El riesgo de correr en Miraflores

Vecinos y usuarios reclaman una «intervención inmediata» en los caminos de albero del parque

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
14 dic 2016 / 21:34 h - Actualizado: 15 dic 2016 / 08:00 h.
"Barrios","Distrito Macarena","Medio ambiente"
  • sasía. / Fotos: El Correo TV
    sasía. / Fotos: El Correo TV

El parque de Miraflores es uno de los pulmones verdes de la ciudad. Enclavado en la zona norte, da servicio a los vecinos de las barriadas de Pino Montano, San Diego, Los Arcos, Las Almenas y Los Carteros, entre otras, y es uno de los espacios elegidos por los amantes del running. Pese a los esfuerzos municipales de los últimos años, su mantenimiento no ha sido siempre el más adecuado. Prueba de ello, son los caminos de albero que recorren el interior del recinto y sobre los que los vecinos y usuarios reclaman «una actuación urgente» para evitar caídas de niños y mayores, y posibles lesiones en los deportistas.

Hace una semanas un grupo de corredores asiduos al parque ha emprendido una campaña de recogida de firmas para exponer el problema al Ayuntamiento y exigir una actuación que ponga fin al «calvario» de tener que correr sorteando «las piedras salientes» del camino. «Se le ha ido el albero y han quedado al descubierto las piedras de la capa de abajo... Está impracticable. Si te despistas, te tropiezas y te puedes lastimar el tobillo o, en el peor de los casos, caerte de boca. Es un peligro», expone Cristina Alperiz, vecina de la zona de Los Mares que pertenece al barrio de Pino Montano.

Como habitual corredora del parque de Miraflores, Cristina denuncia el «mal estado» en el que se encuentra buena parte del pavimento de los caminos de albero, en especial de la zona que da a la avenida de la Mujer Trabajadora. «Hace unos seis años echaron albero prensado pero con el paso del tiempo y las lluvias se ha ido perdiendo y hay zonas en las que no hay nada. Correr por aquí se ha convertido en un deporte de riesgo», señala al tiempo que recuerda que son «muchos» los sevillanos que acuden a diario a hacer deporte en alguno de los dos circuitos de los que dispone esta zona verde. «Hay uno de once kilómetros, que va por fuera del parque; y otro de cuatro, que incluso está marcado cada 100 metros. Es éste el que está peor», subraya Cristina, que insiste en «el buen ambiente» de corredores y equipos que vienen a entrenar cada tarde a este parque de 86 hectáreas de superficie, uno de los de mayor extensión de la ciudad. En este sentido, recuerda que ha llegado a ser usado por deportistas y atletas conocidos, como Penti, Manuel Olmedo o Alberto Marco, entre otros.

Otra de las quejas de los usuarios tiene que ver con unos molestos inquilinos que habitan en el lago natural que se extiende en la parte central. «Hay un montón de ratas: son enormes, casi nutrias, que viven en el agua, conviven con los patos, y se pasean tranquilamente por los caminos para sorpresa de todos». Este problema ha surgido hace solo unos meses, en concreto, «desde el pasado verano» y en estos momentos alcanza ya la categoría de «plaga», según han venido denunciando los vecinos desde hace unas semanas.

Pero hay más. Otra de las «asignaturas pendientes» del parque es la iluminación. «De repente vas paseando o corriendo y se apagan las farolas, por un mal contacto o fallo eléctrico. Entonces tienes que tener cuidado porque puedes dar un traspiés...» Igualmente otro de los puntos que reclaman con la recogida de firmas hace mención al «abandono de la Finca la Albarrana y su entorno, y al vandalismo con destrozos» que se produce en distintos puntos del parque. «Esto está muy dejado. Es una pena porque es un parque que podría tener mucha más vida», añade Piedad, otra de las vecinas afectadas, que se ha encargado de dar forma a estas quejas ciudadanas promoviendo la anexión de firmas a través de internet (www.change.org) o bien físicamente en los puntos habilitados en bares y comercios de barrios colindantes al parque de Miraflores.

Hasta el momento se han superado las 200 firmas de adhesión, aunque aún se siguen recibiendo apoyos contra «el deterioro» que lastra el recinto. Todas las rúbricas serán presentadas al distrito municipal a la espera de que sean atendidas las peticiones. «Creemos que este parque necesita de un mayor mantenimiento porque tiene muchos usuarios», remachan los vecinos.

UNOS ASEOS CERRADOS «A CAL Y CANTO»

Los vecinos reclaman también la apertura de los aseos del parque de Miraflores. «No entendemos por qué disponiendo de servicios, están cerrados a cal y canto», lamentan los residentes, que además insisten en los problemas que generan los perros que «en más de una ocasión van sueltos» y son «un peligro». A este respecto, critican que la zona en la que se ha construido el pipi can. «Está a la entrada del parque y ello genera la concentración de perros, con alguna que otra pelea. Con lo grande que es esto, deberían de haber elegido otro sitio», aseguran los usuarios.