Hallan sumergidas en sosa y decapitadas a Sandra y a su hija

La Policía ha localizado los dos cadáveres y el de la pareja descuartizados en una fosa séptica de una vivienda de Dos Hermanas. Hay tres detenidos, que hoy pasarán ante la jueza

02 oct 2017 / 22:34 h - Actualizado: 03 oct 2017 / 16:35 h.
"Sucesos"
  • Los servicios funerarios sacan del número 168 de la calle Cerro Blanco uno de los cadáveres enterrados entre kilos de hormigón y sosa cáustica. Los cuerpos estaban decapitados y descuartizados. / J. M.Vidal (Efe)
    Los servicios funerarios sacan del número 168 de la calle Cerro Blanco uno de los cadáveres enterrados entre kilos de hormigón y sosa cáustica. Los cuerpos estaban decapitados y descuartizados. / J. M.Vidal (Efe)

La tragedia se confirmaba de madrugada en el número 168 de la calle Cerro Blanco, en la barriada del mismo nombre de Dos Hermanas. Sobre las 3.30 horas el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional localizaba dos cuerpos de un hombre y una mujer. Cuatro horas después encontraba el de una menor. Estaban descuartizados y decapitados. Toda apunta, a falta de la confirmación oficial por las pruebas de ADN, a que se trata de los cadáveres de Sandra Capitán (26 años) y su hija Lucía Begines (6 años), desparecidas el 16 de septiembre en Bellavista. El tercer cuerpo sería el de su pareja, conocido como El Turco, que también estaba en paradero desconocido y que tiene antecedentes por tráfico de droga, además de estar vinculado al narcotráfico a gran escala. El viernes la Policía Nacional detuvo a tres personas relacionadas con los hechos. Hoy pasarán a disposición judicial.

A las 10.30 horas de la mañana de este lunes el fuerte y desagradable olor de la sosa cáustica, una sustancia que acelera la descomposición, en la que estaban sumergidos los cuerpos todavía invadía la calle. De hecho, la Policía Nacional y los Bomberos de Dos Hermanas, que acudieron en su ayuda, incluso tuvieron que utilizar mascarillas, dos equipos autónomos de aire y un ventilador grande. Nadie quería hablar ni comentar nada, en una zona de Dos Hermanas donde la droga está muy presente. «Ahí vive un matrimonio con sus dos hijos, la niña tiene 14 años y un niño más o menos de esa edad», afirma una de las pocas vecinas que se atreve a hablar con los periodistas, pero sin dar su nombre. La Policía Nacional no confirma si entre los detenidos están los propietarios de la vivienda, que llevaba deshabitada varios días, según esta misma vecina. «Ahí se veía entrar y salir mucha gente. Ya sabes...», afirma otra, que no quiere que su marido se entere de que está hablando con una periodista. «Pero de ahí a lo que ha ocurrido», añade, mientras en el supermercado que hay unos metros más abajo todos muestran su asombro, sin dar más datos.

En la puerta de la casa una cuba, que fue retirada al mediodía, da muestra aún de lo ocurrido la madrugada del domingo. Guantes, mascarillas y otros restos se mezclan con la tierra extraída y elementos de la vivienda como puertas y ventanas que fueron reventadas por la Policía Nacional para poder acceder al interior. Los cuerpos, según confirmaron diversas fuentes, se encontraban en una fosa séptica localizada en un cuarto de baño de escasos metros y cuyo paradero fue desvelado por las declaraciones de uno de los detenidos. El agujero había sido cubierto con losetas, después de que a los cuerpos, envueltos en la sosa, les echaran hormigón. Por ello, fue necesaria la intervención de los Bomberos, que poco a poco fueron sacando los restos descuartizados de los cadáveres, que estaban decapitados. Una vez fuera, los introdujeron en bolsas, donde fueron transportados hasta la sede del Anatómico Forense, donde se les ha practicado la autopsia y donde se estaban realizando las tareas de identificación. Las huellas dactilares y el ADN serán clave en esta tarea.

Por la disposición de los cuerpos, todo hace pensar que la primera que fue asesinada fue la pequeña Lucía, a la que le seguiría su madre –que estaba embarazada de tres meses de su actual pareja– y, por último, El Turco. Los vecinos no dan crédito a lo ocurrido, pues al principio creían «que se trataba de un registro» y aseguran que en estos días no han visto movimientos raros ni tampoco han escuchado ruidos que llamasen la atención, pese a que tres cadáveres fueron enterrados en una casa, que tiene varias viviendas colindantes. Los pocos que accedían a comentar algo con los periodistas no veían capaces de hacer «algo así» a la familia que vivía en la casa.

La investigación está bajo secreto de sumario por orden del Juzgado de Instrucción numero 19, por ello, el jefe superior de la Policía en Andalucía Occidental, José Antonio de la Rosa, no quiso aportar más datos sobre las pesquisas policiales, y no pudo precisar si el crimen se cometió en la misma vivienda o si ya fueron trasladados allí muertos. «Forma parte de las comprobaciones que está realizando la Policía Científica», señaló, aunque precisó que la investigación «sigue abierta y, por tanto, no se descartan nuevas detenciones». De la Rosa también explicó que los detenidos son tres personas de nacionalidad española sin precisar si tienen antecedentes policiales ni el grado de implicación en los hechos. Según ha podido confirmar este periódico, los detenidos son del barrio. El cabecilla y el que se sospecha que sería el asesino es un hombre de 36 años conocido como El Pollino, mientras que los otros dos serían su padre y otro familiar.

La familia de Sandra, muy afectada, permanece a la espera de la confirmación oficial; mientras el delegado del Gobierno, Antonio Sanz, se mostró confiado en que las declaraciones de los detenidos aclaren las circunstancias de este «espantoso» suceso.