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Juan Antonio González (i), Juan Carlos García (c), vecinos que frustraron el robo a una tienda del Cerro. A la dcha. la mujer que evitó el robo en la perfumería de la calle Tarragona. / A. García
No intenten pensar cómo actuarían ante un atraco con un arma, es algo que sólo sabrán en el momento instante en el que se vean ante una persona que les apunta con una pistola y les pide el dinero. Sólo en ese momento podrán saber cómo actuarían. No es fácil, son segundos y quizás una mala decisión pueda terminar en tragedia.
En el distrito Cerro-Amate sólo se habla de tres personas este miércoles. Tres héroes silenciosos que frustraron un atraco a mano armada este martes en una conocida perfumería y droguería de la barriada. Todos hicieron frente a un ladrón que tenía un arma –después se comprobó que era de fogueo– con la que intentó atracar el establecimiento.
Estos vecinos tienen algo en común: actuaron como su corazón les dijo en ese momento. Ellos no pensaron en las consecuencias, que pudieron ser desastrosas si el arma hubiera resultado ser de verdad y hubiera dañado a laguna persona de las que se encontraban en la tienda.
Juan Carlos García es uno de los vecinos que intervinieron en el atraco de la perfumería de la barriada Juan XXIII. Su nombre lleva todo el día sonando por las calles y él sigue pensado que hizo lo que debió. «Fui a comprar unos productos de limpieza para limpiar y cuando estaba pagando entró el individuo y apuntó con el arma a la dependienta», explica en la puerta de su tienda. Ahora lo cuenta como una anécdota pero confiesa que su mujer le ha pedido que no vuelva a poner su vida en peligro.
El mundo se paraliza y son segundos que se convierten en una eternidad. «No sabíamos si el arma era de fogueo y cuando ves que apuntan a la dependienta y no te atreves a intervenir para que nadie salga herido», narra Juan Carlos. «Entonces una mujer apareció y le dio con el bolso y cuando se distrajo aprovechamos para intentar quitarle el arma». Un acto heroico que algunos califican de imprudente pues el arma pudo ser de verdad y haber causado daños irreparables. «La propia Policía nos ha dicho que la próxima vez no hagamos lo mismo porque hemos puesto en peligro nuestras vidas y la de los demás clientes y trabajadores que estaban en ese momento en la tienda».
El disparo se produjo, pero la pistola resultó ser de fogueo y no causó daños relevantes, tan sólo unas quemaduras a la mujer que forcejeaba en ese momento con el ladrón. Una mujer colombiana, aclaran las fuentes consultadas, que afirma ante las cámaras que «la Policía me dijo que no lo volviera hacer, porque me jugué la vida». Ella lo inició todo. Con un simple bolso hizo frente a un ladrón que portaba un arma y al que hizo frente sin dudarlo. El disparo lo escuchó Juan Antonio González, otro de los nombres más sonados este miércoles –trabaja al lado de la perfumería–.
«Me asomé y pude ver a dos mujeres –una de ellas llorando– y les pregunté. Me dijeron que estaban atracando la tienda de Ana», precisa. Entonces fue y se asomó al establecimiento. «Allí vi a tres personas peleándose y cuando pregunté, las dependientas me dijeron que el de rojo –el ladrón– tenía una pistola». En este momento Juan Antonio intervino sin pensarlo y con un toque lo apartó y lo tiró al suelo donde lo retuvo hasta que llegaron los agentes de la Policía. Ahí terminó todo, fueron minutos de histeria en una perfumería que este miércoles ya contaba la anécdota como una más, porque no es el único robo de estos dos últimos meses.
Tras el suceso, la Policía Local y la Policía Nacional informó a todos los intervinientes de los pasos a seguir para formalizar la denuncia de los hechos ocurridos, trasladando al detenido hasta dependencias policiales, donde quedó a disposición judicial.
Por su parte, la encargada del establecimiento asegura a este medio que la actuación de los tres vecinos es digna de obsequiarles con un detalle, «que menos después de lo sucedido».
Cinco atracos en dos meses
Parece que no es la primera vez que este varón de 47 años actúa en la zona, de hecho el grupo de atracos de la Policía Nacional investiga si es el autor de los otros dos robos que ha sufrido este establecimiento. «Nosotras sabemos que es el mismo que ha venido aquí las tres veces», explica una dependienta cuestionada por la prensa sobre los anteriores hurtos sufridos. Pero esta perfumería y droguería no ha sido la única que ha sufrido robos en los últimos dos meses, una farmacia y un salón de juegos también los han sufrido. En este momento el grupo de la Policía investiga los sucesos y analiza las imágenes para saber si este varón es el autor de los otros robos que se han cometido en los comercios de la zona.
El modus operandi en estos últimos robos que han asolado la zona son los mismos. Un varón de corpulencia ancha –como el del atraco de este martes– entra con una pistola y cubriendo su rostro pide el dinero a las dependientas. Esto es lo que ha hecho sospechar a la Policía Nacional y en estos momentos se investigan los sucesos de estos últimos meses.
Es importante recordar que el distrito Cerro-Amate es una de las zonas en las que se puso de manifiesto hace dos años desde el Sindicato de la Policía Local de Sevilla (SPLS) la peligrosidad por la falta de efectivos. Falta de agentes tanto en la Policía Local como en la Nacional. En este informe se reconoce como «zona conflictiva» este distrito. Se especifica que el servicio en dicha demarcación debería efectuarse con dos vehículos patrulleros y cuatro agentes, pero que habitualmente no se cumple. Este déficit de agentes se intenta solucionar en la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) puesta en marcha por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en la que se aumenta en 13 policías el distrito.
Entre tanto robo, los vecinos de la zona ya no esperan el aumento de Policía que se les lleva prometiendo durante años desde la administración, ahora confían más en la actuación de los vecinos. Héroes silenciosos que pueden marcar una tendencia en un barrio asolado por los tirones y los robos en comercios. Que sepan los malos que el distrito Cerro-Amate ya tiene sus héroes y no llevan ni placa ni pistola.