¿Cómo es el camino hacia la innovación ?
—Para ver si existe una oportunidad de negocio primero hay que explorar el entorno, por si alguien está haciendo lo mismo, eso te sirve de inspiración o para contrastar si tu idea tiene mercado. Luego hay que concretar esa oportunidad de negocio y concretar en un segmento, se trata de validar si puedes resolver una necesidad a alguien. Luego vendrá el definir qué proponemos. Habitualmente hemos enviado productos o servicios al mercado sin haber testado si existía una necesidad que resolver. Esto podía servir para productos con cierta certidumbre, hoy prácticamente es imposible por la gran oferta. Casi todos los sectores están saturados y es muy complicado encontrar pequeños nichos y si los encuentras vas a tener una elevada incertidumbre, por eso hay que invertir el proceso.—Habla de que hay saturación en el mercado. En los días que corren, con la proliferación de startups, es muy fácil que haya proyectos similares por no decir iguales. ¿Cuál es la fórmula para que todos tengan su espacio en el mercado?
—En función del mercado se tiende a la aglomeración o a la unión de muchas de estas empresas, pero es por una cuestión de escala. Ocurre con todas las empresas de última milla. Comprea, por ejemplo, ha adquirido Lola Market. También vemos cómo hay pequeños nichos que no son atendidos. En el sector turístico, hay pequeñas empresas que están dedicadas a nichos muy concretos como el single, la monoparental, personas con mascotas... Al final la superespecialización es una de las vías de la innovación y probablemente sea la única vía para conseguir un modelo de negocio. Otra cosa es que luego puedas expandir tu modelo a otros segmentos.—En alguna ocasión ha dicho que innovación no es necesariamente tecnología.
—Al final la innovación es cambiar algo en el modelo de negocio existente y que suponga aportar valor al cliente. Esto tiene que cumplir un triple requisito: que sea deseable, que sea factible y además viable y sostenible en el tiempo. No tiene por qué ser en producto o servicio. Sí que es cierto que la digitalización ha hecho posible que podamos automatizar muchos procesos, por ejemplo el cómo nos relacionamos con el cliente, como con los chatbots. —¿Cree que es suficiente el impulso que se le está dando a la innovación?
—Producto de la crisis, muchos de los departamentos de I+D+I se desmantelaron de las grandes corporaciones. Pero ahora hay un modelo que está funcionando bien que es el de la aceleradora corporativa. Grandes compañías como Iberdrola, BBVA o Telefónica se han dado cuenta de que no son lo suficientemente ágiles para encontrar respuestas al mercado, con lo cual han decido mirar al ecosistema emprendedor y lanzarles retos, y ya verán si tiene potencial o tracción y se reservarán el derecho de ver si lo incorporan a la línea de negocio o bien participa en ellas.—¿Cree que Sevilla es innovadora?
—Hay mucho talento, quizás falte que nos lo creamos. Pero prácticamente la gente que sale de la universidad aspira a trabajar en entornos de la Administración pública. En otras ciudades, como Valencia, por ejemplo, hay todo un ecosistema de startups que de alguna manera le dota de un dinamismo algo mayor y una alternativa al empleo. Desde espacios el Concurso de ideas de negocio de la Universidad de Sevilla no estamos incitando que los universitarios creen empresas, pero sí dotarles de herramientas para que sean personas con iniciativa, creatividad, con capacidad de observación y comprensión del entorno. Habilidades que hoy demandan las grandes empresas, que son las que buscan que la innovación esté promovida por los propios empleados.—Es conocedor de espacios como el CREA y El Cubo de Telefónica, con participación de la Administración, y de proyectos como el Startup Weekend, que son independientes. ¿Cree que el modelo público-privado fomenta un ecosistema emprendedor saludable?
—Soy crítico con que inciten a emprender si después es imposible darles las herramientas necesarias. Les dicen que es fácil emprender pero esto no es fácil en absoluto, y te encuentras con personas a las que les propones determinados tipos de tarea, como que validen el proyecto con una serie de entrevistas, y ves cómo las ganas, el ímpetu y el tiempo que le dedican no es el que esperas. Muchas veces es culpa de quien hace esa llamada a emprender porque la mayoría de las veces están esperando que tú les realices ese trabajo. Se les está trasladando una idea equivocada de lo que es emprender. En El Cubo somos críticos con el mentor ejecutor, el mentor te sirve como guía, no te hace el trabajo. —¿Cualquiera está capacitado para emprender?
—El que emprende tiene que llevar la mochila libre de responsabilidades. A veces hemos ayudado a personas en situación de riesgo emprender pero no tienen la mochila libre; para emprender hay que estar libre de cargas porque muchas decisiones se tienen que tomar con sacrificio de dinero y tiempo. Acabamos creando personas subsidiadas y están eternamente en estos espacios; al final es gente que se está formando.