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El alcalde de Sevilla, Juan Espadas. / EP
El alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, ha anunciado que el proyecto de presupuestos para 2020, el primero del nuevo mandato, planteará el desarrollo de un "gran plan de inversión" que irá ligado a las pautas marcadas en el plan estratégico de la ciudad, centrándose así en el desarrollo de infraestructuras necesarias, seguir dotando a los barrios de equipamiento y una "buena inversión" en las zonas de transformación social de la capital.
En una entrevista concedida a Europa Press, Espadas suma a estas prioridades la modernización y digitalización del Ayuntamiento, con una previsión de en torno a 40 millones en los próximos tres años, "una necesidad para que se tenga una mayor capacidad de competir".
El nuevo mandato, que arranca "con los deberes hechos", parte de los pilares que han sustentando el desarrollo del anterior. Espadas detalla que se ha conseguido cumplir el objetivo principal de sanear el Ayuntamiento para tener una mayor capacidad operativa y se ha reducido la deuda desde los 440 millones de 2014 a 234 millones en 2019.
Entiende que esto supone un potencial para tener capacidad de financiación externa, para "asumir nuevos retos en los próximos años desde la solvencia, sabiendo que se pueden priorizar mayores inversiones en infraestructuras e inversión social sin el lastre de decisiones que se tomaron en mandatos anteriores" y que "supusieron mejores equipamientos pero que había que pagarlos".
En este marco, deja claro que "la clave ahora es flexibilizar" la capacidad de inversión y de gasto de los ayuntamientos. "Si seguimos estando tan limitados para invertir como consecuencia de las normativas estatales, los ciudadanos no entenderán para que se hace ese esfuerzo de saneamiento", concluye.
Al hilo de ello, ha explicado que se ha alcanzado un acuerdo con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para abordar el empleo del superávit. "Los ayuntamientos ahora tienen limitación legal injusta porque los municipios son los principales cumplidores de las normas de estabilidad presupuestaria y de control del déficit, algo que tendrían que serlo también más las Administraciones regionales y estatal", advierte.
Por ello, pide que se flexibilice en los ayuntamientos saneados y que estos cuatro años se puedan dedicar a invertir los superávit de ayuntamientos como el de Sevilla, algo que entiende que es "fundamental".
"Queremos hacer un volumen de inversión más importante en barrios de la ciudad a través de la Gerencia de Urbanismo y de Emasesa y una inversión muy especial en el gasto social, en las cinco zonas que acumulan las mayores tasas de paro y con problemas de mayor calado", añade, tras incidir en que Sevilla "vive un momento dulce porque tiene resueltos algunos de los problemas más importantes pero tiene retos muy ambiciosos por delante".
Según subraya, "Sevilla está creciendo, reduciendo el desempleo, siendo capaz de generar inversiones productivas de empresas que reducirán las tasas de paro a mínimos históricos en la ciudad y eso es tener un proyecto ambicioso que colocará a la capital estos cuatro años en su mejor momento económico".
En este sentido, deja claro que "cada uno ha de hacer sus deberes" y se ha mostrado "orgulloso" de que Sevilla no solo sea un destino turístico atractivo sino la "referencia para empresas que quieren invertir en el sector tecnológico y de firmas que ven en la ciudad una oportunidad de crecimiento". "Eso se ha conseguido gracias a salir fuera y a promocionar fuera nuestra imagen de marca", concluye.