«Hay un coladero por Portugal y nos preocupa mucho la ‘mancha negra’»
El presidente de la Asociación de Empresas Productoras de Frutas y Hortalizas y Exportadoras de Andalucía recuerda el daño hecho por el veto ruso y defiende que España vende valor añadido en Europa al presentar una naranja de gran calidad
{El presidente de Asociafruit (Asociación de Empresas Productoras de Frutas y Hortalizas y Exportadoras de Andalucía) y del sector cítrico de esta organización, Enrique Pérez, es también secretario y vicepresidente de la sevillana Sociedad Agrícola de Transformación Nuestra Señora del Mar, con más de 30 años de trayectoria.
—¿Cuál es el principal problema del sector?
—El principal problema es la mancha negra, la HLB. Es gravísimo. Estamos luchando contra ella y no sabemos como acabará. Siguen entrando naranjas de Sudáfrica, no por puertos españoles, sino por Portugal. Hay un coladero por ahí y estamos preocupados. Y no es cuestión de que nos pisen el mercado, sino de que nuestros árboles se puedan contagiar y, de ser así, morirían.
—¿Cree que hay pocos controles?
—Hay controles en destino, pero deben hacerse en origen. Parece que Bruselas está más concienciada, pero nos preocupa mucho. Se han detectado partidas con mancha negra.
—¿Cree que la naranja sevillana no debería irse a Valencia?
—Eso es el chocolate del loro. Cuando un valenciano o murciano viene a comprar es porque le interesa el precio a él y al agricultor. Los agricultores podrían crear una cooperativa y vender ellos, pero no es fácil tener una marca y hacerse con clientes fuera.
—¿No considera que es mejor que se procese y exporte desde Sevilla?
—Es lógico que a los alcaldes les interese que haya almacenes en su pueblo para crear empleo y riqueza, pero abrir un almacén para cerrarlo en dos años... Me parece bien que la naranja se procese y se exporte desde aquí, pero tampoco me parece mal que vengan a comprarla y se la lleven. Es un negocio más. Políticamente hablando suena muy bien que el trabajo se quede en el pueblo, pero tiene que haber un empresario que lo haga y éste comprará la naranja como el valenciano. O bien se crea una cooperativa. Algunas han tenido problemas graves porque necesitan una cartera de clientes. No es fácil.
—En la última campaña se registró un bajón de los márgenes de las empresas hortofrutícolas.
—Es un problema endémico. Los gastos suben todos los años. La luz, el abono, el canon de riego, los jornales, los insecticidas... suben todos los años pero los precios se mantienen desde tiempo inmemorial al mismo nivel.
—Tras muchos años malos, por fin los precios parecen remontar.
—Sí, este año parece que están mejor, pero por las circunstancias. Por la menor producción, el frío en el Levante, en Grecia y en Turquía. Los mercados están demandando más naranjas.
—¿Cómo afectó el veto ruso?
—Antes iba mucha naranja a Rusia y ahora no va nada. Esa naranja ahora va a Europa o a otros mercados que se abrieron poco a poco, como China o India. Pero las cantidades aún son testimoniales. A Emiratos Árabes también se vende.
—¿Qué opina de que los supermercados pongan a la naranja como producto reclamo por su bajo precio?
—La gran superficie acostumbra a hacer ofertas, pero lo paga el proveedor, no el supermercado. Estamos en manos de las grandes superficies, que son las que mandan en el mercado ahora.
—¿Es irreversible?
—Hay una lucha entre proveedor, agricultor y gran superficie, pero es difícil que tenga una salida. Es mi opinión personal. La gran superficie hace lo que todos, comprar barato para vender caro.
—El agricultor no compra, sólo vende. Está en inferioridad.
—Por el factor perecedero tiene que vender al precio del mercado, así que no puede hacer mucho. Es dificilísimo que el agricultor se plante y diga que por debajo de tal precio no venda porque está prohibido por ley. La naranja ahora pegó un subidón en el campo, ahora no hay naranja, así que la posición dominante la tiene el agricultor.
—Pero eso pasa poco.
—Sí, ahora está pasando tras muchos años malos.
—¿Marruecos, Egipto e Israel están desplazando a la naranja andaluza en los mercados europeos?
—No. La naranja de España tiene más calidad. Venden más barato porque sus costes de producción son menores, pero España se lleva la palma en cuanto a la presentación, es la que mejor la presenta en el mundo entero. Por el envasado, la preparación y la calidad. Exportamos valor añadido.
—¿Cuándo se creó la SAT Nuestra Señora del Mar y cuánto produce?
—En 1983. Producimos entre 12.000 y 14.000 toneladas anuales. Tenemos unas 500 hectáreas en el Valle del Guadalquivir, Coria del Río, Aznalcázar y Utrera.
—¿Cuánto y dónde exportan?
—El 90 por ciento. Nuestro principal mercado es el alemán, si bien vendemos prácticamente a toda Europa. ~