Los empresarios que viven del turismo en Sevilla hacen un balance positivo de 2017 y de la pasada campaña navideña, pero recalcan que, «en ciertas épocas, la ciudad de Sevilla está saturada». Una masificación que no beneficia a nadie, aseguran, porque «el ticket de la compra está bajando». Hay más turistas, pero gastan menos. Así que, con la mente puesta ya en Fitur, reclaman un nuevo Plan Estratégico con los recursos suficientes para que Sevilla capte un turismo de mayor calidad.
El presidentes de la CES, Miguel Rus; de Aprocom, Tomás González; de la Asociación de Hostelería de Sevilla, Pablo Arenas; de la Asociación de Hoteles, Manuel Cornax, y de la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas, Gustavo de Medina y Álvarez, han vuelto a hacer piña para pedir a las administraciones más fondos para el sector y para advertir de las consecuencias de que la ciudad siga la senda del turismo low cost. Sevilla bate récords de turistas, pero los empresarios no quieren morir de éxito.
Tercer año de crecimiento El presidente de la CES resaltó que es el tercer año consecutivo de crecimiento económico y que el pasado año el turismo generó más de 600.000 empleos en Andalucía. Sin embargo, criticó que la Junta de Andalucía sólo destine menos del 0,5 por ciento al sector. Además, indicó que para 2018 las previsiones son similares, si bien podría darse «algo de desaceleración». Pero ¿qué turismo interesa a Sevilla? «La masificación no es nada atractiva. Queremos hablar de gasto medio por turista y de nuevos destinos. Hemos llegado a la masificación, que incrementa el número de tickets, pero no el volumen de negocio», explica Rus, para quien un turismo de calidad supone un empleo más estable y menos precario.
En su opinión, 2018 puede ser «el año del turismo en Sevilla», siempre que ponga remedio a otra asignatura pendiente: la oferta ilegal.
Los bares y restaurantes de Sevilla registraron un aumento de la facturación del 4,6 por ciento el pasado diciembre respecto al mes anterior, pero «no por haber más visitantes hubo más ventas». En el puente de la Inmaculada, por ejemplo, «el ticket medio bajó», enfatizó Arenas. «No nos ayuda la saturación –advirtió– porque no podemos dar el servicio que queremos».
Con todo, Arenas remarcó que la facturación subió en los últimos tres años y también el empleo: «En diciembre se registraron 823 más que en noviembre, por lo que la tasa interanual registra un aumento del 4,3 por ciento», apuntó.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y provincia sostuvo que Sevilla «se está convirtiendo en una potencia turística». 2,7 por ciento más de visitantes y 3,55 por ciento más pernoctaciones. En Nochebuena y Navidad la ocupación fue del 54 por ciento, en Fin de Año se llegó al lleno técnico de los hoteles y el puente de los Reyes fue similar al del año anterior. Buenos datos. Sin embargo, puso un pero. La promoción en Estados Unidos ha tenido su repercusión, pero se está «desatendiendo» al turista francés y alemán. Por eso pidió al Ayuntamiento, Junta y Diputación una promoción específica para estos mercados.
Y no sólo eso. Cornax también avisó de que Sevilla el aeropuerto y los servicios ferroviarios de Alta Velocidad se pueden colapsar. «Interesa que el turista gaste más y que la estancia media suba. Es preferible un turista que está tres noches que tres turistas que pasan una noche en un hotel. En ciertas épocas, Sevilla está saturada», por eso propuso promocionar la provincia –puntos como Itálica o Carmona– y otros enclaves de la ciudad –Santa Clara, la Torre de Don Fabrique o el Museo de la Inquisición–, así como apostar por la gastronomía, como lo han hecho otras zonas como «La Rioja y San Sebastián».
Y no sólo da miedo la masificación –aunque la turismofobia no ha llegado a Sevilla como a otras ciudades españolas como Barcelona–, sino que los hoteleros aseguran temer «el crecimiento exponencial de los alojamientos turísticos». Ya hay, dice, más plazas no tradicionales que hoteleras de toda la vida. «Los hay de lujo, para familias, etcétera, pero también una gran mayoría de los alojamientos turísticos va dirigido al que busca pagar poco y meter en una casa a ocho o diez personas». Más turismo low cost, lamenta Cornax.
Y es que no todo es positivo. El presidente de Aprocom explicó que el pequeño comercio está en «plena catarsis», de ahí que la media de facturación haya bajado un 3,8 por ciento en esta campaña navideña, principalmente por las ventas online. Un dato que en la provincia de Sevilla es aún peor: -4,5 por ciento.
Además, hay que sumar lo que Tomás González llama «anarquía» en el periodo de rebajas, es decir, que fenómenos como el Black Friday «dejan desamparados al consumidor porque no sabe ni cuándo comprar, haciendo un daño irreparable al pequeño comercio y beneficiando a las grandes superficies».
En cuanto a la Navidad, el presidente de Aprocom indica que hubo «más afluencia de público y más tickets, pero se gastó menos». La media de gasto fue de 26 euros, frente a los 35 o 36 del pasado año, puntualizó tras defender que la ciudad aún no percibe la recuperación económica. Eso sí, mantuvo que el comercio es optimista de cara al futuro «aunque habrá transformación y una gran criba».
El presidente de la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas, Gustavo de Medina y Álvarez, cerró el balance de los representantes del sector con una clara advertencia: «Que no inventen porque se acerquen las elecciones». «Empieza a aterrar que lleguen las elecciones y empiecen a dar cambayás. Es necesaria una estrategia turística y fondos. No se puede improvisar. Tenemos un poco de miedo por el exceso». En su opinión, la ciudad necesita «calidad en la limpieza, en el transporte y en todos sus servicios para lograr atraer un turismo de calidad» que frene «el maremágnum de gente» .
Miguel Rus también reclamó que Sevilla tiene que aprobar un nuevo Plan Estratégico porque el primero ya se cerró, con retraso, con la actuación en Marqués de Contadero. «Es necesaria una planificación y recursos a medio y largo plazo». Otras ciudades, añadió el presidente de la CES, ya van por su tercer plan.