Habrá un censo de ADN para identificar las cacas de los perros

Fue uno de los puntos más tensos de una larguísima sesión plenaria (12 horas seguidas). El grupo municipal de Ciudadanos presentaba a la hora de la sobremesa una moción para tratar de solucionar el problema de salubridad que supone la no retirada de las cacas de perros de la vía pública. El concejal más joven de la corporación, Javier Mollano, defendió esta propuesta del partido naranja, que reconoce «una falta de civismo». La idea es modificar la ordenanza municipal de Tenencia de Animales para introducir la obligación de los propietarios de perros de aportar una muestra de ADN al momento de censar el animal. De esta manera, el Ayuntamiento puede «identificar los excrementos abandonados en la vía, corriendo el coste del análisis de ADN para identificarlos a cargo del infractor». Mollano desmintió que estas pruebas sean muy caras, pues «son rutinarias y cuestan menos de seis euros». Asimismo, expuso el coste «altísimo» que supone recoger las heces de la calle, «un dinero que se puede ahorrar con este mecanismo y que se puede destinar a otras propuestas como la de los sin techo». La moción, varios de cuyos aspectos contaron con el voto contrario de Participa Sevilla e IU y la abstención del PSOE, salió finalmente adelante, no sin generar un agrio enfrentamiento entre Participa Sevilla y Ciudadanos sobre la falta de respeto a la propuesta, que incluye una campaña de concienciación y sensibilización dirigida a los propietarios de perros en relación al abandono de excrementos en la calle, fomentando que éstos se recojan y se limpie el pavimento. La puesta en marcha del servicio de detección de heces mediante el ADN se hará a través de un concurso público para la adjudicación del mismo.