Una de las sustancias más tóxicas que se han fabricado nunca en Sevilla, el amianto, contaminó en otro tiempo muchos solares del barrio de Bellavista. Los antiguos trabajadores de Uralita y vecinos del barrio todavía sufren las consecuencias de aspirar el polvo que provoca cánceres como el mesotelioma y otras enfermedades respiratorias.
A raíz de la prohibición del amianto y del cierre de la fábrica en 2002 los terrenos de la factoría y otros depósitos donde se almacenaba o se arrojaban los residuos de amianto fueron descontaminadas.
Entre ellas, la que luego sirvió para edificar los bloques de Jardines de Hércules (el propio solar de la fábrica). Sin embargo, queda una parcela por descontaminar. Lo explica Antonio Delgado, de la asociación de víctimas del amianto Avida y él mismo extrabajador de la fábrica de Bellavista.
«Está justo en la cañada real, tras las tapias del instituto Blanco White. Y a flor de suelo hay gran cantidad de residuos, sobre todo trozos de tubo y de chapa. Y bajo ellos, donde no causa peligro, por ahora, enterrada una capa de polvo de amianto».
La asociación se concentró este sábado en la cercana Laguna de Fuente del Rey, ya en suelo de Dos Hermanas, para reclamar a la propietaria de los suelos, la Diputación provincial, la retirada del amianto. Sobre todo, porque los vecinos de este barrio nazareno utilizan esta vía pecuaria para ir al Cortijo de Cuarto, uno de los símbolos de la identidad nazarena donde está, por ejemplo, la ermita de Valme.
La Diputación, antes de que comenzara la protesta, ya expuso su «sensibilidad» a la reivindicación de la plataforma. «Por eso, evaluará técnicamente la situación e iniciará el procedimiento administrativo pertinente para, por una parte, realizar la retirada especializada de este tipo de residuos y, por otra, acondicionar el talud, de unos 200 metros lineales aproximadamente», explicó este viernes un portavoz autorizado para la prensa de la institución provincial.
La Diputación explicó que en las instalaciones de Blanco White, «por detrás de la tapia de las instalaciones deportivas» , se abre un camino privado que, al no contar con cerramiento en la actualidad, utilizan de forma habitual y desde hace más de 30 años los vecinos de Fuente del Rey para pasar hacia el hospital de Valme y hacia Sevilla, eludiendo la carretera.
En esta zona, que es propiedad privada de la Diputación, aunque de paso habitual por los vecinos, están depositadas, desde hace 47 años, «unas tuberías y conductos, residuos de la antigua Uralita, que la empresa depositó allí».
La Diputación precisa que no se trata de amianto. «Estas conducciones están hechas de fibrocemento, un material que no presenta toxicidad ni por contacto ni por inhalación, mientras se mantenga como residuo inerte, si no se rompe en trozos».
El amianto era uno de los componentes del microcemento. Al partirse, se liberan partículas casi o incluso microscópicas de amianto que pueden resultar mortales a largo plazo. Avida sostiene que las gráficas médicas de enfermedades respiratorias en Bellavista son anormalmente altas.
Eso sí, recuerdan con agrado las intervenciones de la Diputación en la descontaminación de solares, como el que acogería Jardines de la Alhambra. «Nadie se esperaba que, por la filtración de un arroyo, el amianto hubiera llegado tan profundo, pero no se escatimó para retirarlo». La Diputación se ha gastado más de 300.000 euros en tareas de desamiantado en Bellavista, y llevó a juicio a la sucesora de Uralita para reclamarle el importe de las descontaminaciones.
Una vez se retire de este camino de Blanco White, su destino será uno de los dos vertederos autorizados en Andalucía, en Jerez de la Frontera (Cádiz) o en Nerva (Huelva).
Una de las sustancias más tóxicas que se han fabricado nunca en Sevilla, el amianto, contaminó en otro tiempo muchos solares del barrio de Bellavista. Los antiguos trabajadores de Uralita y vecinos del barrio todavía sufren las consecuencias de aspirar, involuntariamente, el polvo blanco que provoca cánceres como el mesotelioma y otras enfermedades respiratorias.
A raíz de la prohibición del amianto y del cierre de la fábrica en 2002 los terrenos de la factoría y otros depósitos donde se almacenaba o se arrojaban los residuos de amianto numerosas parcelas fueron descontaminadas.
Entre ellas, la que luego sirvió para edificar los bloques de Jardines de Hércules (el propio solar de la fábrica) o el vertedero donde hoy se alza la barriada Jardines de la Alhambra. Sin embargo, queda una parcela por descontaminar. Lo explica Antonio Delgado, de la asociación de víctimas del amianto Avida y él mismo extrabajador de la fábrica de Bellavista.
«Está justo en la cañada real, tras las tapias del Instituto Blanco White. Y a flor de suelo hay gran cantidad de residuos, sobre todo trozos de tubo y de chapa. Y bajo ellos, donde no causa peligro, por ahora, enterrada una capa de polvo de amianto».
La asociación se concentró este sábado en la cercana Laguna de Fuente del Rey, ya en suelo de Dos Hermanas, para reclamar a la propietaria de los suelos, la Diputación provincial, la retirada del amianto. Sobre todo, porque los vecinos de este barrio nazareno utilizan esta vía pecuaria para ir al Cortijo de Cuarto, uno de los símbolos de la identidad nazarena donde está, por ejemplo, la ermita de Valme.
La Diputación, antes de que comenzara la protesta, ya expuso su «sensibilidad» a la reivindicación de la plataforma. «Por eso, evaluará técnicamente la situación e iniciará el procedimiento administrativo pertinente para, por una parte, realizar la retirada especializada de este tipo de residuos y, por otra, acondicionar el talud, de unos 200 metros lineales aproximadamente», explicó este viernes un portavoz autorizado para la prensa de la institución provincial.
La Diputación explicó que en las instalaciones de Blanco White, «por detrás de la tapia de las instalaciones deportivas» , se abre un camino privado que, al no contar con cerramiento en la actualidad, utilizan de forma habitual y desde hace más de 30 años los vecinos de Fuente del Rey para pasar hacia el hospital de Valme y hacia Sevilla, eludiendo la carretera.
En esta zona, que es propiedad privada de la Diputación, aunque de paso habitual por los vecinos, están depositadas, desde hace 47 años, «unas tuberías y conductos, residuos de la antigua Uralita, que la empresa dejó allí».
La Diputación precisa que no se trata de amianto. «Estas conducciones están hechas de fibrocemento, un material que no presenta toxicidad para la salud humana, ni por contacto ni por inhalación, mientras se mantenga como residuo inerte, si no se rompe en trozos».
El amianto era uno de los componentes del microcemento. Al partirse, se liberan partículas casi o incluso microscópicas de amianto que pueden resultar mortales a largo plazo. Avida sostiene que las gráficas médicas de enfermedades respiratorias como el asma bronquial y la Epoc en Bellavista son anormalmente altas.
Eso sí, recuerdan con agrado las intervenciones de la Diputación en la descontaminación de solares, como el que acogería Jardines de la Alhambra. «Nadie se esperaba que, por la filtración de un arroyo, el amianto hubiera llegado tan profundo, pero no se escatimó en gastos para retirarlo». La Diputación se ha gastado más de 300.000 euros en tareas de desamiantado en Bellavista, y llevó a juicio a la sucesora de Uralita para reclamarle el importe de las descontaminaciones.
Una vez se retire de este camino de Blanco White, su destino será uno de los dos vertederos autorizados en Andalucía, en Jerez de la Frontera o en Nerva (Huelva).