«Los Ángeles Custodios existen», decía ayer el jefe superior de Policía, Francisco Perea, tras conocer la noticia. Un agente de la Unidad Sombra –que patrulla por la noche de paisano– ha resultado herido de gravedad al caer sobre una verja cuyos barrotes terminaban en punta de lanza, que la atravesaron una pierna y un brazo, quedando el policía enganchado en la misma. Afortunadamente, no tiene afectado ningún órgano, ni arterias principales, y se recupera en el hospital Virgen del Rocío, donde tendrá que ser intervenido debido a las heridas.
Según confirmaron fuentes policiales, los hechos ocurrieron a las 23.30 horas del jueves. La patrulla estaba circulando por la calle Marqués de Pickman, cuando observaron a dos individuos en un tejado de un bar, al que pretendían entrar a robar. Los agentes se bajaron del vehículo e iniciaron la persecución de estos dos ladrones, subiendo uno de ellos por el tejado. El agente tuvo un tropiezo o resbaló cayendo al vacío, en un lugar en el que había una verja con los barrotes terminados en punta de lanzas. El policía cayó sobre los mismos sufriendo dos inserciones en una pierna y otra más en un brazo.
El agente fue trasladado hasta el hospital Virgen del Rocío donde permanece estable dentro de la gravedad. No obstante, tendrá que ser intervenido en los próximos días debido a los desgarros sufridos en la caída. Perea lamentó ayer el incidente, alegrándose de que «no haya sido algo mucho peor». Además, le deseó al agente una pronta recuperación.