Espadas usa el superávit para liquidar ocho millones en facturas

El Consistorio dejará el contador a cero de estos pagos pendientes con el remanente positivo de 2017

Iñaki Alonso @alonsopons /
19 jun 2018 / 22:12 h - Actualizado: 20 jun 2018 / 08:14 h.
"Economía","Ayuntamiento de Sevilla","Crisis","Pleno del Ayuntamiento de Sevilla"
  • El alcalde de Sevilla, Juan Espadas. / El Correo
    El alcalde de Sevilla, Juan Espadas. / El Correo

El superávit permitirá dejar a cero el contador de facturas pendientes de pago que lleva arrastrando el Ayuntamiento de Sevilla, algunas de ellas desde hace cinco y seis años. El gobierno de Juan Espadas pretende liquidar de un plumazo los 8,1 millones de esas llamadas facturas en los cajones gracias a las buenas cifras económicas del último ejercicio, que cerró con un remanente de tesorería positivo de más de cien millones. De ellos, el Ministerio de Hacienda le permite utilizar un tercio, es decir, 33,4 millones de euros, para amortizar deuda, abonar facturas pendientes y, en último extremo, inversiones que se cataloguen como financieramente sostenibles, aunque en este último caso habrá que hilar fino para salvar el restrictivo marco normativo que se diseñó durante la etapa de Cristóbal Montoro al frente del departamento de Hacienda para evitar controlar el endeudamiento de la administración.

El dinero para invertir, por tanto, será la última etapa. La primera es la de sanear las cuentas. En ese escenario, el gobierno municipal someterá el viernes a debate del pleno una propuesta que permita destinar 7,6 millones de euros del citado superávit a abonar las facturas procedentes de ejercicios cerrados, es decir, de años anteriores. El Ayuntamiento no solo liquidaría sus cargos pendientes, que se elevan a 3,6 millones, sino también las de la Gerencia de Urbanismo, que es el mayor deudor histórico, con pagos pendientes por valor de algo más de cuatro millones. El informe del área de Hacienda indica que se utilizará el superávit municipal para poner al día en sus facturas a la Gerencia dado que «no podría financiarla con su superávit, al ser su remanente de tesorería para gastos generales negativo». De hecho, las cuentas de Hacienda reflejan una cuantía en rojo de 12,3 millones. De esta manera, Urbanismo procederá con esta maniobra al pago de facturas que van desde actuaciones de reposición –que asciende a 2,1 millones–, la conservación de monumentos y edificios, inversión realizadas en el patrimonio municipal del suelo e incluso en gastos más corrientes como el agua, la luz o el mantenimiento de equipos informáticos, donde se arrastraban pagos de años anteriores.

Mientras, el Ayuntamiento acabará con 3,6 millones de facturas antiguas, la mayoría de ellas procedentes de gastos por consumo eléctrico, donde se adeudaba cerca de 3,5 millones de euros. Las otras partidas, por tanto, son cantidades menores.

También liquidará todas sus facturas pendientes de abono la Agencia Tributaria, cuya rémora ascendía a cerca de medio millón (472.065 euros). En su caso, a diferencia de Urbanismo, sí podrán hacer uso de su superávit, ya que cerró el ejercicio presupuestario pasado con un remanente de 907.566 euros, que puede usar en su integridad y sin restricciones.

Por tanto, de aprobarse la modificación en el pleno, el Ayuntamiento resetearía su contador de facturas, dejándola prácticamente a cero con fecha del 31 de diciembre de 2017. No sería totalmente porque quedaría por abonar las operaciones pendientes de ejercicios cerrados tanto en el Instituto de Cultura y Artes de Sevilla (ICAS), que arrastra pagos por valor de 45.330 euros, y el Instituto Municipal de Deportes (IMD), con 32.632 euros. Nada que ver con los 52 millones facturas sin pagar que Zoido denunció que dejó Monteseirín ni los nueve millones que el exalcalde del PP dejó a Juan Espadas.