Que la Feria larga ha llegado para quedarse es un hecho que ya nadie discute. Ni dentro ni fuera del gobierno municipal. Las cifras que ha dejado la segunda edición XXL de la semana de farolillos respaldan una decisión que a todas luces es más que acertada. Lo que no está tan claro es cuál será el calendario que se adoptará el próximo año.

El 2019 trae un dilema asociado. La fecha de la Semana Santa (entre el 14 y el 21 de abril) hace que para dejar pasar las dos semanas que según la ordenanza municipal en vigor deben transcurrir entre las dos grandes fiestas de la capital hispalense, la Feria se celebraría del 4 al 11 de mayo. De esta manera, ninguno de los días de farolillos coincidirían en abril. Aunque no sería la primera vez que sucediera un hecho similar, lo cierto y verdad es que la propia ordenanza plantea dos supuestos a los que agarrarse en esta circunstancia. Por un lado, en el caso en el que el calendario «obligara a celebrar la Feria íntegramente en el mes de mayo, se adelantará su celebración una semana». Pero por encima de ello, queda también reflejada la facultad que se otorga a la Junta de Gobierno Local para «acordar la fecha de celebración», siempre y cuando «fuera imposible» el cumplimiento de los preceptos dispuestos en la ordenanza. Y es que, de mantenerse en mayo, la Feria coincidiría también con el arranque de la campaña electoral de las municipales del próximo año.

Precisamente este lunes por la mañana tenía lugar la primera Junta de Gobierno Local tras la celebración de la Feria. En ella, los concejales plantearon la necesidad de abordar este asunto, pues es conveniente anunciar las fechas con suficiente antelación teniendo en cuenta el volumen de negocio y el impacto económico que supone la Feria en la economía de la ciudad. Así, el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, avanzó que se baraja un posible adelanto que permitiría volver a hacer coincidir la semana de farolillos con el festivo nacional del 1 de mayo, que en este caso sería miércoles. Este hecho haría que entre el Domingo de Resurrección (21 de abril) y el sábado del alumbrao solo transcurrieran seis días. Si bien, esta opción facilitaría la llegada de más turistas a la capital hispalense y mejorar más si cabe los números de esta edición. A ello se le sumaría que en las dos semanas que transcurren entre Semana Santa y Feria, la ciudad debe acoger la World Travel & Tourism Council, que traerá a la ciudad a numerosos agentes turísticos. Un posible adelanto de fechas para la semana de farolillos pondría sobre la mesa una futurible coincidencia.

En el lado contrario está el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, quien apuesta por mantener las dos semanas de plazo pese a que ninguno de los días de Feria cayese en abril. «Mi recomendación al alcalde ha sido que haya dos semanas entre ambas fiestas para dar un mejor servicio a la ciudad, tener tiempo de que todo esté listo y garantizar el éxito de planificación», apuntó este lunes en Radio Sevilla.

Será el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, el que deba decidir en los próximos días tras valorar todos los escenarios.