejos de Participación Ciudadana, el órgano donde se engloban todas las asociaciones de cada distrito de la ciudad. Pero también está la fórmula de la participación individual, para lo cual el gobierno local habilitará «una herramienta telemática» donde se podrán trasladar las solicitudes a los presupuestos. Todas estas propuestas deberán estar definidas, analizadas y consensuadas para su incorporación a las cuentas municipales «en el primer semestre del año anterior al presupuesto que se quiere ejecutar».
Con ello, el Consistorio hispalense abriría el abanico de la participación presupuestaria, tras dos años de probaturas sobre el poder de decisión vecinal a un programa, el Plan Decide (ahora renombrado Mejora Tu Barrio), que destinaba partidas para microobras en los barrios. Además, se atendería, con la incorporación de este modelo, la petición de Participa Sevilla, que condicionó su voto para desbloquear los presupuestos de 2017 a la activación de nuevos mecanismos de participación.
LA CONSULTA CIUDADANA
El borrador, a su vez, formaliza las consultas ciudadanas. El modelo no varía mucho del que se implantó, a modo de prueba, en el debate sobre la ampliación de la Feria. El reglamento sigue remarcando su «carácter consultivo», aunque el Ayuntamiento deberá explicar el camino que adoptará una vez se conozca el resultado, y circunscribe la participación a aquellos que están empadronados en Sevilla y sean «mayores de 16 años».
La novedad, quizás, estriba en que no sólo el Ayuntamiento tiene la potestad de promover una consulta ciudadana. «El Ayuntamiento puede iniciar un proceso a instancias ciudadanas o por decisión del mismo», figura en el borrador. Por tanto, también tendrían derecho a solicitar una consulta tanto entidades ciudadanas «válidamente constituidas», plataformas o redes ciudadanas e incluso «personas físicas que residan y estén empadronadas en Sevilla capital».
No será el único modelo participativo. El reglamento también mantiene –al menos, así se recogía en el reglamento anterior, de hace más de 15 años– la iniciativa ciudadana, por el cual una persona o entidad puede presentar una propuesta para su votación en el pleno si esta está avalada por el 5 por ciento de la población censada. Un porcentaje que, al día de hoy, está sujeto a debate y que era el mismo que recogía la normativa vigente.
Otra fórmula, esta sí nueva, para palpar el sentir de la ciudadanía es la creación de un foro de opinión, pensado como «espacios de debate compartido abiertos entre el Ayuntamiento, personal experto y entidades ciudadanas». El foro, por tanto, es cerrado y seleccionado, para poder acometer «un sondeo de opinión» de asuntos de calado para la capital. Las conclusiones acordadas en estos foros serán difundidas por el propio Consistorio.
LA PARTICIPACIÓN ‘ONLINE’
Todo este proceso requerirá de herramientas online. El citado borrador expone la necesidad de una plataforma telemática para promover la participación. La plataforma contaría con un bloque de consultas, donde se recogerían y gestionarían tanto las consultas como las iniciativas ciudadanas, para cuyo acceso sería necesario un nombre de usuario y clave. También habría un bloque denominado Y tú, ¿qué opinas?, donde tendrían cabida los foros de opinión ciudadana.