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Un momento de la procesión vivida ayer con la imagen de la Inmaculada Concepción. / Foto: Manuel Gómez
La solemnidad de la Inmaculada Concepción es uno de los días claves en la agenda de la ciudad con los besamanos que organizan más de una veintena de hermandades. Tradicionalmente también suele ser una jornada especial en la calle Amparo, cuna de la devoción pastoreña. Allí la Primitiva Pastora de Sevilla desciende de su camarín para recibir el tributo en forma de besos. Aprovechando este momento, se celebra el entrañable acto de entrega de las pastas del pregón de las Glorias. Este año, la obra que lleva cincelado el escudo de la Divina Pastora por Manuel de los Ríos, fue recogida por Miguel Andréu, hermano mayor de la Patrona de Sastres y anunciador del tiempo letífico de 2017. Por primera vez se han obsequiado también a los otros protagonistas de las Glorias. La corporación, que de nuevo preside Andrés Martín, ha incorporado la entrega de un presente –una estatuilla metálica en forma de paleta con pinceles– al cartelista Jesús Zurita Villa; y de un ramillete de flores de talco a la hermandad de la Nuestra Señora de Guadalupe, imagen que presidirá el pregón en la Catedral el próximo mes de abril. Testigo de estos reconocimientos ha sido el delegado diocesano de hermandades, Marcelino Manzano, que ofició la misa previa.