En la encrucijada de elegir el color del presupuesto

Espadas busca los apoyos para sacar adelante sus segundas cuentas de gasto como alcalde. C’s ve «avances», el PP medita la abstención y Participa e IU esperan un guiño socialista

15 ene 2017 / 21:22 h - Actualizado: 15 ene 2017 / 21:22 h.
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  • El alcalde tiene ahora que iniciar las negociaciones del presupuesto. / Manuel Gómez
    El alcalde tiene ahora que iniciar las negociaciones del presupuesto. / Manuel Gómez

Presentadas las enmiendas al borrador de presupuestos del gobierno local de todos los partidos de la oposición, que se dieron de margen hasta el pasado jueves, se abre el plazo para la negociación. El baile de declaraciones para tensar la cuerda al máximo arrancó el segundo después de la presentación de las líneas generales por las que irán los gastos municipales para este 2017. Una declaración de intenciones que, como era de esperar, ha tenido reacciones de todo tipo.

Y es que ningún partido quiere quedarse fuera. Todos quieren incluir en mayor o menor medida algunas de sus propuestas e inclinar la balanza hacia izquierda o derecha según el caso.

Quienes jugaron el año pasado un papel determinante, como Ciudadanos o Izquierda Unida, no quieren perder el rol. Si bien, el portavoz de la federación de izquierdas, Daniel González Rojas, ya advirtió que este año no se siente con la espadas de Damocles de prorrogar con una abstención –o un no– los presupuestos de Zoido. Más de 340 enmiendas y modificaciones de hasta 23,5 millones han llegado a presentar para atender a las emergencias sociales. «No es un regateo o un intercambio de fichas, se trata de conseguir un presupuesto que sea útil a la ciudadanía».

Algo más barato vende su apoyo Ciudadanos. Al igual que el pasado año, el sí de los de Javier Millán se centra en 31 enmiendas y una modificación de 10 millones cuyo eje central es conseguir impulsar económicamente el Año Murillo duplicando la dotación para la efeméride.

El PP ha decidido cambiar de postura este año, apuesta por cambiar de táctica y ha dejado sobre la mesa la posibilidad de una abstención a cambio de que se acepten sus enmiendas y, lo más importante para ellos, de una bajada de los impuestos. Su principal propuesta pasa por frenar la petición de un préstamos hipotecario que contemplan las cuentas –por valor de unos 19 millones de euros– y sustituir esa partida por los beneficios que se obtengan de la venta de los edificios de la Gavidia y la calle Pajaritos. Una idea que no convence al gobierno porque, aseguran, frenaría las inversiones en 2017.

Y Participa Sevilla, que aún está pendiente de que se resuelva su recurso tras no poder debatir sus enmiendas, ha planteado un bloque de enmiendas que suponen la modificación de hasta 12 millones. La formación, eso sí, considera que el gobierno ya tiene cerrado un pacto con Ciudadanos y el PP.

El alcalde, que sabe que tiene que jugar bien sus cartas, una vez más, para hacer suya la partida, juega la mano de que es mejor para los ciudadanos no prorrogar unos presupuestos, aunque estos ya no sean los de su predecesor Juan Ignacio Zoido. El regidor insiste en que no hay pacto alguno –«son posicionamientos tácticos»–, que no se han dilatado los plazos –«se ha cumplido las peticiones de los grupos»– y que ahora empieza la negociación en la que está abierto a todos los grupos por igual. El tiempo dirá quién llevaba mejores cartas.

BAJAR LOS IMPUESTOS Y LA VENTA DE LA GAVIDIA CONDICIONAN SU ABSTENCIÓN

Los populares fueron los primeros que, a primeros de diciembre, pusieron sobre la mesa las líneas maestras que condicionaban su posible apoyo a los presupuestos municipales. En un evidente cambio de actitud frente a la postura del año anterior, apostando en esta ocasión por una oposición constructiva y no por una postura inmovilista, su portavoz adjunto, Beltrán Pérez, hablaba de «responsabilidad» y relataba la lista de exigencias de su formación que se sustentaba en cinco líneas maestras. La primera, y más importante para el PP, pasaba por una bajada de impuestos en una ciudad a la que «no le salen las cuentas». Ya que, según aseguraron, en 2016 se subieron los tributos en 30 millones de euros y se quedaron sin gastar otros 150 millones.

Sobre Plaza Nueva sobrevuela la posibilidad de que, en esta ocasión, PSOE y PP alcancen un acuerdo histórico en el Ayuntamiento de Sevilla para sacar adelante y de forma conjunta estos segundos presupuestos de la era Espadas. Algo que sorprendería sobre todo por lo ocurrido el pasado año durante la votación de las cuentas de gasto, cuando la presidenta del pleno, Carmen Castreño, impidió el debate y valoración de las enmiendas de los populares y del grupo de Participa de Sevilla. Una negativa que acabó en los tribunales y que, de momento, espera una resolución definitiva sobre la legalidad del proceso llevado a cabo.

Pensando en el futuro, el PP ha puesto sobre la mesa un amplio paquete de enmiendas que «responden a necesidades de los sevillanos» y que tratan de «impedir el regreso a la política socialista ya conocida de más impuestos y deudas». Así, plantean un total de 59 modificaciones a las cuentas, por un importe de 33,6 millones de euros, cuya principal acción se sostiene en evitar que el gobierno local tenga que llevar a efecto una operación hipotecaria de 19 millones de euros para favorecer la inversión. Algo que se pueden evitar con la venta de dos inmuebles que el Ayuntamiento «no necesita y que generan unos gastos innecesarios, La Gavidia –como superficie comercial– y la sede de la calle Pajaritos –como oficinas–».

Además, las enmiendas suponen un impulso a las políticas sociales, para las que piden 4,1 millones en mejoras. De ellos, 1,7 millones irían destinados para vivienda, 2 millones para la reactivación económica y uno para creación de empleo. También se aboga por potenciar la participación ciudadana (2,1 millones), la cultura (3,9 millones) y la movilidad.

HAY «AVANCES SIGNIFICATIVOS» PARA QUE SE REPITA EL PACTO DE 2016

Ciudadanos fue el invitado inesperado en la aprobación de los últimos presupuestos. Su portavoz, Javier Millán, y el alcalde Juan Espadas firmaron un pacto de mínimos –coincidiendo casualmente con la negociación en Madrid entre Albert Rivera y Pedro Sánchez para la investidura de éste como presidente del Gobierno– con el que los tres concejales de la formación naranja garantizaba su sí a las cuentas de gasto, que finalmente salieron adelante con el apoyo casi in extremis de los ediles de Izquierda Unida.

Para este segundo round, Millán ha planteado al gobierno local un total de 31 enmiendas, que suponen unos 10 millones de euros, y que a su juicio dejan a las claras que desde su grupo «se están trabajando como se debe». Entre ellas se encuentra elevar de 1,2 millones a 2 millones de euros las partidas destinadas a actuaciones en los parques empresariales de la ciudad, sustituir el «descenso» previsto en las subvenciones al pequeño comercio minorista y líneas de ayudas directas a los jóvenes emprendedores y a las mujeres emprendedoras, con partidas de 200.000 euros en cada caso.

Pero además, desde Ciudadanos se ha puesto como condición a su apoyo definitivo duplicar la inversión que se destinará al Año Murillo, ya que consideran que «la partida prevista por el gobierno es ridícula para desarrollar lo que ellos mismos proponen para esta conmemoración». Y recordó que su grupo «ya presentamos un documento con 25 ideas con el fin de enriquecer el proyecto inicial, que fueron bien acogidas por el gobierno» y que de momento son objeto de «un irresponsable retraso». Junto a ello, también se proponen partidas para la capillita de San José, el convento de Santa Clara y la Fábrica de Artíllería.

Más allá de estas propuestas, desde Ciudadanos también han reconocido que llevan «varias semanas» sentándose con el gobierno municipal para negociar su posible apoyo al presupuesto. Y aunque el propio Millán reconoció hace solo unos días que durante las últimas sesiones de trabajo se habían producido «avances significativos» entre ambas partes prefería mantener la prudencia. «Se está progresando adecuadamente pero aún estamos lejos de un acuerdo».

Lo que pasará es aún una incógnita. Pero tan solo el hecho de que se cumpliera el 90 por ciento de los acuerdos alcanzados el pasado año entre las dos formaciones para apoyar las cuentas parece garantía suficiente para que se reedite el pacto.

REDISTRIBUIR MÁS DE 10 MILLONES PARA AFRONTAR LOS GASTOS SOCIALES

Fueron valedores, junto a IU, del alcalde Juan Espadas, para su llegada a la Alcaldía aunque ahora ese acercamiento que vivieron al inicio del mandato esté en horas bajas. Ya en la negociación de los primeros presupuestos de Espadas, Participa Sevilla no logró incluir todas las enmiendas que presentaron y que consideraban clave para apoyar las cuentas. A esto se le sumó que en el debate de aprobación inicial no pudieron debatir sus enmiendas. Algo que llevó a la formación a denunciar ante los tribunales, que les han dado la razón. Este es el escenario con el que la formación se presentan de nuevo en la negociación de los presupuestos. Si bien, hay que reconocer que tanto entonces como ahora, el gobierno local ha adaptado los plazos a las necesidades de la formación para que ésta realice las consultas pertinentes con sus bases.

Participa Sevilla es el único partido de la oposición que aún no ha dado a conocer en detalle sus enmiendas al borrador de presupuestos de este año aunque su concejal, Julián Moreno ya ha deslizado algunas pistas de cuáles serán sus prioridades a la hora de incluir sus propuestas.

Moreno aseguró que la propuesta del gobierno municipal tiene «enormes carencias» a la hora de plantear iniciativas para resolver los «problemas» de la ciudad. «Las cuentas tienen un carácter continuista», algo que además «se puede agravar si se confirma el acuerdo con el Partido Popular». Las enmiendas de Participa rondan los 12 millones, destinados principalmente al aumento del gasto social, aunque la formación ha dejado claro que «de ninguna forma son los presupuestos por los que apostaría Participa».

«Es el momento para que Espadas apueste por una política de cambio y no por una política conservadora como viene realizando en esta legislatura, similar a la que realizó el PP cuando estaba en el Gobierno y que ahora se puede transformar en su principal socio para aprobar los presupuestos», aseguró Moreno, tras avisar de que en las cuentas para 2017 del PSOE «la música puede sonar bien, pero una cosa es la partitura y otra como lo interpretan los músicos». Y es que las modificaciones realizadas en el presupuesto de 2016 dejaron algunas partidas comprometidas con Participa Sevilla sin las cuantías necesarias para su desarrollo. Por ello, Moreno aseguró que «en los últimos meses Juan Espadas ha demostrado su poco compromiso con lo aprobado en el año 2016».

UNA LISTA DE 340 ENMIENDAS PARA ATENDER LAS EMERGENCIAS SOCIALES

Fueron la llave para dejar atrás las últimas cuentas aprobadas por la anterior corporación municipal, comandada por Juan Ignacio Zoido. Su sí, que mantuvo en tensión hasta el último segundo a toda la bancada socialista, permitió al alcalde de Sevilla sacar adelante sus primeras cuentas de gasto a la primera gobernando en minoría. Pero todo lo acontecido desde entonces hasta ahora complica que un escenario igual pueda volver a repetirse. Durante este año, «se han enfriado las relaciones» con el gobierno local, aseguró el jueves el portavoz de IU, Daniel González Rojas. El hecho de que en estos meses se hayan realizado modificaciones presupuestarias dejando muchas de las partidas previstas para proyectos comprometidos con la formación de izquierdas, tampoco lo pone fácil. «El PSOE va girando a la derecha cada vez más», lamentó González Rojas quien sigue reclamando exactamente lo mismo que la primera vez que se plantó ante los medios: «pan, trabajo y techo» para todos los sevillanos. Precisamente en esta línea, en la de atender las emergencias sociales, es en la que van las más de 340 enmiendas –342 para ser exactos– que han presentado a Juan Espadas para reeditar su voto favorable a las cuentas para este 2017. Unas propuestas que implican 23,5 millones y que suponen la modificación de hasta 35 líneas del borrador del gobierno. Un paquete que, aseguró González Rojas, «no es una carta a los Reyes Magos ni se trata de un regateo o un intercambio de fichas, son las políticas mínimas para que el presupuesto sea útil a la ciudadanía».

Las propuestas se vuelcan en la mejora de las políticas de empleo, duplicando el plan de empleo de locales de Emvisesa, creando un Observatorio de Empleo o triplicando fondos para el bonobús social. En vivienda, piden incrementar 2,2 millones, un plan municipal, más ayudas al IBI, un plan para jóvenes y recuperación de viviendas vacías, entre otros. Para conseguir una ciudad más sostenible, planean 1,8 millones más para políticas de bicicleta, un millón más para accesibilidad y peatonalizaciones, recuperar el plan centro con limitación del tráfico privado en el casco histórico o el desarrollo de líneas de tránsito rápido.

También se acuerdan de los barrios, el pequeño comercio, los huertos urbanos, las instalaciones deportivas, los polígonos industriales, las políticas de igualdad, la participación ciudadana, cooperación al desarrollo, memoria histórica...