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Aspecto que presenta la batería de contenedores alineados en un extremo de la plaza de San Marcos, esquina con la calle Socorro. / El Correo
Es un problema de salubridad y «malos olores». También de «mala imagen» para quienes a diario transitan por este punto del Casco Norte en su visita turística por la ciudad. La concentración de contenedores en un extremo de la plaza de San Marcos podría tener sus días contados. El Ayuntamiento estudia la opción de soterrar estos cubos como posible alternativa para dar respuesta a la reclamación realizada hace meses por vecinos y comerciantes de la zona.
En una reciente reunión mantenida con responsables del distrito y de Lipasam, la empresa pública que gestiona la recogida de residuos en la ciudad, la asociación de vecinos y comerciantes de San Marcos ha recibido la buena noticia de que se va a estudiar la implantación de contenedores soterrados en este céntrico punto, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y que concentra un gran número de comercios y establecimientos hosteleros. Según han explicado los vecinos, desde el distrito se les ha informado de que ha comenzado «el estudio de viabilidad» para ver si es posible disponer de puntos soterrados de recogida «similares a los que ya hay en la zona del Pumarejo». Desde un primer momento, se ha desechado la opción de los contenedores grandes de 5.000 libros «al no haber terreno suficiente». El anuncio de esta iniciativa ha sido aplaudido por la entidad vecinal, que espera que finalmente se pueda llevar a cabo «antes de final de año» en beneficio del barrio y del turismo en general. «Hemos visto que hay buena disposición por parte del distrito y que se han puesto manos a la obra. Es una cuestión básica, pues con lo bien que ha quedado todo tras la transformación urbanística de la plaza, no entendemos que se hayan mantenido los cubos», explica el portavoz vecinal de San Marcos, Yeray Iglesias. Y es que en estos momentos en la esquina de la plaza con la calle Socorro se llegan a acumular hasta nueve contenedores de basura: siete de residuos orgánicos y dos de reciclaje de papel y vidrio.
Mientras que llega «la solución definitiva», los vecinos y comerciantes de San Marcos plantean que se tomen «algunas medidas paliativas», que podrían pasar por convertir estos contenedores «en puntos selectivos de recogida», con cubos de quita y pon de 20 a 24 horas, siguiendo el horario oficial para tirar las bolsas. También promover una actuación dirigida a los comercios de la zona –que generan «un gran volumen»–, con una batida para llevarse los restos de cartones y vidrios que desechen los negocios. «Se debe tener una especial sensibilidad para compaginar el respeto por el entorno monumental, la actividad comercial, la vida de barrio y el paso de turistas», concluyen en la asociación de San Marcos.