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Hazte con todos, miarma

Pokémon Go pisa con fuerza en Sevilla, con personas de todas las edades recorriendo sus pokeparadas, cazando criaturas y agrupándose en equipos

20 jul 2016 / 08:52 h - Actualizado: 20 jul 2016 / 15:04 h.
"Videojuegos"
  • Un grupo de amigos pasea por el centro en busca de pokemons raros. / María Caballero
    Un grupo de amigos pasea por el centro en busca de pokemons raros. / María Caballero
  • Un Rattata invade el carril bici en la avenida de la Constitución. / María Caballero
    Un Rattata invade el carril bici en la avenida de la Constitución. / María Caballero
  • Un Zubat a punto de ser capturado ronda la Torre del Oro. / María Caballero
    Un Zubat a punto de ser capturado ronda la Torre del Oro. / María Caballero
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Pokémon Go llegó el pasado 15 de julio a España, y desde entonces, una horda de jugadores ha inundando la ciudad hispalense a la caza de pokemons. El nuevo fenómeno mundial ha dinamitado la tradicional forma de juego sedentaria, pasando del sofá de casa a recorrer todo el callejero, a través de las pokeparadas. Lejos de quedarse en una diversión individual, Pokémon Go agrupa a cada vez más jugadores en plena calle y en eventos.

El juego, en forma de aplicación móvil, hace uso de nuestra ubicación mediante GPS, permitiendo a cada jugador pasear en tiempo real por el mapa sevillano totalmente actualizado. Estos jugadores buscan las llamadas pokeparadas, puntos de recarga de pokeballs –necesarias para capturar a las fantásticas criaturas– y otros objetos que se encuentran en los principales lugares turísticos: monumentos, bares famosos, grandes edificios u obras arquitectónicas... hasta la Virgen de la Macarena da pokeballs.

Muchas fueron las bromas en redes sociales sobre los pokemons que podrían ser capturados en Sevilla. Hay distintos tipos: agua, fuego, planta, eléctrico, roca... claramente, en pleno julio sevillano a 40 grados, todos apostaban por capturar pokemons tipo fuego. En los parques podemos encontrar pokemon de tipo «bicho» y «planta», y a las orillas del río nos asaltarán de tipo «agua». Además, ironías de la vida, el objeto que se usa en el juego para atraer más pokemons es el «incienso». ¿Atraerán así a los cofrades?

Las comunidades de fans, ya formadas, avisan por redes sociales de la ubicación de los pokemons sevillanos, con comentarios como «¡Hitmonchan en el FIBES!» o «Corred, Pikachus en el parque María Luisa».

Las pokeparadas ofrecen un tour turístico con lo mejor de la ciudad. En el casco histórico podemos empezar desde la fuente de Puerta Jerez, siguiendo por el postigo del Alcázar, el edificio de Correos y Telegramas, el archivo de Indias, Banco de España, Ayuntamiento... En otros sitios con menos monumentos que el centro, las pokeparadas pueden encontrarse incluso en graffitis, como en carretera de Carmona.

Otro de los objetivos del juego es pelear en los conocidos como «gimnasios pokemon». Algunos de los puntos de Sevilla que han sido elegidos como foco de encuentro entre jugadores son la mismísima Torre del Oro, La Giralda, o más adelante, Las Setas.

Emilio Delgado es estudiante de Medicina y desde el lanzamiento del juego vio su gran potencial social. «Pertenezco a una generación que nació y creció con los primeros Pokémon. Cuando anunciaron la llegada de este juego todos alucinamos, ahora tenemos la posibilidad de capturar a esas criaturas a las que tanto cariño les teníamos de pequeños», dice, en recuerdo a la primera generación de entrenadores de los años 90. Delgado ha creado distintos grupos en redes sociales «para aunar a los entrenadores pokemon de Sevilla, hacer quedadas y que fluya la información», explica, grupos que han recibido «desde los más pequeños a adultos de 40 o 50 años, y todos disfrutan por igual».

Otro ejemplo de jugadores es el caso Elena Contreras, maestra de infantil, que no pudo «jugar de pequeña a los juegos, pero siempre he querido, y ahora con la aplicación gratuita es muy fácil». En la parte pedagógica, Contreras alaba que este videojuego «cambie la percepción de jugar en tu habitación tú solo. Hace que te muevas, que socialices, ayuda a la orientación en el espacio, a interpretar mapas...».

Una nueva revolución en el mundo de los videojuegos que presenta un potencial de explotación aún inimaginable. Como intuye Delgado, «no nos extrañaría que Nintendo vendiera la ubicación de las pokeparadas, que a tanta gente atraen».

Por otro lado, esta fiebre jugadora está causando algunos excesos, ante los cuales la Policía Nacional ha advertido en redes sociales: «estás jugando en el mundo real, no fijes sólo la mirada en tu pantalla, atento a lo que ocurre a tu alrededor: pasos de peatones, semáforos, vehículos, mobiliario urbano, no provoques ni seas víctima de un accidente», recomiendan.

Ni El Correo de Andalucía se libra de tener su pokeparada y gimnasio. Habrá que bajar a recoger unas cuantas pokeballs a la imprenta, la réplica ornamental que vive en el hall del edificio de la redacción.