Impresoras que salvan vidas

Un equipo de investigadores del Virgen del Rocío trabaja en un software para recrear, con corazones 3D, el cateterismo en pacientes con cardiopatías congénitas

05 feb 2017 / 22:14 h - Actualizado: 05 feb 2017 / 22:20 h.
"Salud","Sanidad","Salud pública"
  • Gorka Gómez, Israel Valverde y Pastora Gallego son parte del equipo responsable del proyecto de investigación. / Manuel Gómez
    Gorka Gómez, Israel Valverde y Pastora Gallego son parte del equipo responsable del proyecto de investigación. / Manuel Gómez
  • Los modelos 3D son copias exactas del corazón del paciente. / Manuel Gómez
    Los modelos 3D son copias exactas del corazón del paciente. / Manuel Gómez

Alicates, cables, impresoras, ordenadores, rotuladores... es parte de los materiales de trabajo de un grupo de investigadores del Virgen del Rocío que se valen de la tecnología para salvar vidas.

En concreto, y gracias a la financiación de la Consejería de Salud, este equipo trata de poner en marcha un software que reproduzca las circunstancias en las que se desarrolla el procedimiento del cateterismo. Para ello cuentan con una tecnología, que ya llevan varios años aplicando a la medicina y más en concreto a la cirugía cardiaca, como es la de las impresoras 3D. «Ahora tenemos que desarrollar todo lo demás», explica Gorka Gómez del grupo de Innovación Tecnológica del Hospital Virgen del Rocío. «La idea es construir una máquina en la que simulemos la situación de la intervención», detalla. El equipo, en el que también trabaja Cristina Suárez, ha desarrollado los primeros prototipos pero la intención es que sea «cien por cien real», por lo que en el corazón –la réplica exacta del órgano del paciente a tratar impreso en 3D– entrará y saldrá también líquido –en este caso agua, gracias a una bomba– y se mantendrá en movimiento «tal y como sucede en un cateterismo de verdad». De esta manera, el especialista que realiza el procedimiento tiene con antelación la posibilidad de probar la técnica con el órgano y ver qué solución es la que debe aplicar para ese paciente y ese órgano en concreto. «El cateterismo es una intervención en la que se trabaja a ciegas, únicamente una vez que se alcanza el órgano es cuando se ve su estado, y siempre a través de una pantalla, y los especialistas solo cuentan con unos segundos para valorar y aplicar la solución. De esta manera, en cierta forma pueden ensayar el mejor abordaje no en el paciente sino en un modelo», apunta Pastora Gallego, jefa de sección de Cardiología en el Área del Corazón del Hospital Macarena y directora del proyecto de Simulación de cateterismo cardiaco en cardiopatía estructural mediante impresión 3D de modelos cardiovasculares.

La intención de Gallego es emplear esta tecnología para las intervenciones a las que se deben someter los pacientes con los que el equipo de cardiopatías congénitas del adulto de los hospitales Macarena y Virgen del Rocío trabajan de una manera integral. «Esto es un paso, un proyecto más de los que desarrollamos». Este área hospitalaria comenzó a desarrollar hace tres años un registro en el que ya están inscritos más de 4.700 pacientes, aunque según las estimaciones en Andalucía debe haber más de 16.000 «casos perdidos».

Gallego explica la importancia de este proyecto de manera sencilla. Las cardiopatías congénitas afectan a ocho niños por cada 1.000 y, cada caso es único. Se calcula que existen 250 personas por cada 100.000 habitantes con cardiopatías congénitas. Si en los años 70, antes del gran desarrollo de las técnicas de cirugía cardiovascular, sólo el 25 por ciento de los recién nacidos con una cardiopatía sobrevivía el primer año de vida; en la actualidad se estima que aproximadamente el 90 por ciento alcanzará la edad adulta. Es a este grupo de población a quien va dirigida la investigación. «Y tampoco a todos, solo a los casos más complejos», especifica. No en balde, la impresión de un corazón en 3D implica un importante coste tanto laboral –pueden tardar entre seis horas y tres días según el caso– como económico.

Aunque cada paciente con cardiopatía congénita es único, «no hay dos pacientes iguales», Gallego apunta a que posteriormente las réplicas de estos órganos podrían emplearse para que los especialistas en hemodinámica, quienes habitualmente realizan los cateterismos, puedan aplicar diversos abordajes como aprendizaje.

La impresión de corazones 3D se inició en el Virgen del Rocío en 2013 bajo la dirección de Israel Valverde, cardiólogo pediatra miembro de la Unidad de Cardiología y Hemodinámica Pediátrica del citado centro sanitario. A su vez éste tomó el testigo de Tomás Gómez Cía, director de la Unidad de Cirugía Plástica y Quemados, que ya empleaba la impresión 3D para realizar biomodelos de huesos.

Las primeras réplicas de corazón se han empleado en niños con una grave cardiopatía de nacimiento. Hasta la fecha, desde Sevilla han realizado y enviado hasta medio centenar de biomodelos a diversos centros hospitalarios tanto de Andalucía como de Madrid, Barcelona o el Reino Unido, Holanda o Canadá.

Para su elaboración, el grupo de Innovación Tecnológica parten de las pruebas radiológicas que les envían del paciente, actualmente TAC y resonancia magnéticas, para elaborar los modelos. En el futuro, confía Gallego, se emplearán también ecocardiografías lo que permitirá «romper la barrera de la anatomía intracardíaca».

Más de 5,2 millones para investigación biomédica

La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía destina más de 5,2 millones de euros al impulso de la investigación y la innovación aplicada a la salud y orientada a mejorar la calidad de vida de los pacientes y ciudadanos en general. La convocatoria 2016 de Ayudas a la I+D+i Biomédica y en Ciencias de la Salud ha resuelto la financiación de un total de 122 actividades de investigación por un valor total de 5.206.299,72 euros. En Sevilla se han seleccionado 44 con un presupuesto superior a 1,7 millones de euros. Esta convocatoria, a la que se han presentado 546 solicitudes, se han seleccionado 103 trabajos para los que se han destinado algo más de 4,6 millones de euros. De estos proyectos, 58 corresponden a proyectos generales en salud; 25 a innovación; 5 a la categoría de coordinados y 15 a la de salud pública. Además, se han concedido 16 estancias formativas para profesionales sanitarios y tres solicitudes de intensificación de la actividad investigadora.