Halloween, cualquier excusa es buena para irse de fiesta

Monstruos, vampiros y diablillos para conmemorar el fin de año de los celtas

01 nov 2016 / 07:00 h - Actualizado: 31 oct 2016 / 22:36 h.
"Día de los Difuntos","Sevilla no se olvida de sus difuntos"
  • Sevillanos de todas las edades se disfrazan con sus ‘peores galas’ para celebrar Halloween. / El Correo
    Sevillanos de todas las edades se disfrazan con sus ‘peores galas’ para celebrar Halloween. / El Correo

Colonizados por las calabazas talladas y los disfraces tremebundos, por el truco o trato, o dulce o trato (trick-or-treat en inglés), mayores y pequeños sevillanos, en guarderías, colegios, fiestas familiares o de vecinos, en bares, tiendas y hasta en el pabellón de deportes para ver el baloncesto... la fiesta de Halloween llega a todos rincones y los detractores se pueden dar por vencidos.

Después de tantos años de ver series y películas estadounidenses, a los que hay que sumar el empuje de guarderías y colegios bilingües, desde la semana pasada y a lo largo de este puente de primeros de noviembre se puede encontrar por sus calles a todo tipo de bruja, vampiro, monstruo, muerto viviente o diablillo dispuesto a pasárselo bien.

Las tiendas de disfraces hacen su agosto, casi tanto como en carnaval –con precios que rondan los 20 euros–, y de las tiendas chinas ni hablamos, más baratos incluso, aunque la calidad, salvo raras excepciones, deja mucho que desear pero, con que le dure entero para este año, va servido.

Los detractores son tan furibundos, o más que los partidarios de la fiesta. Ganas de llevarle la contraria a las modas o de ser más triste que el muñidor de la Mortaja. A nadie le hace daño una fiesta más y cualquier excusa es buena, aunque esta sea importada.

El origen

Y es que esta fiesta pagana de origen celta ha apagado, cuando no extinguido, la tradicional de Todos los Santos o de los Difuntos, ambas menos alegres, y que no dan opción a la fiesta –aunque en la diócesis de Cádiz han apostado por que se celebre la fiesta de los santitos–.

En verdad, la fiesta de Halloween es el 31, la víspera de Todos los Santos –es el significado del origen de la palabra: All Hallows Eve–, celebración creada por la Iglesia católica en el siglo VIII para homenajear a los santos que no tenían un día fijo.

Pero, como la mayoría de las celebraciones católicas, tiene su origen en un rito pagano. En esta ocasión un rito celta que celebraban cada 31 de octubre su fin de año con el samhain. Ya desde su inicio estaba relacionado con los muertos: según la cultura celta, la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se difuminaba en la noche en que acababa el año, y creían que en el Samhain los espíritus regresaban a la tierra. Todo muy alegre, ya ven. Ese día se ofrecían sacrificios y se disfrazaban con cabezas y pieles de animales.

De ahí llegó, con los romanos, a transformarse en el festival de los muertos y de la cosecha –Feralia y Pomona– hasta que la tradición católica acabó por asimilarlo todo. A esto se suma la fiesta de las brujas, que se reunían para hacer ofrendas a Satanás y cuyo auge se produjo en la Edad Media.

Antes, en el siglo IV la Iglesia de Siria celebraba el día de todos los mártires y en el 615, el papa Bonifacio IV dedicó un panteón romano a Todos los Santos. Fue en el 998, cuando en Francia se añadió la celebración el 2 de noviembre la fiesta dedicada a orar por las almas de los fieles fallecidos.

Con la emigración de irlandeses a Estados Unidos a mediados del siglo XIX, la fiesta de Halloween o de las brujas fue extendiendo su fuerza y con el ímpetu del imperio yanki llegó a todos los confines del planeta. Es raro que aún no se haya extendido de igual modo la Fiesta de Acción de Gracias, con lo que nos gusta por aquí una celebración con comida opípara de por medio.

Y en esto llegó el cine americano, y con este, las calabazas, los búhos, gatos negros, máscaras, sapos, vampiros, hogueras, los niños disfrazados de zombies o de brujas, y los dulces típicos, como los bizcochos de arañas, los fantasmas con nuez, y así no hay hueso de santo que resista, aunque resisten.

Si no lo ha hecho ya en este puente, aproveche hoy el día de fiesta para ver películas al uso junto a los más pequeños de la familia: La familia Adams, Los cazafantasmas, Bitelchus, La novia cadáver, Frankenweenie, Eduardo Manostijeras, Los mundos de Coraline o Hotel Transilvania.

La diócesis de Cádiz insta a celebrar Holywins

Todos los Santos –y también los Fieles Difuntos– reclaman su lugar, o al menos lo ha hecho la diócesis de Cádiz, quien llama a sus fieles a celebrar Holywins! (la santidad vence), frente a la fiesta llegada de fuera. Aunque asegura la propuesta no va contra Halloween, insta a «nuestros niños católicos, y los no tan niños, podamos celebrar esta fiesta con todo su sentido». La idea, que según la nota de la diócesis de Cádiz y Ceuta, nació en París en 2002, es que los niños de catequesis infantil y confirmación, así como los alumnos de los colegios religiosos, se disfracen de santos o santas. Así, hoy día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, se festeje como una «fiesta del cielo». Para este fin, la Delegación de Juventud de la diócesis gaditana ha preparado durante las semanas previas material para que cada parroquia celebre su Holywins y los niños y jóvenes se disfracen, aunque también se puede participar sin disfrazarse.