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El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, conversa en el pasado pleno con el portavoz del gobierno y delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz. / Manuel Gómez
A poco más de un año para que se celebren las elecciones municipales, Juan Espadas da un golpe de timón y remodela su gobierno para tapar algunas de las goteras más evidentes de su gestión. En concreto, la decisión del alcalde permitirá dar un nuevo impulso a Parques y Jardines, mejorar la gestión interna y modernizar el Ayuntamiento, así como intensificar su apuesta por los barrios. Tres patas de un proyecto con vocación de continuidad y para cuya consecución se crearán cuatro nuevas delegaciones municipales y tres direcciones generales llamadas a reforzar a un ejecutivo limitado por los escasos once concejales con los que cuenta la bancada socialista.
La reforma afecta a tres de las macroáreas en las que está organizado el Consistorio. Así, en Hábitat Urbano, Cultura y Turismo se «priorizará» la integración de Medio Ambiente en la Gerencia de Urbanismo. «Una demanda de ciudad», dijo ayer el alcalde, para la que «ya no hay excusas. Entre otras cosas, porque la aprobación de la Ordenanza Reguladora de Obras y Actividades (OROA) requiere de esta fusión para agilizar definitivamente las licencias de nuevos establecimientos. Esto implicará, a su vez, la creación de una delegación de Parques y Jardines, que coordinará la gestión del actual director Adolfo Fernández Palomares, y que recaerá sobre el concejal David Guevara, actual delegado de Deportes, responsabilidad que también mantendrá.
Asimismo, dentro de esta misma área se creará una dirección general para la Gestión del Patrimonio Histórico-Artístico, que «coordinará todas las competencias que en esta materia se incluyen dentro de Hábitat Urbano», dijo Espadas. En este sentido, también insistió que su idea es que sea una experiencia piloto de gestión de un área que «debe ser importante» en el siguiente mandato. De hecho, entre las responsabilidades de su gestor estará la elaboración del demandado plan director.
En lo que respecta al área de Hacienda y Recursos Humanos, encabezada por Joaquín Castillo, se crearán dos nuevas delegaciones. La primera, denominada de Recursos Humanos, se encargará de «ultimar en lo que queda de este mandato» la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) del Ayuntamiento. Será la actual delegada del distrito Macarena, Clara Macías, quien asuma sus competencias. Por otro lado, se habilitará la Delegación de Modernización Digital en la que estará al frente la delegada de los distritos San Pablo-Santa Justa y Nervión, Inmaculada Acevedo. Su labor estará encaminada a la puesta en marcha de «nuevos procedimientos de gestión» que logren «revolucionar internamente» al Consistorio.
La última gran revolución del gobierno está relacionada con los barrios, una parcela que hasta el momento asumía en solitario la incombustible Adela Castaño. Al área de Participación Ciudadana, Educación y Edificios Municipales se incorpora el «apoyo» de la Delegación de Coordinación de Distritos, que encabezará Myriam Díaz, actual delegada de Juventud y Relaciones con la Comunidad Universitaria y del distrito Norte. El objetivo de Espadas pasa porque «en los próximos nueve o diez meses se resuelvan todas las situaciones que están pendientes en los barrios». Un caladero importante de votos socialistas, algo descontentos con la gestión de estos últimos meses, y que el propio alcalde consideró como «claves» para su futuro político.
La reforma se cierra con el nombramiento de dos directores generales cuyos nombres aún se desconocen. Uno de ellos se encargará de Salud Pública y Protección Animal, adscrita a la Delegación de Bienestar Social y Empleo que lidera el concejal Juan Manuel Flores. Por otro lado, en el ámbito del área de Economía y Relaciones Institucionales que comanda Carmen Castreño, se crea la de Promoción y Acción Exterior, «el embrión de lo que debe ser en el próximo mandato», señaló Espadas. Su labor, similar a la que se lleva a cabo en Madrid o Barcelona, será la de coordinar la acción de promoción de Sevilla y el trabajo en las distintas redes de ciudades en las que se integre la capital hispalense.
Ninguno de los cuatro delegados nuevos renunciará a sus actuales funciones en el gobierno local. Tampoco habrá cambios en los responsables de los distritos ni supondrá un coste para las cuentas municipales. ¿Cómo será posible este ahorro? Para crear estas tres nuevas direcciones generales, el alcalde ha decidido concentrar en una sola persona las de aquellos distritos que comparten delegado. Es decir, San Pablo-Santa Justa y Nervión (Inmaculada Acevedo), Triana y Los Remedios (Carmen Castreño), y Sur y Bellavista-La Palmera (Joaquín Castillo), tendrán a partir de este momento a un solo director general.
Críticas de la oposición
Pocos después de conocerse la noticia, la oposición criticó al unísono esta modificación del ejecutivo. Desde Cs, su principal apoyo en lo que va de mandato, la calificaron como «una confesión en toda regla» de su «fracaso en la gestión». Su portavoz, Javier Millán, dijo que este cambio «llega tarde» y que «no dará tiempo a que sus efectos se noten». De igual modo, el líder del PP, Beltrán Pérez, habló de «fracaso de la gestión» y de «tres años perdidos», señalando que supone un «intento desesperado de reconducir la parálisis y el bloqueo en el que está la ciudad».
También se pronunció sobre esta remodelación el portavoz municipal de IU, Daniel González Rojas. En este sentido, indicó que «si bien estos cambios no dejan de ser una operación de marketing del PSOE para intentar dar un imagen de dinamismo en un año preelectoral, lo cierto es que evidencian el gran fracaso del gobierno de Juan Espadas en tres áreas claves de gestión, como parques y jardines, recursos humanos y distritos».