La Navidad está a la vuelta de la esquina y con ella llegan los villancicos, los mantecados, los belenes y también la puesta en marcha de campañas solidarias. Llega la hora de llenar el carro para las familias más desfavorecidas. Un año más el Banco de Alimentos organiza la Gran Recogida de productos de consumo básico de primera necesidad en un total de 420 establecimientos de Sevilla y su provincia.
En esta campaña, en la que colabora, entre otros, la cadena de supermercados Mercadona, se ha fijado el objetivo de alcanzar 800.000 kilos de alimentos en Sevilla, la misma cantidad del año pasado porque, como dice el presidente del Banco de Alimentos en Sevilla, Agustín Vidal, lamentablemente las necesidades no han disminuido aunque parezca que se ha salido ya de la crisis. «Seguimos teniendo muchas necesidades y muchas personas que a lo largo del año necesitan del apoyo que presta el Banco de Alimentos. Actualmente el nivel de beneficiarios es de 50.000 personas aproximadamente».
Unas cifras que motivan y hacen más que necesarias este tipo de iniciativas en las que todos echan una mano. Desde los más de 6.500 voluntarios alistados en Sevilla a los trabajadores de los establecimientos implicados, como el supermercado de Mercadona que se localiza en la avenida de Kansas City de Sevilla. «Tenemos un box junto a la salida, donde los clientes pueden ir depositando los alimentos más demandados por el Banco de Alimentos. Cuando se llena, lo llevamos a nuestros almacenes para posteriormente trasladarlo a las instalaciones del Banco de Alimentos », ha explicado esta mañana Pablo Ruiz, trabajador de Mercadona.
Un plan social diario
Precisamente, Mercadona realiza un importante plan de acción social en Sevilla durante todo el año. Cada día retiran alimentos perecederos del lineal que «son aptos para el consumo pero no para la venta» al caducar unos días después según su política de empresa. Estas cajas de productos de primera necesidad, con son carnes de todo tipo, pescados o verdura, las distribuyen sus repartidores a primera hora de la mañana entre los comedores sociales de Triana, Dulce Nombre-Bellavista, Pumarejo, San Juan de Dios y El Resucitado de Utrera, así como en el Centro de Acogida Regina Mundi del municipio de San Juan de Aznalfarache.
Un reparto de solidaridad que motiva e ilusiona a los propios trabajadores de Mercadona, más allá de sus obligaciones laborales. También a las hermanas de la Institución Benéfica del Sagrado Corazón de Jesús que, a las puertas de la casa de acogida en San Juan de Aznafarache, reciben con los brazos abiertos estos productos frescos que no tienen con otras donaciones. «Son productos perecederos que complementan otras donaciones que recibimos y que nos permite ofrecer un menú variado y atractivo para nuestros usuarios. Necesitamos a gente que nos apoye, solas no podríamos gestionar esta casa», reconoce la hermana Elisa, superiora del centro, que recuerda que en estas instalaciones, que comenzaron a funcionar en los años cincuenta, se ofrece «un hogar» a personas con enfermedades crónicas que precisan de un máximo cuidado pero que no tienen familias ni recursos para ello.
Con los comedores sociales
Igualmente ocurre con los comedores sociales de la hermandad del Dulce Nombre del barrio de Bellavista y con el del Pumarejo que gestionan las Hermanas de la Caridad, centro que actualmente da de comer a una media de 300 personas al día. Una cifra a la que «nos hemos acostumbrado» pero que es un síntoma inequívoco de que «aún no ha terminado la crisis» ni las penurias para muchas personas.
En las cocinas de estos centros se preparan menús para quienes padecen las consecuencias de una crisis interminable. Aún así, sus voluntarios recuerdan que la mejor receta es «el cariño» y «la alegría» que reciben en sus bandejas y en las que Mercadona colabora de una manera activa. En el caso del Pumarejo, se recuerda lo vivido en las pasadas navidades. «Las navidades del año pasado fueron de Mercadona como nunca antes la habíamos vivido. Nos trajeron ocho o nueve furgonetas de carne... esos filetes de todo tipo, esas bandejas variadas, esas torre de cajas de Mercadona que no se veía ni la hornilla... Disfrutamos muchísimo dándolo todo a los más necesitados», confiesa Sor Esperanza.
Recuerdos de unas navidades más alegres para quienes menos tienen. Con este compromiso, la cadena de supermecados Mercadona mantiene un plan de acción social que en 2017 ha supuesto el reparto de «más de 350 toneladas de productos de primera necesidad» en Sevilla a través de diferentes iniciativas que contribuyen a «dar un hogar a quien no lo tiene» o «un plato de comida caliente» a quien pasa por una mala racha. Es el valor de la solidaridad de esta conocida compañía de alimentación.