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Un furgón de la Policía Nacional y sus agentes vigilan una de las salidas del poblado chabolista del Vacie. / Álvaro García -
Agentes de incógnito de la Policía Nacional se retiran del Vacie. / Á. García
Más de 70 agentes pertenecientes a diversos grupos de la Policía Nacional desarrollaron durante la mañana de este viernes una operación en la que acotaron el asentamiento chabolista del Vacie. Furgones, motos, coches, caballos y hasta un helicóptero que sobrevoló la zona en toda la operación policial.
Durante algo más de tres horas decenas de agentes identificaron casa por casa y vehículo por vehículo a todas las personas que entraban y salían del asentamiento. Unas acusaciones que sirvieron para identificar a las personas que residen en el Vacie. Pero no sólo eso, pues este tipo de operaciones de la policía se utilizan para detener a cualquier ciudadano reclamado judicialmente o algún vehículo que se encontrara denunciado por robo. Al respecto y según fuentes policiales, este viernes los efectivos desplazados no detuvieron a ninguna persona ni retiraron ningún vehículo. Algunos vecinos de la zona explicaron a este periódico que los agentes detuvieron a un menor de edad reclamado por escaparse de un centro de menores, aunque esta información no la confirmaron las fuentes de la operación.
La visita por sorpresa de los grupos especiales de la Policía Nacional se desarrolló de forma pacífica y sin lamentar ningún altercado. Comenzaron sobre las 10.30 horas. Repartidos por todo el poblado y cubriendo las tres zonas de salida, la Policía fue identificando a todo el personal que se encontraba en la zona. Esto sirve tanto a la Policía Nacional como al Ayuntamiento de Sevilla para tener una idea aproximada de las personas que continúan viviendo en el poblado.
Agentes a caballo por el parque; otros en moto y furgones cerrando las entradas y controlando las salidas; un helicóptero sobrevolando la zona y varios agentes a pie por el poblado. Un ejemplo de la fuerza de los grupos de la Policía Nacional y que no gustó a los residentes del poblado que se mostraron ante este periódico «enfadados y molestos por las formas de actuar» de la Policía. «Como si fuéramos delincuentes», manifestaron.
Miguel Saavedra, residente del Vacie, afirmó también a este diario, mientras esperaba a que llegara su hijo de la escuela de verano, que se levantó de la cama porque la chabola donde vive junto a su familia empezó a temblar. «El helicóptero estaba justo encima de nuestra casa, volaba muy bajo y el techo tembló. Me levanté de la cama y vi a todos los policías». Este mismo vecino advirtió a este medio que evitara entrar en la zona porque los ánimos de los vecinos estaban «muy caldeados».
Hay que recordar que el Ayuntamiento recibió 15 millones de euros de los fondos europeos FEDER para los 72 proyectos de la convocatoria del programa Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible para las zonas Norte y Macarena con el fin de reducir las desigualdades socio-económicas de esos dos barrios respecto a otros. Ahí está incluido el realojo de las últimas familias que continúan en el Vacie.